* Celso Piña, su última visita a Acapulco y el adiós al ‘rebelde del acordeón’
Alfonso A. Catalán
La noticia llegó de sorpresa, totalmente inesperada. Se fue uno de los grandes, de esos músicos menospreciados, pero que cambió la forma en como fue visto, que trascendió fronteras y con sus melodías deleitó a públicos tan diversos como alemanes, chinos, marroquíes, argentinos, los propios mexicanos y un gran etcétera.
Músico versátil como era, junto con su banda la Ronda Bogotá, Celso Piña, el ‘rebelde del acordeón’, murió ayer por la mañana, un 21 de agosto, de un fulminante infarto, dejando innumerables conciertos pendientes, entre ellos, el más cercano, el que iba a dar el próximo viernes 30 de agosto en “Control Discotec”, en Arlington, en Estados Unidos.
Despreciado la mayoría de las veces por gente aparentemente ‘culta’ (esos que se ufanan de escuchar solo las mejores melodías), el músico autodidacta supo escalar posiciones, y su música, estereotipada solo para la clase social baja o media-baja, escaló lugares insospechados.
Hasta la fecha pocos han sido los artistas mexicanos que han tenido su fama por países tan diferentes del globo terráqueo. Celso y su cumbia colombiana fueron oídos por desde su colonia, en la zona del Cerro de la Loma Larga, en Monterrey, hasta en nuestro Acapulco, Guerrero.
Fue apenas hace unos meses, el pasado 13 de julio, cuando el acordeón de Celso se escuchó por última vez en nuestra entidad, pues fue parte del Surf Music Fest 2019, realizado en Jardín Puerto Hacienda del “Hotel Princess Mundo Imperial”. Con canciones clásicas de él como la “Cumbia Sampesuana”, “Aunque no sea contigo”, “Macondo”, “Cumbia sobre el río” o “Cumbia Poder”, deleitó a un público más acostumbrado a música electrónica. Fue la última vez que los guerrerenses y turistas lo verían.
Ayer falleció. Desde temprano, en su página oficial, sus compañeros de toda la vida, familia y amigos, emitieron un comunicado en donde, con profundo dolor, lamentaban la perdida inesperada del ‘rebelde del acordeón”.
Se fue el hombre pero su música perdurará. Descanse en paz, Celso Piña. (alfonsoc@elsoldechilpancingo.com)