• La abogada Neil Arias proporcionó detalles del “cruel, salvaje e inhumano” asesinato de Angelina, joven de 19 años, ocurrido en Ayutla el 2 de enero, y el proceso que se le sigue al presunto homicida mediante usos y costumbres

Jesús Saavedra

El brutal asesinato a machetazos del que fue víctima Angelina, una joven indígena de 19 años de edad, el pasado 1 de enero, en una comunidad de Ayutla de los Libres, confirma que en pueblos de la Montaña y la Costa Chica, la violencia extrema contra las mujeres va en aumento y no hay castigo ejemplar para los responsables.

El caso fue expuesto por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña ‘Tlachinollan’, que ha documentado hasta 14 feminicidios en esas dos regiones hasta octubre del año pasado, y señaló que el “cruel, salvaje e inhumano” asesinato de Angelina es una pésima noticia que ratifica el aumento de la violencia extrema contra las mujeres en Guerrero.

Aseguró que el cruento asesinato de Angelina ocurrió en los primeros minutos del pasado 1 de enero, en la comunidad de Coxcatlán San Pedro, municipio de Ayutla de los Libres, cuando Roberto Lucas Victoriano la asesinó a sangre fría a machetazos. Ella era su novia.

Explicó que ese caso es juzgado en la Casa de Justicia de El Paraíso, de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitaria-Policía Comunitaria (CRAC-PC), donde desde el 2012 a la fecha han procesado otros dos feminicidios cometidos en las comunidades de El Coyul y El Charco.

Angelina se fue a trabajar a Sonora y regresó a su pueblo el pasado 31 de diciembre y no encontró a sus papás en su casa, por lo que decidió acudir a un baile que estaban realizando en las canchas de esa comunidad indígena de la Costa Chica.

Su novio Roberto Lucas Victoriano, fue al baile para decirle que sus papás se habían ido al velorio de uno de sus abuelos y que regresara a su casa para avisarles que había llegado.

De acuerdo con ‘Tlachinollan’, en su testimonio, el agresor explicó que mientras regresaban a la vivienda de Angelina la iba “regañando y cuando llegamos a su casa me contestó de una manera que no me gustó, ahí se me vino a la idea de matarla, estaba cerca el machete, lo tomé y le di un golpe en la cabeza, intentó defenderse, pero seguí agrediéndola, hasta que perdió la vida. Del susto me quedé dormido, no sé por qué lo hice, pero lo hice”, habría dicho el homicida.

Los padres de la muchacha llegaron a su domicilio en los primeros minutos del 1 de enero y encontraron a su hija tirada en el piso, en medio de un charco de sangre y pidieron la ayuda de la policía comunitaria de la localidad, cuyos elementos les auxiliaron y trasladaron a Angelina hacia el Hospital de Ayutla, al que no llegó con vida porque murió desangrada.

Los policías comunitarios detuvieron a Roberto, quien se despertó y en un principio negó haber sido responsable de ese asesinato, pero su ropa manchada de sangre y el machete que utilizó para cometer ese crimen estaba cerca del lugar donde se había quedado dormido, por lo que finalmente aceptó su culpabilidad.

Roberto fue detenido en la cárcel de la comisaría de esa comunidad y el 3 de enero fue sometido a la justicia de los principales del pueblo, quienes determinaron dar vista a la Casa de Justicia de El Paraíso, donde se agendó una asamblea el pasado sábado 15 de enero, en la que el presunto homicida fue presentado y rindió el testimonio en el que admitió su culpa.

De acuerdo con ‘Tlachinollan’, en la asamblea del domingo participaron unas 300 personas, y por primera ocasión asistieron un centenar de mujeres que participaron en el juicio al homicida.

Los familiares de Angelina pidieron a la asamblea que se dicte la pena máxima de cadena perpetua contra Roberto y se determinó hacer una consulta a las 33 comunidades de esa Casa de Justicia “para determinar el veredicto final en una reunión próxima”.

Para la abogada Neil Arias Vitinio, el asesinato de Angelina “es una mala manera de iniciar el año, con un hecho tan salvaje, tan violento, tan inhumano, un hecho que indigna a las mujeres que somos madres, hermanas”.

Indicó que ‘Tlachinollan’ tiene “un mapa general de la violencia extrema, de la violencia feminicida en comunidades indígenas donde hay situaciones muy graves como el caso de Angelina”.

Recordó que Guerrero tiene una alerta de género por violencia feminicida en varios municipios, entre ellos Tlapa y Ayutla de los Libres. “Es muy complicado que se tengan mecanismos eficientes para que haya justicia en estos casos, como dato tenemos que a la fecha hay 8 órdenes de aprehensión por el delito de feminicidio en crímenes cometidos desde el 2014 a la fecha y no se han podido cumplir y los victimarios siguen en total libertad”.

Neil Arias lamentó que los victimarios solo “dicen la matamos como un animal y lo que exigimos es que ya no haya impunidad, es el clamor de familiares de las víctimas, de organizaciones de mujeres, de defensoras de derechos humanos, de feministas. El hecho que haya una mujer en la FGE no garantiza que haya justicia, tenemos nuestras reservas que así suceda”, añadió.

La abogada agregó que se requieren “acciones concretas, que los servidores públicos de la FGE hagan su trabajo de manera correcta y se detengan a los responsables de esos actos graves contra las mujeres en Guerrero, o no habrá resultados que satisfagan a las familias, a los guerrerenses”.