- * La alcaldesa del puerto recomendó a la población mantener las medidas y protocolos sanitarios de prevención, “para no volver a semáforo rojo”
Ana Lilia Torres
ACAPULCO.— La presidenta municipal de este puerto, Adela Román Ocampo, afirmó que el hecho de que Guerrero entrara ayer a semáforo amarillo “no quiere decir que la pandemia de COVID 19 no exista y que no haya peligro de contagio”, por lo que pidió a la población continuar con las medidas de prevención.
Anunció que en los próximos días dará a conocer la fecha en que rendirá su informe de labores, el cual será un acto solemne sin muchos asistentes y con los protocolos correspondientes por la pandemia.
En entrevista, Adela Román señaló que aunque haya cambiado el semáforo en Guerrero, el riesgo de contagios de coronavirus existe, ya que cuando otros estados de la República y otros países reactivaron actividades, tuvieron una segunda oleada de casos más fuerte.
Por ello, dijo, “aunque se abran las actividades en un 60 por ciento, tenemos que ser extremadamente cuidadosos y seguir aplicando las medidas de prevención contra la pandemia de COVID 19, para no volver a semáforo rojo”.
Leyó el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación en el que se autoriza el aumento de la reapertura de actividades no esenciales, aplicando los protocolos y medidas sanitarias correspondientes para evitar contagios de COVID 19.
En el decreto se menciona que se autoriza abrir en un 60 por ciento hoteles y establecimientos de hospedaje, restaurantes, transporte público, supermercados, centros comerciales, gimnasios, estéticas, templos, bancos, joyerías, plazas, jardines, parques y jardines.
También tribunales y zoológicos, playas, servicios náuticas, agencias distribuidoras de autos, cines, teatros, museos, centros nocturnos y bares en lugares abiertos y con la supervisión de las autoridades.
Dijo que ya podrán realizarse bodas y XV años en lugares abiertos, además de que se reunirá con dueños de bares y discotecas para acordar los horarios que deberán respetar.
Advirtió que si los inspectores detectan bares y discotecas abarrotados, “nos van a obligar a imponer multas o clausurar”, porque es una enfermedad para lo cual no hay vacuna y se debe evitar un rebrote de casos.
En cuanto al Ayuntamiento de Acapulco, dijo que volverán a trabajar el 60 por ciento de los empleados y que aquellos que están en grupos vulnerables, seguirán en receso para proteger su salud.