• * Encapuchados y armados con bombas molotov, los estudiantes llegaron a la sede del Poder Legislativo e incendiaron colchones viejos en el acceso al edificio y afuera de varias oficinas
  • * La protesta es porque no están de acuerdo con las investigaciones que realiza la Fiscalía General de la República y el gobierno federal

Jesús Saavedra

De manera sorpresiva, alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa irrumpieron violentamente en las instalaciones del Congreso del Estado, donde lanzaron petardos, cohetones, hicieron pintas e incendiaron cuatro colchones en la fachada y vestíbulo de acceso, para protestar por los casi 6 años de impunidad por la desaparición de sus 43 compañeros en Iguala.

Este viernes, los normalistas viajaron a Chilpancingo a bordo de seis autobuses de pasajeros de los que se apoderaron en días previos y que utilizarán para sus actividades en el marco de la 70 acción global por la desaparición de sus compañeros la próxima semana en la Ciudad de México y en Iguala,

Los normalistas, casi todos con sus rostros cubiertos, llegaron poco después de las 11 de la mañana a la sede del Poder Legislativo, estacionaron los autobuses en los que viajaban en la avenida Trébol Sur, abrieron por la fuerza el acceso al estacionamiento y pidieron la retirada de los pocos trabajadores que estaban en ese lugar.

De los autobuses bajaron cuando menos una decena de colchones viejos que utilizan en el internado donde estudian en Ayotzinapa, colocaron 2 de ellos en el acceso del vestíbulo al edificio principal, mientras que otros 8 colchones los colocaron al frente de ese edificio y en los ventanales de algunas oficinas.

Mientras otro grupo de jóvenes realizaba pintas por la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, otros más trataban de romper los ventanales con extinguidores, colocaron en posición dos rejas de refresco con envases llenos de bombas molotov que lanzaron contra el inmueble.

Arrojaron combustible a los dos colchones que colocaron en el acceso al vestíbulo al que prendieron fuego con un petardo que explotó, luego los estudiantes trataron de prender fuego al resto de los colchones que colocaron en los ventanales, pero sólo pudieron incendiar dos de esos colchones.

Un estudiante sacó un artefacto casero con el que lanzó cuando menos una docena de petardos contra el edificio del Congreso del Estado y otros más seguían haciendo pintas.

Ya en su retirada, los normalistas incendiaron la caseta de vigilancia del acceso al Congreso por el estacionamiento, para luego abordar los seis autobuses en los que llegaron.

Tras la violenta irrupción de los normalistas, personal del Congreso apagó el incendio del acceso al vestíbulo con un par de extinguidores, aunque el fuego ya había consumido los colchones que colocaron en ese sitio. Otros, con cubetas con agua sofocaron el fuego de los dos colchones colocados en los ventanales.

Minutos más tarde llegaron los bomberos de Chilpancingo, quienes ayudaron en la labor a los trabajadores del Congreso del Estado y otros minutos más tarde arribaron al lugar dos patrullas de la Policía del Estado con equipo antimotin.

Mas tarde, los normalistas de Ayotzinapa emitieron un comunicado en el que daban a conocer su posición por esta irrupción en el Congreso del Estado, donde sostienen que la pandemia del COVID 19 “ha restringido muchas actividades, desde la producción en el campo, hasta la educación misma. La salud como derecho de la humanidad se quebrantó y la insolente irresponsabilidad de autoridades sanitarias ha paralizado el andamiaje judicial, impidiendo que los inocentes sean libres y los culpables encarcelados”.

Subrayaron que lo que no “puede parar la pandemia son las injusticias y el dolor de quienes las padecen. Nosotros como normalistas no somos ajenos a esto y hemos buscado maneras de seguir exigiendo justicia y verdad por el caso de los 43 compañeros desaparecidos hace ya casi 6 años”.

Señalaron que han dado seguimiento a las nuevas indagatorias de la Fiscalía General de la República (FGR) “cuando se anunciaron las detenciones, órdenes de aprehensión y nuevos hallazgos desde nuestra propia reflexión como Ayotzinapa”.

Añadieron que “ninguna pandemia podrá callar el grito por la presentación con vida de nuestros 43 hermanos, la justicia para los caídos y la atención integral a Juan Antonio Flores García, que fue lesionado gravemente por la policía de Chiapas. Tampoco la exigencia por la liberación de los compañeros detenidos por luchar por el derecho a la educación”.

Indicaron que exigen que las convocatorias de nuevo ingreso a la Normal de Ayotzinapa se realicen “en tiempo y forma que permita a los jóvenes más pobres tener una oportunidad de superación. El Comité Ejecutivo Estudiantil ‘Ricardo Flores Magón’ y la base estudiantil de la Normal Rural de Ayotzinapa, refrendamos nuestro compromiso con la lucha justa y digna por vencer las epidemias históricas producto de la ignorancia, la manipulación, la desigualdad y el hambre”.