•  En las pasadas elecciones, “muchos grupos delictivos pusieron sus candidatos, y fueron los que ganaron” y hoy gobiernan, asegura

REDACCIÓN

En Chilpancingo “está desatada la delincuencia”, afirmó el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, quien explicó que eso se debe a que en las pasadas elecciones, “muchos grupos delictivos pusieron sus candidatos, y fueron los que ganaron” y hoy gobiernan.

En entrevista con el periodista Pascal Beltrán del Río, en Imagen Radio, el prelado sostuvo que a varios de ellos –los alcaldes impuestos por los grupos delictivos— “los están llamando para que cierren filas”.

Por eso recordó que hace unos meses dijo que “en Guerrero nos iban a gobernar ahora los narcos y no los políticos”.

Admitió que la violencia no es algo nuevo ni en Guerrero ni en Chilpancingo, pero “desgraciadamente cuando salió el PRI del estado, ya habían entregado la ciudad a un grupo delictivo; de hecho sacaron a otro con el cual había un poco más de seguridad, ya teníamos más o menos tres años y medio de paz y tranquilidad”.

Rangel Mendoza señaló que esto se logró “con ciertos arreglos que se hicieron con estos grupos (el Cártel del Sur), porque a mí me tocó hacerlos”, pero desafortunadamente recientemente fueron desplazados por Los Tlacos, quienes serían los que están provocando la violencia en la capital del estado.

Por otra parte, el obispo calificó como “una gran irresponsabilidad” de la alcaldesa de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, el haber declarado que “la seguridad no depende de las instituciones” y sugerido a los ciudadanos organizarse para enfrentar a los delincuentes.

“Le falta mucha experiencia a estas personas (la alcaldesa); han sido políticos, pero gobernar es otro cantar, otra cosa diferente”.

“Fue una gran irresponsabilidad de la presidenta” esa declaración porque “sabemos que uno de los deberes del gobierno es cuidar a la ciudadanía y la seguridad de la gente… yo creo que ahí se voló la barda la presidenta”.