Lamentablemente, el pasado jueves 4 de mayo, un profesor de secundaria murió en circunstancias trágicas, presuntamente debido a un golpe en la cabeza con un balón.

Según la hermana de la víctima, Ricardo Alberto Cervantes Zamorano, de 31 años y residente en León, Guanajuato, el profesor era objeto de hostigamiento por parte de uno de sus alumnos. Según su testimonio, este alumno llevaba tiempo lanzándole el balón de baloncesto a la cabeza de manera intencionada. El jueves, mientras el maestro estaba distraído jugando canicas con algunos alumnos, el alumno en cuestión le golpeó con el balón en la sien, lo que resultó en su trágico fallecimiento.

Los hechos ocurrieron en la Telesecundaria número 1070, ubicada en la colonia Centro Familiar Soledad, en el municipio de Las Joyas, en la ciudad de León.

La hermana del maestro también denunció negligencia médica, alegando que cuando Ricardo acudió a una clínica del ISSSTE, solo le recetaron diclofenaco para el dolor y lo enviaron de vuelta a casa. Por la noche, el maestro comenzó a vomitar y regresó a la clínica, pero, lamentablemente, ya era demasiado tarde.

La hermana también señaló que la directora de la escuela era consciente del acoso que sufría el profesor por parte del alumno, pero minimizó la situación, lo que ha llevado a exigir su destitución a las autoridades de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

La SEP expresó su pesar por el fallecimiento del profesor y ha iniciado una investigación sobre el presunto homicidio. También se ha informado a la Fiscalía del estado para que profundice en las investigaciones del caso.

Datos médicos indican que sí es posible que una persona muera por un balonazo en la cabeza, especialmente si el golpe es lo suficientemente fuerte y en una zona crítica del cerebro. El cerebro es un órgano muy delicado y sensible a lesiones, y un golpe en la cabeza puede provocar una lesión cerebral traumática (LCT), que puede variar en gravedad desde leve hasta fatal.

Los síntomas de una lesión cerebral traumática pueden incluir dolor de cabeza, confusión, mareo, náuseas, pérdida de conciencia y convulsiones.

En los casos más graves, una lesión cerebral traumática puede provocar hemorragias cerebrales, hinchazón cerebral y daño cerebral permanente, lo que puede llevar a la muerte.