* Los dolores de la Sierra

Isaías Alanís

En medio del fango ensangrentado por la violencia en México, y según doña Chonita, “más feo que se va a poner”, las estrategias del gobierno pasan de la sentencia acusatoria de que el pasado fue lo peor y todo presente lo mejor. El incremento de la violencia, acallado con Peña, se ha recrudecido exponencialmente, y la matanza veracruzana es un pretexto para que los antiobradoristas pidan su cabeza a cinco meses de tomar las riendas de un país de fosas clandestinas y oficiales como el quemadero impreciso durante una lluvia de ocho horas en Cocula; asesinatos, corrupción de jueces, policías, empresarios y políticos coludidos, a los que no se toca.
Es muy preocupante, y yo diría, de seguridad nacional y estatal los últimos acontecimientos suscitados en la Sierra dado el clima de violencia imperante en el país desde hace nueve años.
Los esfuerzos hechos por el gobernador Héctor Astudillo de legalizar la siembra de amapola, se han topado con intereses chicaneros nacionales y canadienses.
La Sierra es un polvorín ante la falta de producción de opiáceas. La economía sierreña tiene setenta años y pico con una vocación agrícola amapolera. Si por la producción de una droga sintética en EEUU, se ha caído el mercado, aunado a la disputa de los grupos por la hegemonía de la goma de opio, siembra, procesamiento, trasiego y comercialización al mayoreo y menudeo, es cruenta, como lo reafirma la ola de asesinatos, secuestros, cierre de vías de Tlacotepec a Chilpancingo, recientemente abierta; escuelas sin alumnos, pueblos abandonados, desplazados, centros de salud sin médicos ni medicinas; caos institucional y desabasto de mercancías de primera necesidad en la Sierra, es prudente que tanto el gobierno federal, como el estatal ejecuten acciones conjuntas. Si hablamos de 30 mil almas que viven en la sierra, pues a ofertar cultivos alternativos que den fruto de inmediato, como la siembra hidropónica de jitomate; implementar un programa de floricultura extensiva para mercado interno y exportación de las diversas variedades de flores que se dan en los micro climas de la sierra, retomar la experiencia de Morelos y Estado de México en este ramo que son punteros, así como Puebla en la exportación de flores mexicanas a todo el mundo. En la Sierra existen reservorios naturales y nichos climáticos para producir pompón, gerberas, dalias, alcatraz y toda clase de flores que en el mercado internacional tienen amplia cobertura de compra y generan divisas. Bromelias y orquídeas que en la sierra crecen en forma natural y que con un poco de técnica se podrán producir orquídea de invernadero, al fin y al cabo los sierreños son expertos en cultivar flores.
Impulsar huertas de ejote, frijol en Chichiltepec; calabaza en Tlacotepec para la exportación y el mercado local y llenarle la panza a Acapulco y Chilpancingo con productos de la Sierra, incluyendo el mezcal de la Laguna y Miraval, que está de moda, en tiendas como City Market, expenden variedad de mezcales oaxaqueños, ninguno de Guerrero, menos de la Sierra que los aventajan en sabor, textura, cuerpo y pureza.
Alentar la cría de chivos en la demarcación de la Primavera y otros pueblos, desempolvar la vieja tradición chivera de la Sierra en Pueblo Viejo y con modernas instalaciones semi estabular caprinos y bovinos para las barbacoas que se expenden en Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo Taxco e Iguala.
Buscar mecanismos con empresas empacadoras para comercializar el durazno, ciruela y darle un gran impulso al aguacate y evitar que la gente sin ingresos delinca, secuestre y acabe con el bosque ante la falta de alternativas productivas y vías de comunicación, que hay que mejorarlas.
El Parque Omiltemi, que debería ser la gran reserva de agua de Chilpancingo, se lo están acabando los talamontes clandestinos, y con esta resequedad adquisitiva de los pueblos y comunidades sierreñas, dentro de pocos años van a dejar un erial donde antes abundaba la selva pino encino, maderas preciosas y el bosque de coníferas.
Crear ranchos queseros, con vacas estabuladas, toneladas de estos productos vienen de Veracruz vía Buena Vista de Cuellar que mañosamente les da la patente y crear la denominación de origen del queso Sierreño de Ixtlahuaca y Tlacotepec; los sub productos; requesón, quesillos y queso de aro que tienen un éxito de ventas en el mercado local y regional.
Que un ejército de agrónomos con el acompañamiento y participación de las comunidades hagan estudios para determinar qué y donde se va a sembrar lo adecuado; maíz, hortalizas y árboles frutales en Verde Rico y Corralitos, sembrar hongos champiñones para su comercialización extensiva mientras el cultivo para usos farmacéuticos de la amapola se apruebe, y que Coparmex Chilpancingo, no se queje, la capital de Guerrero, está considerada la más cara del país, la que menos servicios tiene y donde no hay industrias que forjen una economía fuerte, o se trabaja en el gobierno, la SEG, universidad. Se es dependiente en una tienda, maestro, policía porque no existen otras fuentes de trabajo, sin embargo en este infierno para el consumidor, los precios de cualquier producto los triplican los comerciantes, al igual que hospitales privados, médicos que “operan gripes”, medicinas y toda clase de productos manufacturados, incluyendo a las tiendas Sams y Walmart, ferreterías, tiendas de refacciones automotrices y productos de la canasta básica. No se diga renta de locales, departamentos, casas-habitación y terrenos, los precios están por encima de otras capitales de México que cuentan con servicios e infraestructura urbana básica, aunado a la contaminación por el exrío Huacapa que ha llegado a niveles alarmantes ante el silencio y la abulia de la autoridad municipal.
Las comunidades de la Sierra, se surten en Chilpancingo de todo lo necesario, que en este momento de quebranto económico los empresarios y la Cámara de Comercio aflojen tantito el alza de sus productos mientras pasa la tormenta en la sierra alta de Guerrero.
El gobernador Héctor Astudillo tiene toda la intención, decisión y la suficiente probidad en el ejercicio gubernamental para implementar proyectos y sacar adelante a la Sierra, y quitarle sus dolores.