Durante la conferencia de este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que la persistente subida de la inflación “no es para alarmarse”, a pesar de los dos meses consecutivos de incrementos en la tasa, que está por encima de sus pares en América.
“Ya pensamos que va a bajar más, no vamos a dejar de enfrentar el problema inflacionario, nos preocupa y nos ocupa, pero no es para alarmarse”, indicó desde el estado de Jalisco.
Sus declaraciones se producen después de que la tasa de inflación general en México alcanzó un 7,91 % en enero pasado, por encima del 7,82 % de diciembre, el mayor nivel para un cierre de año en lo que va del siglo.
“Sí, yo creo que ya es el último incremento (de inflación) que, por cierto, no fue muy superior a lo que se esperaba, no llegó ni a un punto”, comentó.
El mandatario también se refirió a que este jueves el Banco de México (Banxico) incrementó, de forma sorpresiva, la tasa de interés un récord de 11 % por la subida de 50 puntos base, desligándose del mismo ritmo de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés).
Dijo “respetar su punto de vista, lo que están llevando a cabo”, pero insistió en que el banco central debería dejar de lado el modelo “ortodoxo” en el que, si sube la inflación sube la tasa de interés interbancario, y que pensara en el crecimiento económico del país.
“Yo quisiera que el Banxico no solo se ocupara del control de inflación, sino que también pensaran en el crecimiento económico porque esa fórmula de que si hay incremento de inflación, aumentan las tasas, que es lo que se aplica a nivel mundial, pues es lo ortodoxo”, comentó.