• Sin embargo, un medio nacional publicó el oficio mediante el cual la FGE puso a disposición de esa dependencia los 3 felinos asegurados en un operativo realizado en Quechultenango

Redacción

Luego de varios días de una exhaustiva investigación, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente informó, mediante un escueto mensaje en redes sociales, que los 3 tigres de bengala —cuyo paradero se desconoce hasta el momento— que fueron asegurados por la Fiscalía General del Estado, en un operativo realizado en Quechultenango, el 16 de febrero pasado, nunca fueron entregados a su Unidad de Manejo Ambiental.

Sin embargo, ayer mismo Excélsior publicó un oficio mediante el cual la FGE puso a disposición de la Profepa, desde el mismo 16 de febrero, los 3 felinos, que el viernes pasado fueron reportados muertos debido a que nadie les dio agua ni alimento desde que fueron asegurados por las autoridades.

El lunes pasado, El Sol de Chilpancingo publicó que el paradero de los 3 tigres de bengala asegurados por la FGE durante un operativo en Quechultenango, es una verdadera incógnita para las autoridades que los tenían bajo su resguardo, a pesar de que están relacionados con una investigación en curso, como lo informó la fiscal Sandra Valdovinos Salmerón hace unos días.

El viernes 4 de marzo trascendió que los 3 felinos habían muerto debido a que nadie les había dado agua ni alimentado, y se publicaron fotos en redes sociales de los felinos tirados inertes en el piso dentro de una jaula, pero el domingo siguiente la Profepa informó que “actualmente esta Procuraduría se encuentra realizando una investigación, toda vez que al arribar al domicilio donde se encontraban asegurados los ejemplares (los 3 tigres), los sellos se encontraban violados y la jaula abierta, vacía, limpia, sin restos de excretas, orina, alimentos o sangre”.

En esa ocasión, la Profepa no especificó si el domicilio en el que estaban asegurados los felinos es el mismo en donde estaban en cautiverio, en Quechultenango, o si habían sido movidos a otro lugar.

El 26 de febrero pasado se informó que elementos del Ejército, la Guardia Nacional y de la Fiscalía de Guerrero había realizado un operativo para que los animales fueran entregados en custodia a la Unidad de Manejo Ambiental de la Profepa, pues por un error en el procedimiento no había ocurrido.

Testigos refieren que después de que trascendió la muerte de los felinos, una camioneta de la FGE sacó del inmueble en Quechultenango los cuerpos de los animales.