Ana Lilia Torres
ACAPULCO. -Durante el tradicional Domingo de Ramos, que recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y marca el inicio de la Semana Santa, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González pidió a los fieles vivir las celebraciones desde su hogar, a través de los medios digitales, para cuidar la salud de todos por la pandemia de Covid-19.
“El vivirlo de esta manera no lo vean como un obstáculo para su encuentro con Dios. Él bien sabe que es por cuidar la vida y salud de los demás, que también son sus hijos”, expresó el clérigo.
En su mensaje dominical, el prelado católico pidió vivir estos días santos de la pasión, muerte y resurrección de Jesús en casa, ya que está prohibido hacer eventos masivos, para evitar contagios de Covid-19.
“Para cuidar de nosotros y de los demás, este año se prohíben actividades religiosas en la vía pública y cualquier otro servicio de carácter multitudinario”, indicó monseñor González González.
Recordó que por la pandemia, el aforo permitido de asistencia en los templos es del 50 por ciento y deben cumplir con todas las medidas para evitar el contagio, como el uso de cubreboca, guardar la distancia necesaria y evitar toda aglomeración.
“Pido con mucho cariño a quienes al llegar al templo encuentren que ya no hay espacio, que no se disgusten. El Señor Jesús bien sabe de su voluntad. Les sugiero que después de una pequeña oración, hagan sobre ustedes la señal de la cruz y vuelvan a su hogar con la bendición de Dios”, recomendó.
Señaló que siguiendo las recomendaciones, Jesús puede ofrecernos “esa nueva normalidad que queremos y necesitamos, marcada por la solidaridad y no por la exclusión, por la fraternidad y no por el descarte, por el cuidado y no por la violencia o indiferencia”.
A los turistas que pasarán en Guerrero estas vacaciones de Semana Santa, les invitó a que además de disfrutar su descanso puedan vivir estos días muy cerca de Jesús.
Pidió a todos ser responsables en la observancia de las medidas necesarias para disminuir el riesgo de contagio, en la prudencia para manejar y en evitar todo exceso.
“Ayudemos a que nuestros hermanos más necesitados sientan el amor que Dios nos manifiesta en Jesús, que por nosotros muere y resucita. En estos días todos hagamos una especial obra de misericordia”, concluyó.