• Monseñor Leopoldo González envió “una palabra de consuelo, nuestra cercanía y acompañamiento para quienes sufren a causa de distintas formas de violencia que parece no se puede frenar”

Ana Lilia Torres

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González pidió a los fieles católicos ser constructores de paz en el país e hizo un llamado “a la conciencia de todos los que causan sufrimiento y muerte, para invitarlos al arrepentimiento y conversión de vida”.

Durante su conferencia dominical, el prelado leyó el mensaje de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitido el miércoles pasado, en el que los obispos de México lamentan “las gravísimas circunstancias de violencia e inseguridad que persisten en diferentes estados y ciudades del país”.

En el documento pidieron que haya formación educativa a favor de la paz, que todos los ciudadanos encuentran un empleo digno y que se fortalezca la convivencia familiar, que son condiciones necesarias para lograr la paz en el país.

Los obispos expresaron una palabra aliento a quienes son responsables del entramado institucional que permite que la paz sea posible para todos.

A las víctimas de la violencia, les compartieron “una palabra de consuelo, nuestra cercanía y acompañamiento para quienes sufren a causa de distintas formas de violencia que parece no se puede frenar”.

Además, hicieron una exhortación a todos los hombres y mujeres de buena voluntad para que en las distintas etapas y circunstancias de la vida no olviden que el mínimo gesto en favor de una paz digna y duradera es valioso e insustituible.

Garantizaron que en la iglesia católica “tenemos voluntad de sumarnos a los esfuerzos de todas y todos los constructores de la paz y nos comprometemos a caminar con ellos”.

Los representantes católicos expresaron que son conscientes de que la construcción de la paz es una tarea que “nos pide atención permanente y que debemos realizar en el corto, en el mediano y en el largo plazo”.

En ese sentido, aseguraron que no cejarán en el empeño de lograr la paz, pero para ello señalaron que necesitan participar, aportar y colaborar todos, como personas, comunidades e instituciones responsables.

“Los obispos nos comprometemos a aportar en este esfuerzo y convocamos a todo el pueblo de Dios a hacer lo mismo; ayudémonos, acompañémonos y emprendamos el camino de conversión para ser artesanos de paz”, subrayan en el documento.