Jesús Saavedra
Mientras el semáforo epidemiológico en Guerrero en color naranja duró 56 días para poder transitar a una reapertura económica mayor al 50 por ciento de actividades, la siguiente fase, en color amarillo, duró escasamente 14 días, por lo que este lunes la situación será similar a la del pasado 6 de julio, cuando se permitió la reapertura solo en un 30 por ciento.
Lo anterior debido a que en las últimas dos semanas no se pudo sostener una contención efectiva de contagios de COVID-19, obligando a las autoridades de Salud federal y del estado a retroceder de nueva cuenta del amarillo al naranja este lunes.
Junto con Guerrero, los estados de Oaxaca, Tabasco y Veracruz retrocederán del color amarillo al naranja a partir de este lunes, por el mismo motivo.
Los colores del semáforo epidemiológico los ha definido la autoridad federal. En el color rojo se ha catalogado como un nivel de riesgo máximo de contagios y donde se deben de establecer estrictas medidas de control y de confinamiento de personas y de actividades económicas; en tanto que el nivel naranja se cataloga como un nivel de riesgo alto de contagio; el color amarillo un nivel medio de contagio y verde un nivel bajo de contagio.
Guerrero estuvo en semáforo en rojo hasta el pasado 5 de julio, pues ese día el gobernador Héctor Astudillo Flores informó que el lunes 6 de julio a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y a los miembros del gabinete federal que Guerrero tiene las condiciones para reabrir las actividades económicas con responsabilidad y de forma ordenada al 30 por ciento.
A partir de entonces iniciaron operaciones de apertura en Acapulco, Zihuatanejo y Taxco, así como Chilpancingo e Iguala, principales ciudades de actividad turística en Guerrero y de actividades no esenciales hasta en un 30 por ciento.
La fase de color naranja duró 56 días, desde el 6 de julio hasta el 30 de agosto, y se cambió al color naranja a partir del 31 de agosto. El gobernador anunció desde Zihuatanejo: “Guerrero pasará a color amarillo en el semáforo epidemiológico, lo que permitirá mayor apertura económica y aumentar la capacidad de recepción en negocios como hoteles y restaurantes, señaló.
Y explicó que representaba “ampliar la capacidad para que los hoteles reciban huéspedes. Ya vamos tener la posibilidad de atender más turismo, más restaurantes, más amplitud y una serie de actividades más que van a ayudar a la activación económica del estado, principalmente de los tres puntos turísticos: Ixtapa- Zihuatanejo, Acapulco y Taxco”.
Enfático, el gobernador solicitó a la población seguir tomando las precauciones debidas, para evitar que se registren contagios; dijo que el uso del cubrebocas, la sana distancia y el constante lavado de manos deben seguir siendo medidas necesarias, “es una buena noticia, pero también hay que cuidarnos”.
El color amarillo permitía la apertura, con hasta un 50 por ciento de su capacidad, de restaurantes, salones de belleza y estéticas; supermercados en un 60 por ciento y el acceso a dos personas por familia; las iglesias hasta en un 35 por ciento de aforo; continuaban suspendidos los conciertos y discotecas; los bares apertura del 30 por ciento y sólo en establecimientos con espacios abiertos; museos y gimnasios a un 35 por ciento de aforo.
Al regresar este lunes Guerrero al color naranja, quedan restringidas las actividades públicas y económicas hasta un 30 por ciento.