- El abogado de los padres de los 43 afirmó que el GIEI encontró 12 evidencias de que “elementos y mandos del Ejército en Iguala, participaron de manera directa en la desaparición” de los estudiantes
Jesús Saavedra
Los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) encontraron 12 evidencias que indican que elementos y mandos del Ejército en Iguala, participaron de manera directa en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, pero por compromisos de carácter político el presidente Andrés Manuel López Obrador no ha obligado a las fuerzas armadas a entregar los archivos con los que cuenta del caso porque “es más fácil sacrificar la verdad”.
Así lo afirmó este martes el abogado de los padres de los 43 estudiantes, Vidulfo Rosales Sierra, quien explicó que la nueva investigación “avanzó hasta el 2021, cuando se obtuvieron identificaciones de dos estudiantes, se dio con el paradero de algunos de ellos, se libraron algunas órdenes de aprehensión y después se estaba perfilando una investigación importante en septiembre del 2022”.
Sin embargo, dijo que esa investigación cuyos resultados adelantó Alejandro Encinas Rodríguez, en agosto del año pasado, derivó “hacia la responsabilidad del Ejército mexicano” y fue entonces, al tomar “el rumbo hacia las fuerzas militares, se paró la investigación”.
Vidulfo Rosales afirmó que el presidente López Obrador decidió “dar un paso hacia atrás, no avanzar, empezaron las confrontaciones con los padres en las mesas de trabajo, de diálogo, a cuenta gotas se avanzó en algunos aspectos, se permitió la revisión de los archivos (del Ejército)”.
Añadió que a partir de esa revisión de información oficial del Ejército, los militares se “colocaron como responsables, tenemos por lo menos 12 evidencias concretas de la responsabilidad plena del Ejército, ya no en cuanto a omisión, sino por responsabilidad directa del Ejército mexicano, pero hace falta terminar de cerrar el círculo y saber plenamente qué pasó con los jóvenes”.
Consideró que esas 12 evidencias se confirmarían o se acabarían de cerrar si se abren plenamente los archivos del Ejército, “por ejemplo de lo que se obtuvo de la revisión de esos archivos es que a las 10 de la noche del 26 (de septiembre del 2014), estaban moviendo a 38 estudiantes de Barandilla municipal a un punto en Iguala, a unas fosas los estaban llevando”.
Indicó que en ese caso hace falta verificar los datos que probarían que militares estaban moviendo a los normalistas, “eso lo encontramos en los archivos militares, necesitamos terminar de dilucidar esa situación, imagínense estaríamos hablando de 38 estudiantes, casi la mayoría” de los desaparecidos.
El abogado dijo que el Ejército, al percatarse que estaba saliendo información que vinculaba a militares con la desaparición de los estudiantes, cerró sus archivos de manera definitiva y “no hay forma de obtener más información, el Ejército no ha querido”.
Rosales Sierra recordó que en septiembre se cancelaron 21 órdenes de aprehensión, que derivaron de esa investigación y que 16 iban en contra de militares. “Nos quedó claro que no se iba a seguir contra elementos del Ejército, había incluidos generales, un teniente y un coronel. Un teniente está plenamente ubicado y era responsable del Centro Regional de Fusión de Información en Iguala”, precisó.
Agregó que en las mesas de diálogo han exigido “que se tienen que reactivar las órdenes de aprehensión”, pero que el nuevo fiscal, Rosendo Gómez Piedra, “argumenta que no hay pruebas”, pero “puede pedir su reactivación porque no las revocó un juez o un mandato judicial”.
El abogado dijo que el presidente López Obrador decidió dar un paso atrás por “los compromisos de tipo político de muy alto nivel, por los cuales pasa por encima del caso Ayotzinapa… él no va a romper esos compromisos, porque el caso pone en riesgo el compromiso que tiene con los militares y es más fácil sacrificar la verdad en el caso Ayotzinapa”.
Agregó que no van a quitar el dedo del renglón al pedir porque “la información para saber la verdad en el caso Ayotzinapa está ahí, en el Ejército, porque tuvo conocimiento de lo que pasó, de principio a fin”, con los normalistas mientras eran atacados por sicarios de Guerreros Unidos y policías municipales de Iguala.
Rosales Sierra considera que si se continúa en esa dinámica, “ahí nos vamos a quedar atorados, pero no por eso vamos a quitar el dedo del renglón, la exigencia va a seguir, aunque vamos a contracorriente”.