- Antonio Juárez, abogado de Marisa Brito, acusa a la Fiscalía General de la República de equivocarse al acusarla de delitos contra la salud, porque ella estaba facultada para comprar fentanilo y aplicárselo a sus pacientes que necesitaban ser intubados
Redacción
Luego de asistir a una audiencia para determinar si se le vincula o no a proceso, la anestesióloga Marisa Brito y su defensa afirmaron que la Fiscalía General de la República “se equivocó” al acusarla por delitos contra la salud tras haber intentado adquirir fentanilo para atender a pacientes Covid 19 durante el período de semáforo rojo en el hospital privado de Iguala donde ella trabaja.
El abogado Antonio Juárez Navarro, integrante de asociación Blindaje Médico Jurídico, precisó que la especialista igualteca es acusada por narcotráfico porque intentó comprar en internet seis ampolletas del fármaco, que es un analgésico potente que puede ser utilizado para intubaciones, en cirugías y otros padecimientos graves, pero también para fabricar metanfetaminas.
Señaló que ni siquiera compró las ampolletas de fentanilo, sino solo intentó hacerlo, pero indicó que la misma ley faculta a anestesiólogos, cirujanos, veterinarios y los dentistas, para que lo hagan, y Marisa Brito es anestesióloga y médico cirujano, con cédulas profesionales vigente.
Juárez Navarro afirmó que la doctora estaba cumpliendo un deber al tratar de comprar el medicamento por cualquier medio para salvar vidas, sobre todo porque cuando intentó hacerlo, estaba en su peor momento la pandemia y había escasez mundial del analgésico, necesario para aplicárselo a enfermos críticos con COVID 19 que requieren ser intubados.
Además, explicó que Marisa Brito no trató de comprar el fármaco en el mercado negro, sino en una página de anestesiólogos especialistas, a la que solo tienen acceso personas que cuentan con cédula profesional, y el vendedor era un proveedor oficial de la Asociación Mexicana de Anestesiología que había vendido el producto a otros especialistas.
Juárez Navarro precisó que el fentanilo es un medicamento de uso cotidiano entre anestesiólogos y cirujanos, que se utiliza todos los días, pero que no se vende en farmacias sino solo lo distribuye el sector privado y proveedores autorizados.
“Perdón, pero hace una gala magistral de ignorancia la Fiscalía, y la acusación que hace es si era el medio o no (de adquirir el fentanilo), y anda investigando, girando oficios, preguntando, si era el medio o no, pero ya la están acusando”, señaló.
La doctora Marisa Brito explicó que la solicitud de compra ocurrió en el momento en que inició la pandemia, justo cuando había una escasez mundial de medicamentos; pero aclaró que esta no se concretó.
“La escasez de medicamentos se dio en el momento en que inicia la pandemia cuando obviamente todos sabemos que el mundo no estaba preparado para este tipo de crisis, y México tampoco; entonces, el año pasado, en noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, la escasez de medicamentos fue vista por todos nosotros como personal médico, el personal de salud, incluso los pacientes”, dijo.
Recordó que “nosotros a veces como médicos teníamos que darles el listado de lo que tenían ellos a veces que conseguir, porque desgraciadamente no contábamos en el momento con la infraestructura necesaria para salvar este tipo de pacientes. Actualmente ya los medicamentos se empiezan a restablecer, pero no terminan de ser 100 por ciento distribuidos, 100 por ciento de estar en el stock”, dijo.