Aunque un terremoto es impredecible, el investigador del Instituto de Geofísica, Víctor Cruz, consideró necesario que la población tenga conocimiento de los riesgos de que esto pueda suceder y construya la estrategia para salvaguardarse

El investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Víctor Cruz Atienza señaló que no se sabe cuándo puede ocurrir una gran ruptura en la brecha sísmica frente a las costas de Guerrero, pero consideró que la población debe tener conocimiento del riesgo que representa que esto ocurra.

“No hemos sido a capaces aún, por más décadas de estudios, (de)predecir cuándo ocurrirá (un terremoto)”, afirmó el investigador, quien dijo que es necesario es necesario extender un estudio para conocerla sismicidad de toda la brecha de Guerrero, ya que con el conocimiento de las amenazas y el peligro, se podrían diseñar los mapas de riesgo y un plan, con el cual más miles de personas serían salvadas de potenciales de las inundaciones por tsunamis tan sólo en Acapulco.

En declaraciones que hizo a Quadratín Guerrero antes de participar en la reunión de coordinación para la prevención de desastres por tsunamis en las costas de Guerrero, convocado por la Secretaría de Protección Civil estatal, Cruz Atienza dijo que “la gente no sólo debe estar informada, sino formada y asumir la responsabilidad de su propio riesgo y construir la estrategia para salvaguardarse”.

El experto en estudios de la brecha de Guerrero dijo que es urgente hacer estudios en toda la costa de la entidad como ya los tiene Zihuatanejo, para así conocer la deformación de la corteza oceánica y conocer el potencial sísmico en este puerto y ambas costas. Advirtió que las planicies costeras aledañas a la bahía de Acapulco son zonas muy expuestas a inundación por tsunami, por lo que aseguró “realmente se necesita un análisis especializado que permita identificar la estrategia para la salvaguarda de la población”.

Cruz Atienza participó en la colocación de instrumentos de medición en el fondo del mar para estudiar la brecha sísmica de Guerrero frente a las costas de Zihuatanejo, en la que también tuvo participación la Universidad de Kioto. Contó que a partir de los datos obtenidos durante seis años en Zihuatanejo, se logró medir el potencial sísmico de la región, con el que generaron escenarios de futuros terremotos que pudieran tener lugar en ese puerto y el estado, de los cuales proyectó modelos en computadora.

Añadió que el estudio no sólo permite conocer las dimensiones de las sacudidas y los tsunamis, sino que también permitió establecer estrategias para prevenir desastres a partir de la cuantificación y sobretodo, orientar a la población de qué hacer ante el embate de un tsunami y con señalética para evacuación en caso de desastre.

“Estoy para proponer la extensión de estos protocolos a nivel estatal pero hacen falta recursos y para que esos protocolos sean eficaces no sólo es el diseño de las normas, sino que la población este educada y sepan cómo actuar”, declaró.

Durante su exposición señaló que al gobierno federal le preocupa la gente que menos tienen, por lo que hizo un llamó a hacer consciencia de que existen amenazas naturales en las que se debe invertir con acciones de prevención, con expertos. “Es a los expertos a los qué hay que financiar para que quienes menos tienen puedan vivir tranquilos y no mueran.

El riesgo depende de la sociedad y sus gobernantes”, advirtió. Añadió que no basta con caracterizar el peligro, porque conocer el riesgo en este puerto también implica la vulnerabilidad social, la resiliencia de la gente en cuestión de la fragilidad y marginación social, lo que derivará en un mapa de vulnerabilidad. (Con información de Quadratín Guerrero).