Habrá consecuencias por el retraso en la entrega del fertilizante, advierte Astudillo.— El abstencionismo es el elemento más destacado en la elección el domingo.— Quintana Roo, el estado con menos participación en la elección
Enrique Vargas
La temporada de lluvias ya está abierta como corresponde naturalmente y sin embargo en los centros distribuidores del fertilizante se ha concentrado apenas el 25 por ciento de ese producto, lo que ha provocado, y seguirá generando, protestas e inconformidades de los productores agrarios, ya que saben que habrá disminución en las cosechas de los granos por la falta oportuna de ese abono.
El gobernador Héctor Astudillo Flores, quien hizo una buena distribución del fertilizante en años anteriores, advirtió ahora que “el que no exista fertilizante en su momento traerá consecuencias”.
Esas pueden ser, en primer lugar, las manifestaciones de los campesinos guerrerenses que se pueden inconformar severamente ante la incapacidad de los encargados de ese programa, el delegado único, Pablo Amílcar Sandoval, y el director del programa, Jorge Gage, pero la peor consecuencia será la baja en la producción de dos granos básicos en el estado, maíz y frijol, que son la base de la alimentación de la gente del campo, que hasta el ciclo pasado marcaron niveles máximos de producción, como en el caso del maíz, que logró superar el millón de toneladas.
La inexperiencia de esos dos funcionarios representantes del presidente AMLO coloca a los agricultores del estado en una mala situación, ya que por el retraso registrado pueden sufrir mermas considerables en la cantidad del grano que podrán cosechar dentro de unos meses.
Esta situación debe atribuirse a dos factores negativos: la inexperiencia e incapacidad de esos dos operadores, Amílcar y Gage, y los ahorros que sin motivo ha hecho el gobierno de AMLO, ya que por eso puede haberse retrasado la compra y la distribución del fertilizante.
Son malas señales para Morena, porque marca los errores que afectan directamente a la gente y que habrán de convertirse en rechazo a sus propuestas en los meses y años venideros, pero, por el contrario, son una buena señal para los opositores, PRI, PAN y PRD, que de esa manera podrán capitalizar en el 2021 el desgaste y las metidas de pata del gobierno de AMLO, para restarle votos y posiciones importantes, especialmente en la contienda por la gubernatura del estado, que en esas condiciones tendrán menos posibilidades de conquistar, pero se amplían las del PRI para mantenerse en el cargo.
EL ABSTENCIONISMO ES EL ELEMENTO MÁS DESTACADO EN LA ELECCIÓN EL DOMINGO.— El partido en el gobierno federal, Morena, presume que ganaron las dos gubernaturas que estuvieron en juego, las de Puebla y Baja California, pero al analizar las cifras se advierten datos que señalan claramente la enorme baja en la participación de la ciudadanía, ya que en el caso de Quintana Roo, el ejemplo más marcado, apenas un poco más del 22 por ciento de los ciudadanos acudieron a las urnas a depositar su sufragio.
En esta elección celebrada en Baja California, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas, Durango y Aguascalientes, de los 13 millones 574 mil ciudadanos con derecho a votar en todos ellos, se tiene el cálculo de que apenas acudieron a manifestar su preferencia política entre 3.3 y 3.5 millones de electores poco más o menos.
Llamó mucho la elección en Puebla, donde el PAN, tomado como partido individual sacó más votos que Morena, pero ganaron por el apoyo de sus aliados.
En el caso particular de Miguel Barbosa que ganó la elección, en esta ocasión recibió poco más de 600 mil votos, mientras que en la anterior, cuando perdió ante la gobernadora fallecida en un accidente, superó el millón de votos. Barbosa perdió más de 400 mil votos entre una y otra elección.
LA CARÁCTERÍSTICA QUE MARCA ESTA ELECCIÓN EN 13 ESTADOS es el abstencionismo, que anda entre el 60 y 70 por ciento, dependiendo del estado.
Es común que una elección intermedia, como la del domingo pasado resulte menos atractiva para los votantes, en comparación con la elección presidencial del año pasado, que logró una marca de votantes bastante elevada, arriba del 60 por ciento, de modo que la baja en la participación de la gente entre las dos elecciones representa más del 50 por ciento entre la del año pasado y la actual.
EL ESTADO DONDE MENOS SE LOGRÓ ATRAER A LOS VOTANTES, como se indica anteriormente fue en Quintana Roo, donde el 78 por ciento de los electores registrados en el padrón electoral decidieron no acudir a las urnas, por lo que el representante del Partido Encuentro Social del estado comentó: “decir que ganamos con 22 por ciento de participación es ser mediocres y decir que conservamos nuestro registro, es ser mediocres”.
En Puebla, la participación ciudadana fue del 33.4 por ciento, mientras que en la elección anterior poblana, al ganadora Martha Erika Alonso ganó con un 66 por ciento de participación
En Baja California, donde también Morena logró la gubernatura, imponiéndole la derrota al gobierno panista, la participación fue del 29.63 por ciento, mientras que en la pasada elección de gobernador, en el 2013, la lista nominal de electores registró la asistencia del 38 por ciento.
Posiblemente el estado donde se dio ahora la mayor participación ciudadana, fue en Durango, con un 44.8 por ciento y es la entidad donde Morena tuvo resultados menores.
LOS PANISTAS NO SE ARRUGAN ANTE LOS MALOS RESULTADOS, aunque perdieron las dos gubernaturas que tenían, en Puebla y Baja California.
El presidente panista Marko Cortés hizo las cuentas del gran capitán, pues señala que como partido lograron en los seis estados 1 millón 361 mil 639 sufragios, contra 1 un millón 186 mil 364 votos que obtuvo Morena.
En Puebla, el PAN tuvo 414 mil 356 votos contra los 390 mil 805 de Morena.
Destacó también que los ganadores Jaime Bonilla y Miguel Barbosa carecen de legitimidad porque lograron apenas el 11 y 14 por ciento de votos respectivamente en forma individual.
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