Jesús Saavedra

Para concluir financieramente sus obligaciones de fin de año con los más de 5 mil trabajadores, la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) requiere de 250 millones de pesos que no tiene la administración central, advirtió este lunes el rector Javier Saldaña Almazán, quien no descartó recurrir a un préstamo para tener disponibilidad de recursos.

En declaraciones que hizo al concluir los actos conmemorativos por el 59 aniversario del inicio del movimiento por la autonomía universitaria, en el edificio Docente y en el monumento a Los Caídos en 1960, en la Alameda ‘Granados Maldonado’, el rector reconoció que la falta de recursos para la máxima casa de estudios para el pago de compromisos de fin de año, es normal cada año, pero que este 2019 se ha expresado de manera más acentuada en las finanzas universitarias.

Informó que en las próximas semanas esperan recibir en la UAGro un recurso de 35 millones de pesos para nivelación salarial de los trabajadores, que fue un logro del pasado emplazamiento a huelga de los sindicatos, con lo que también se resuelven los problemas en cuestión de prestaciones, afirmó.

Sin embargo, consideró que la situación para 2020 sigue siendo complicado para la universidad, pues se contempló el crecimiento del 4 por ciento de la matrícula escolar, algo que no ha pasado en ninguna universidad del país, con 35 licenciaturas nuevas, casi el doble de cuando asumió la rectoría.

Respecto a los gastos de fin de año, Saldaña Almazán dijo confiar en el compromiso del gobernador Héctor Astudillo Flores con la Universidad, y que a pesar de que ha anunciado que no habrá préstamos, se haga una excepción con la Universidad.

Expuso que se debe recurrir a un préstamo a pesar de que se implementó un plan de austeridad que implicó ahorros, recortes a muchas acciones no sustantivas, como la investigación, pero que si permitieron reducir gastos aunque al final no fueron suficientes para enfrentar la crisis.

El rector explicó que tan sólo para el aguinaldo se requieren de 250 millones de pesos, sin incluir las dos quincenas de diciembre, y la Universidad no los tiene, “lo estamos gestionando, todo se encuentra en el limbo, pero estamos trabajando como cada año, yo he dicho, que el peor momento es cuando llega diciembre”.

Dijo que son los recortes se podría ver afectado el funcionamiento de las casas de estudiante, los comedores universitarios, los talleres de las escuelas preparatorias, así como acciones estudiantiles complementarias que ayudan a la reconstrucción del tejido social.