- * Cientos de habitantes de Tixtla salieron a las calles a participar en la peregrinación sin respetar la sana distancia ni usar cubrebocas
Redacción
A pesar de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, cientos de tixtlecos salieron a las calles para participar en la peregrinación de la Virgen de la Natividad, en muchos casos sin respetar la sana distancia ni usar cubrebocas.
Este domingo, la Secretaría de Salud federal reportó 19 casos positivos y cinco defunciones de coronavirus en Tixtla. Ese municipio está señalado como de máximo riesgo de contagio.
Sin embargo, eso no impidió que cientos de personas ignoraran la indicación de quedarse en casa.
Fieles a sus creencias y tradiciones, cientos de tixtlecos salieron a las calles este domingo para acompañar el recorrido de la Virgen de la Natividad.
Según cuentan las anécdotas históricas de ese pequeño municipio, un 31 de mayo la Virgen de la Natividad “decidió” quedarse en Tixtla.
La imagen religiosa es originaria de un pueblo de la costa de Guerrero. Un día la llevaron a Puebla para restaurarla y ya de regreso, quienes la llevaban pasaron a descansar a Tixtla.
Al día siguiente, cuando pretendían retomar el camino, ya no pudieron levantar la imagen.
Desde entonces comenzó la adoración de los pobladores de Tixtla a la Virgen de la Natividad. Cada 31 de mayo le organizan una fiesta que incluye una celebración eucarística, una procesión y un tianguis.
El festejo se realiza de manera ininterrumpida año tras año. Sin embargo, este fue diferente debido a la pandemia de COVID-19.
El Ayuntamiento otorgó permiso para que el sacerdote de El Santuario realizara un recorrido por las calles con la figura de la Virgen.
Los feligreses no podrían participar de manera presencial en la misa ni en el recorrido.
En cambio, tendrían que seguir la actividad a través de las transmisiones en vivo por Facebook, un canal de televisión local y las estaciones de radio.
Tampoco se permitió la instalación de las enrramadas ni los tradicionales tapetes de aserrín de colores.
A las 12:00 horas comenzó la misa en El Santuario, con la puerta cerrada para evitar la llegada de feligreses.
Cuando la celebración eucarística terminó, la Virgen de la Natividad fue colocada en la plataforma de un vehículo, sobre una cama de flores lilas y blancas.
La imagen salió en procesión y de manera inmediata, los fieles se sumaron al recorrido, hasta sumar cientos.
La imagen avanzó por las vialidades Guerrero, Altamirano, Juan Bello Vargas, Ignacio Campos, Morelos, Libertad, Riva Palacio, Murillo, Acapulco y de la Alberca.
En cada cuadra se sumaron decenas de personas, sin guardar la sana distancia ni respetar el uso de cubrebocas.
El actuar de los ciudadanos molestó a la alcaldesa Erika Alcaraz Sosa, quien publicó un reclamo en su cuenta de Facebook.
“Es lamentable la actitud irresponsable de la ciudadanía que no acata ninguna indicación, a pesar de los múltiples llamados de atención, a pesar de la situación tan grave que estamos viviendo, fue un gesto de fe de parte del Consejo Parroquial sacar a la Virgen en éste recorrido que se les explicó mil veces sería sin gente y podrían verlo desde sus hogares”, escribió.
La alcaldesa perredista informó que solicitó al presidente del Consejo Parroquial que la imagen de la virgen se llevara de regreso al Santuario y se diera por terminado el recorrido, que para entonces iba a la mitad.
Asimismo, anunció que ya no habrá más permisos para celebraciones religiosas mientras dure la contingencia.
“En vista de que no se respetó el acuerdo y no se puede hacer uso de la fuerza pública para contener a la gente, no volveremos a permitir un recorrido como éste”, sentenció.