• El presidente de la Comisión para la Verdad y la Justicia del Caso Ayotzinapa negó que haber aceptado que en su informe haya pruebas sin sustento, como lo publicó ese diario estadounidense el miércoles  

Jesús Saavedra

El presidente de la Comisión para la Verdad y la Justicia en el caso Ayotzinapa (Covaj), Alejandro Encinas Rodríguez, dijo que “fue el primer sorprendido” por la información publicada por The New York Times y negó que haya aceptado en una entrevista con ese medio que las pruebas en las que basó sus investigaciones pudieron ser “inventadas”.

En la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, el también subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación habló primero de un encuentro que tuvo, a petición de los padres de los 43, con el exdirector de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), Tomás Zerónde Lucio, a quien acusan de haber fabricado la ‘verdad histórica’ en la que se argumentó que a un numeroso grupo de estudiantes los mataron sicarios de Guerreros Unidos, después fueron incinerados en el basurero de Cocula y finalmente sus restos fueron tirados en el cercano río San Juan.

Admitió que al exfuncionario de la Procuraduría General de la República le ofreció el criterio de oportunidad, para que se convierta en testigo en las nuevas investigaciones, pero “no lo aceptó, es así de sencillo. Y aunque ha habido contacto todavía con los abogados, a la fecha no se ha allanado a asumir este compromiso”.

Después Encinas Rodríguez se refirió a la información que publicó The New York Times, a partir de la entrevista que le hizo, pero negó se haya autodescalificado en “mi trabajo”.

“La verdad no fue así,  sería una falta de respeto a las compañeras y compañeros de mi equipo de trabajo que van acompañados de manera muy seria y profesional”, argumentó.

Detalló una explicación técnica de las llamadas y capturas de pantalla telefónicas usadas para presentar las conclusiones preliminares de su investigación en agosto pasado, en las que señaló que los 43 muchachos fueron asesinados y sus restos fueron desaparecidos en diferentes lugares, por haberse llevado un camión con droga o dinero de Guerreros Unidos.

Se quejó de que en este proceso han enfrentado “inercias, resistencias, filtraciones, descalificaciones al informe, a nuestras personas, a todos los trabajos realizados. De ahí, pasamos al amedrentamiento, las solicitudes de amparo contra el informe y el amago de abogados de denuncias penales. Ahora pasamos al espionaje. ¿Qué sigue? ¿Ahora qué sigue? Pues sea lo que sea que sigue, aquí nosotros no vamos a dar marcha atrás”.

El miércoles pasado, The New York Times publico el reportaje “El caso de Ayotzinapa se resolvió en México. Hasta que las pruebas se desmoronaron”, basándose en una entrevista en la que Encinas Rodríguez habría reconocido que en su informe hay pruebas sin sustento, refiriéndose a los chats de WhatsApp que se integraron a la investigación para atar cabos sueltos sobre lo que sucedió con los normalistas.
Justificó que eso se debió a que “el presidente me dijo, ‘¿qué pasó? Ya informa’”, porque “‘nos quedan dos años de gobierno y nosotros tenemos que dar resultados y la Fiscalía tiene que judicializar’”.