• El fin se semana salieron de Tlapa 14 autobuses con cientos de familias que van a trabajar a los campos de cultivo en Sinaloa, durante los próximos 6 meses; ninguna autoridad les ofrece acompañamiento 

Jesús Saavedra

Sin el acompañamiento de los tres niveles de gobierno, este domingo comenzó la temporada alta de migración de cientos de familias indígenas jornaleras de la Montaña, quienes inician un éxodo rumbo a los campos de cultivo en estados del norte del país, donde son contratados para trabajar durante seis meses por empresas dedicadas a esta actividad comercial.

Una vez que concluyó el ancestral festejó de los Días de Muertos en la Montaña de Guerrero, cientos de familias indígenas de la región se preparan para abandonar sus hogares durante los próximos seis meses mientras laboran en campos de cultivo de otros estados.

Es el caso de la comunidad nahua de Ayotzinapa, municipio de Tlapa de Comonfort, donde unas 800 personas, entre menores de edad y adultos abandonan cada año su localidad en busca de trabajo y recursos para el sustento de sus familias.

Lo hacen sin el acompañamiento de las autoridades de los tres niveles de gobierno, a pesar de que constantemente organizaciones defensoras de los derechos humanos les han pedido que vigilen que la migración de familias indígenas se realice de manera ordenada y con las mejores condiciones.

Para su viaje hasta los campos de cultivo del país, estas 800 personas abordaron este domingo 14 autobuses que envió la empresa agrícola que les contrató su mano de obra en los próximos seis meses.

Al lugar solo asistieron para acompañarlos el Centro de Derechos Humanos de la Montaña ‘Tlachinollan’ y del Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña, quienes han asumido la responsabilidad de acompañamiento que debería darse por las autoridades federales, estatales y municipales.

El abogado de ‘Tlachinollan’, Paulino Rodríguez Reyes explicó que las familias nahuas de Ayotzinapa “parten desde su comunidad de origen contratados por la empresa agrícola Golden Fruit o conocida también como Buen Año que tiene sus campos de cultivos en Costa Rica, en el estado de Sinaloa, donde van a trabajar en cosecha de verduras chinas durante 6 meses”.

Informó que hay familias de otras comunidades indígenas de Cochoapa, Metlatónoc que también migran en busca de mejores condiciones de vida, “se van familias enteras con sus pertenencias y abordar el autobús a Tlapa se van a registrar en la Casa del Jornalero para llevar un registro y estar mejor organizados”.

El abogado consideró que “esta mirada la tienen que voltear a ver las autoridades de los tres niveles de gobierno para dar atención y acompañamiento institucional a estas familias jornaleras”.

Rodríguez Reyes agregó que se trata de “una población contratada por esa empresa que viene hasta este punto, son 14 camiones que los llevan hasta Sinaloa, el llamado que hacemos a las autoridades para que estén al pendiente de la atención a esta población jornalera migrante guerrerense”.

El Consejo de Jornaleros ha denunciado que en la Casa del Jornalero en Tlapa, que es utilizada como un albergue de tránsito de estas familias, está en el abandono, que hacen falta remodelación en los baños, los dormitorios, hacen falta enfermeras y doctores que atiendan a esta población jornalera.

Denunciaron que la Secretaría de Asuntos Indígenas se comprometió a atender esas necesidades, pero hasta la fecha no han dado una respuesta positiva a estas demandas.

Agregó de acuerdo con la tendencia de esta temporada de migración, la cifra de personas que migran de la Montaña de Guerrero puede rebasar los 20 mil, de acuerdo a la necesidad de las familias de tener trabajo y un ingreso económico para el sostenimiento de sus familias.