Procurar el sano desarrollo y crecimiento de los niños es una de las prioridades de todas las madres y en esa tarea es indispensable el consumo de tortilla de maíz, explicó Araceli Martínez Coronado, nutrióloga certificada por el Colegio Mexicano de Nutriólogos.

Refirió que, para un sano crecimiento de los niños, es indispensable mantener una buena alimentación, que debe ir acompañada de consumo de tortilla, por su aporte nutrimental. La nutrióloga precisó que la tortilla de maíz es uno de los mejores aliados para que los niños tengan un sano desarrollo, ya que es un alimento bajo en calorías y grasas saturadas, libre de colesterol y alto en contenido de fibra.

“La fibra que contiene la tortilla ayuda a producir sensación de saciedad, lo que puede provocar que los niños coman menos al sentirse satisfechos”. En este tiempo en que los niños están más tiempo en el hogar y disfrutan de sus vacaciones escolares, la nutrióloga explicó que es un momento importante para ayudar a la alimentación y darles tortillas, incluso pueden ser las elaboradas con harina de maíz nixtamalizada como la de Maseca u otras marcas que existen en el mercado mexicano y que están adicionadas con ácido fólico, vitaminas B1 y B2,zinc, calcio y hierro, lo que ayuda a evitar la anemia y fortalece las defensas de los pequeños.

Es muy conocido que el calcio que contienen las tortillas ayuda a los menores a desarrollar huesos, dientes y encías fuertes; además de ello, este alimento, que está presente en prácticamente todos los hogares mexicanos, ayuda a los niños a tener una buena digestión, mejor retención de la memoria, mantener una vista sana y, en general, un sistema inmunológico más fuerte”.

Cabe resaltar que todos estos beneficios nutrimentales están presentes en las harinas de maíz nixtamalizado como Maseca, Minsa o Harimasa, entre otras, ya que una vez obtenida la masa derivada del proceso de nixtamalización se deshidrata para uso posterior. La tortilla en México sigue siendo elaborada principalmente con masa de maíz nixtamalizado al representar un 65%, frente a un 35% de la harina de maíz que está fragmentada de la siguiente manera: 25% por Maseca, 8% por Minsa, 1% por Harimasa, 0.50% por Cargill, 0.40% Macsa y 0.20% por Blancas.