- Guerrero ha sido, históricamente, uno de los estados más abandonados
- Reconoce a su “amiga y compañera” Evelyn Salgado por el reto de gobernar un estado tan complejo
- Revela el sentir por la ventaja en las encuestas y si invitaría a otras “corcholatas” a sumarse a su proyecto
Por Federico Sariñana Valdez
Chilpancingo.- Se desprende de la comitiva de unas 10 a 15 personas en solitario con una diminuta mochila negra y enfila al tocador. No tarda más que unos segundos e ingresa al salón atenta a las indicaciones.
Si alguien no la conociera, pensaría que es una turista extranjera que iba a Taxco o Tepoztlán. Su rostro blanco, pulcro, sin maquillaje, no da muestra de haber encabezado mítines en la mañana en Acapulco y a medio en Chilpancingo.
No es turista. Es posiblemente la próxima presidenta de México.
Su voz está desgastada.
– ¡Un mezcal! Sugiere, alguien.
Unas ligeras chapas por fin dan color a su rostro. -Sí me gusta el mezcal, pero ahorita no podemos. Estamos trabajando. Matiza con una sonrisa.
Se nota la pasión en la política.
“La oposición no tiene rumbo. Son dos o tres lo que van a decidir y quieren volver al pasado”, suelta en la entrevista al tiempo que retrae los hombros, saca el pecho, levanta la barbilla, despega las manos de sus muslos.
“Pues llevamos un rato arriba en las encuestas”, señala con una mezcla entre firmeza y orgullo, a la pregunta de si el proceso interno de Morena para elegir al “Coordinador Nacional de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación”, ósea al candidato de Morena (¿y PT-PVEM?) a la presidencia está definido.
Pero matiza: “Nosotros jamás vamos a renegar de nuestra cercanía, nuestro apoyo, nuestra convicción con el presidente Andrés Manuel López Obrador y el apoyo al momento histórico que está viviendo nuestro país; esa cercanía no ha sido de ahora, ha sido desde hace mucho tiempo y la gente lo nota”.
Asegura que “la gente está muy contenta con lo que representa López Obrador y la Cuarta Transformación, y en Guerrero pues se siente todavía más, hay no solamente los beneficios sociales, sino hay una sensación de resarcimiento histórico que no había tenido hace mucho Guerrero”.
Aprovecha para reconocer a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda: “mi amiga, mi compañera”. Quizá la blusa huipil color morado que viste y acompaña con pantalón de mezclilla Levi´s y unos zapatos “de piso”, sea un regalo de la guerrerense.
“Decían que en Guerrero eso no iba a ser posible que gobernara una mujer, pero está ocurriendo. Es una mujer muy entregada, con dificultades por la situación económica en que le dejaron el estado, pero aun así ella no ha puesto pretextos. Está en el territorio, está atendiendo a la gente y muy involucrada también en los programas del presidente López Obrador”.
Se le insiste en el tema afectivo con Evelyn Salgado y ahonda: “Conozco a Evelyn desde que era pequeña, de alguna manera estuvimos -con su familia- involucrados en muchas luchas sociales de nuestro país. Luchas por la democracia y me da mucho gusto ver cómo ha madurado y cómo es hoy una mujer que enfrenta cualquier problema y que saca adelante a su estado”.
A lo lejos, el senador Félix Salgado baja su teléfono y centra la mirada en la conversación. Asienta levemente y esboza una sonrisa. Un innegable orgullo de padre.
La exjefa de Gobierno de la Ciudad de México reconoce que el principal pendiente en Guerrero es la seguridad y que tiene que ser el Gobierno Federal quien encabece la tarea, pero también plantea el campo, el turismo y la industria como puntos de desarrollo.
Hace unos meses, Ciudad de México regresó a Guerrero la estafeta para organizar el Tianguis Turístico en 2024.
En aquel momento, Sheinbaum Pardo presumió que la CDMX “lo tiene todo, hasta playa: y se llama Acapulco”.
