• La funcionaria de Derechos Humanos recordó los asesinatos de Antonia Jaimes, Dulce Nayeli Rebaja y Bertha Silva, durante el proceso electoral de 2018, y señaló que eso debe cambiar en el estado

Josefina Aguilar

En Guerrero es un peligro para las mujeres aspirar a un cargo de elección popular, a un cargo público, pero generalmente no denuncian, sostuvo Violeta Parra Reynada, Coordinadora de Vinculación con Instancias Públicas y Sociedad Civil de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (CDHEG). 

En el marco de las actividades por los 16 días de activismo contra la violencia de género, organizadas por el Instituto Electoral y Participación Ciudadana (IEPC), este miércoles se realizó la conferencia denominada “La violencia política y los derechos humanos de las guerrerenses”, disertada por Violeta Parra Reynada. 

En su exposición, la funcionaria de la CEDHG mencionó como ejemplo emblemáticos de violencia política en razón de género, el caso de la expresidenta municipal de Mártir de Cuilapan, Felicitas Muñiz Gómez, quien desde el primer día de su gobierno enfrentó bloqueos carreteros y otras acciones de protesta por parte de un grupo de habitantes de ese lugar que trataron de impedir que autoridades acudieran a su toma de posesión, lo que terminó en un zafarrancho que dejó como saldo 14 personas lesionadas, además que la mayor parte de su administración despachó desde su casa, la cual fue baleada y le quemaron cinco vehículos. 

Otro caso fue el de una aspirante del municipio de Iguala, quien fue violentada desde su propio partido, sometiéndola a un cumulo de violencia, y aunque pudo haber iniciado un proceso, no lo hizo. “La cansaron, al final dijo ‘ya no quiero nada, no quiero denunciar, no quiero repetir por lo que he pasado’, y ya no participó en el proceso electoral”, dijo Parra Reynada.

La funcionaria de la CDHEG también recordó los feminicidios de Antonia Jaimes  Moctezuma y Dulce Nayeli Rebaja Pedro, precandidatas a diputadas del PRD y PRI, respectivamente, en Chilapa. La primera asesinada dentro de un restaurante de su propiedad, luego de haber cuestionado duramente al partido en el que militaba; la segunda “tirada como basura”, junto con su primo, en un camino entre Atzacoaloya y Chilapa.

Además recordó el caso de Bertha Silva Díaz, asesinada al salir de un centro comercial, quien tenía tres vulnerabilidades, era adulta mayor, mujer y lesbiana.

“Todos estos temas parecen anécdotas, pero son realidad”, dijo Parra Reynada, quien afirmó que “en Guerrero, es peligroso ser candidata, precandidatura o aspirar a un cargo público, aspirar a una posición pública. Para las mujeres es muy peligroso y eso debe cambiar”, recalcó. 

Destacó la importancia de los lineamientos emitidos por el IEPC para contrarrestar la violencia política por razón de género, que buscan generar condiciones de equidad para la participación de las mujeres, no solo dentro de sus propios partidos políticos en los que militan, sino también garantizar el libre ejercicio de sus derechos humanos. 

Violeta Parra consideró que con dichos lineamientos van a empezar a poner en su lugar a los partidos políticos, sobre lo que deben y no deben hacer en los procesos electorales para permitir el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia política.