* El organismo defensor de los derechos humanos confirmó que 5 elementos de la Policía Federal cometieron violaciones graves durante la detención de 3 ciudadanos, en marzo de 2015

Jesús Saavedra

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación dirigida al secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo Montaño, por violaciones graves cometidos por cinco policías federales en contra de 3 ciudadanos de Acapulco, por hechos cometidos en marzo del 2015.
Después de una larga investigación, la CNDH concluyó que cinco policías federales cometieron detención arbitraria, retención ilegal y tortura contra tres personas, e incluso abusaron sexualmente de una de ellas, señala la recomendación 20VG_/2019 que emitió ese organismo.
Esa recomendación recién se acaba de dar a conocer, luego que ante la CNDH por separado las tres víctimas de esos abusos acudieron a pedir su ayuda, ante los abusos a los que fueron sometidos en marzo del 2015.
En el expediente que está disponible en la página electrónica de la CNDH se omiten los nombres de las tres víctimas y de los 5 policías federales involucrados, pero se indica que el 26 marzo del 2015 fueron detenidas tres personas en la periferia de Acapulco.
Las tres víctimas estuvieron presas el 27 y 28 de marzo en el Centro de Operaciones Estratégicas (COE) de la extinta PGR en Acapulco, el 29 fueron trasladados a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) y el 30 fueron internados en un Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso).
Los tres fueron acusados de portación de arma de fuego y cartuchos de uso exclusivo del Ejército, posesión de cocaína y mariguana con fines de comercio, cohecho y delincuencia organizada.
En el expediente de más de 170 fojas, las tres víctimas sostienen que fueron detenidos arbitrariamente sin una orden de aprehensión y que les sembraron las armas y la droga, además que los días que estuvieron detenidos en el COE y en la SIEDO, fueron sometidos a tortura; a uno de ellos, los federales llegaron al extremo de introducirle en el recto una macana que portaba uno de ellos.
La CNDH analizó de manera exhaustiva esa queja y determinó, después de varios estudios, exámenes físicos y psicológicos, que los cinco agentes de la Policía Federal “transgredieron gravemente sus derechos humanos de V1, V2, V3”, como están identificadas en la resolución.
Señalan que los tres sufrieron de una “detención arbitraria y retención ilegal, así como a la integridad física por la tortura infligida a V1 y V2, y en el caso de V1, a su integridad psicológica por la violencia sexual que padeció, asimismo, incurrieron en actos que afectan la legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo y respeto, que deben ser observados en el desempeño de su encargo, así como los principios rectores del servicio público federal”.
Por ello recomiendan que el caso sea atendido por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) “conforme a los hechos y responsabilidad que le son atribuidos en la presente recomendación, se brinde la reparación integral del daño a V1, V2 y V3, que incluya una compensación en términos de la Ley General de Víctimas con motivo de los actos de tortura de que fueron objeto, y para el caso de que se acredite que V3 fue objeto de tortura, se proceda a la reparación del daño correspondiente”.
Además pide a la Secretaría de Seguridad Pública federal que se presente un procedimiento en la Unidad de Asuntos Internos de la PF en contra de los cinco policías federales señalados, “y quien adicionalmente resulte responsable con motivo de las irregularidades señaladas, debiendo enviar a este Organismo Nacional las constancias que avalen su cumplimiento”.
Pero que además se colabore con la CNDH en la integración de la carpeta de investigación que se inicie con motivo de la denuncia de hechos que se formule ante la Fiscalía General de la República, en contra de esos cinco policías federales involucrados en el caso.
Recomiendan además diseñar e impartir en el término de tres meses un curso integral “dirigido a su personal destacamentado en el Puerto de Acapulco de Juárez, Guerrero, en materia de derechos humanos, a partir de la aceptación de la recomendación, específicamente sobre el ‘Protocolo de Actuación de la Policía Federal sobre el Uso de la Fuerza’ y el ‘Protocolo de Estambul’. El contenido de dicho curso deberá estar disponible de forma electrónica y en línea”.
Piden además que a los agentes de la Policía Federal se les dote de equipos de videograbación y audio “que permitan evidenciar, a través de su uso, que las acciones llevadas a cabo durante los operativos de su competencia se han apegado a los principios de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos”.