Y explica: “Todos los que nacimos en la Ciudad de México tenemos a Acapulco en el corazón. Yo pasé todas mis vacaciones ahí. Comíamos tacos dorados de papá con huevo duro y salsa Búfalo”. Y, aunque admite que no es el platillo típico, “es el recuerdo que tengo de niña cuando mi mamá nos subía a un auto Renault chiquitito y viajábamos durante horas”.
Con mesura, asegura: “A Guerrero le van a tocar 3 años con la nueva presidenta (sic) -y esboza una sonrisa. Es la única mujer de Morena en competencia-, y por supuesto que van a contar conmigo, no solamente por el cariño y la historia que representa Guerrero sino porque es uno de los estados que históricamente ha sido más abandonados y que requiere más apoyo.
– ¿Guerrero tendrá una amiga en la presidencia?
Sonríe y asegura que Guerrero debe seguir el camino de la Cuarta Transformación.
Se define: “No solamente soy política, sino que durante años he sido investigadora académica. Y también ser mujer. Ser mujer en este momento en el mundo entero, pero en particular en nuestro país, es algo que genera una esperanza”.
Aclara que no hay exceso de confianza, sino que “mucha gente se suma a este proyecto” y se trabaja todos los días, pero también recurre a “los logros en la Ciudad de México”, donde precisa, “no es fácil gobernar” pero ese desempeño la tiene hoy donde está.
La pasión política supera al tema académico y científico.
En la Oposición “un día dicen una cosa y otro cambian. Parecen tienda de disfraces: un día se ponen disfraz de demócratas y otro día ya no. Un día eligen a un grupo de ciudadanos para que les ayude a decidir. Al otro día sacan otra cosa”.
Machaca: “Allá hay mucha simulación porque no hay proyecto, no hay convicción, no hay más que una necesidad de volver al pasado y a los negocios”.
Sheinbaum sigue el que dicen es “el manual no escrito de las campañas” y evade hablar sobre sus otros compañeros.
“En este proyecto no sobra nadie, a mí no me gusta pelearme con mis compañeros ni hablar mal de ellos. Al revés, los defiendo a todos porque todos somos parte de la transformación”, y responde con un concretó “sí” a la pregunta de si incorporaría a alguno de ellos en un eventual gabinete.
En una pregunta que se ha vuelto casi obligada, se le pide una recomendación de libros.
Desliza que son las novelas y los históricos.
“Los libros del Colegio de México son dónde mejor se cuenta la historia de México. Los 3 libros “Patria” de Paco Ignacio Taibo II dan la esencia de lo que es nuestro país y lo que son los grandes héroes”, abunda.
Y deja una recomendación: “Hay una novela que se llama Desgracia (*) que es terrible. Pero que muestra un poco el sentido humano. Creo que las personas, en los peores momentos podemos sacar lo peor pero también lo mejor”.
Hay un par más de entrevistas que tiene que atender al otro lado del salón. Después irá al refugio “Perritos Felices” que impulsa Salgado Macedonio en la periferia de Chilpancingo, comerá con el rector electo de la UAGro, Javier Saldaña Almazán y tendrá otro mitin, en la tarde noche, ahora en Iguala.
Al concluir la entrevista, intercambia algunos comentarios sobre la política, y el clima y gastronomía de Chilpancingo con el entrevistador y con el director de El Sol de Chilpancingo, Carlos Valdez Téllez.
Jesús Eugenio Urióstegui, exjefe de la Oficina de la gobernadora y Héctor Ulises García, coordinador de la red nacional EsClaudia, ya le tienen las actualizaciones de la jornada.
Dos personas le entregan un presente de una alcaldesa y le hacen llegar saludos y el apoyo. Sheinbaum acusa de recibido y manda un videosaludo. Otro joven le entrega una edición especial de mezcal y le reitera el apoyo de la comunidad afromexicana.
Claudia Sheinbaum, la doctora, la exjefa de Gobierno de CDMX, la consentida del presidente López Obrador, se despide amablemente con una sonrisa y abrazos y pide su pequeña mochila negra, esa que hace ver como turista a quien puede ser la próxima presidenta de México.
* “Desgracia” es la octava novela del escritor sudafricano J. M. Coetzee, Premio Nobel de 2003.