• Salvador Rangel, responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, dijo que ya había advertido que desde hace un par de meses entró otro grupo delictivo “con más hambre, haciendo tontería y media”

Alondra García

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, alertó sobre el ingreso de un nuevo grupo criminal a la capital guerrerense, lo que ha generado un repunte de la violencia.


Consultado vía telefónica, el prelado señaló que el índice de criminalidad disminuyó en Chilpancingo tras la detención de algunos “capos”.


Recordó que la capital se mantuvo “tranquila” durante año y medio, pero en los últimos días se ha registrado una escalada de hechos delictivos.


Explicó que durante ese lapso hubo “un grupo que controlaba” la plaza y por eso se registraron pocos asesinatos en la capital del estado.


Indicó que las víctimas de homicidio eran personas que “venían de fuera a ofrecer drogas duras, como la china white, cristal y fentanilo”, quienes eran asesinadas en cuanto las identificaban.


Sin embargo, Rangel Mendoza advirtió que “hace cerca de dos meses sacaron a ese grupo criminal y entró otro con más hambre, haciendo tontería y media”.


Afirmó que a partir del ingreso del nuevo cártel han ocurrido nuevamente homicidios, robos, asaltos y más hechos delictivos.


“Me siento cansado y hablar y decir esto a las autoridades… pero se los advertí”, expresó el obispo, quien de manera reiterada ha realizado señalamientos por la operación de grupos criminales en la región Centro del estado.


Sostuvo que los últimos asesinatos, robos y asaltos tienen como trasfondo “la distribución de drogas”.


“No puedo hablar más, pero es un grupo que entró con más hambre”, alertó.