* Salvador Rangel oficio este domingo una misa en Chichihualco en la que pidió que se respete “el derecho a vivir en paz, en un ambiente de tranquilidad”
JESÚS SAAVEDRA
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, encabezó una misa por la paz en la explanada de la iglesia de San Miguel Arcángel, en Chichihualco, donde hizo votos para que se acabe la violencia en pueblos de la Sierra y decenas de familias desplazadas puedan regresar a sus hogares.
El prelado acudió este domingo por la mañana a oficiar esta misa por la paz en la cabecera del municipio de Leonardo Bravo, en donde estuvo acompañado por el párroco de la localidad, Juan José Brito.
Lo hizo en el atrio de la iglesia de San Miguel Arcángel, a la que asistieron centenares de feligreses católicos, quienes acompañaron al prelado en la homilía dominical previo a la celebración de la tradicional Semana Santa en Guerrero.
Durante la celebración eucarística, Rangel Mendoza encabezó una oración por la paz en Chichihualco y en Guerrero, pero de manera particular para que haya condiciones de seguridad y estabilidad para centenares de familias que se vieron obligadas a dejar sus pueblos debido a la violenta irrupción de un grupo de civiles armados de Tlacotepec y otros municipios, desde noviembre pasado.
Varias decenas de esas familias acudieron a la misa dominical, pues el albergue temporal donde se encuentran desde noviembre pasado está en el Auditorio Municipal, que se encuentra a un costado de la explanada de esa iglesia de San Miguel Arcángel.
En noviembre pasado, unos dos mil integrantes de la policía comunitaria de Tlacotepec irrumpieron en la comunidad de Corralitos y Filo de Caballos, para tomar el control del corredor carretero en el que se ubican una docena de comunidades de Chichihualco.
La mayoría de familias decidió dejar sus hogares y se refugiaron desde entonces en Chichihualco, donde han vivido desde hace 5 meses y están a la espera que se generen condiciones para que puedan regresar a sus hogares en la Sierra.
El 17 de febrero pasado partieron en una caravana a la Ciudad de México e instalaron un plantón frente a Palacio Nacional, junto con otras familias desplazadas de la comunidad de Tlaltempanapa, municipio de Zitlala, con la esperanza de que los recibiera el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cual nunca sucedió.
Hasta el 28 de marzo lograron establecer acuerdos con el gobierno federal y de esa manera decidieron regresar a Chichihualco de nueva cuenta, en donde a partir de esa fecha pactaron un mes para que se generen las condiciones para su retorno a sus hogares.
Esos acuerdos indican que el gobierno federal generará las condiciones de seguridad y que se hará un censo de familias afectadas para determinar los apoyos que recibirán de las autoridades federales y estatales.
En la homilía de este domingo, Rangel Mendoza hizo una oración especial por esas familias y pidió que su retorno a sus hogares sea pronto, sin sobresaltos y que se respete “el derecho a vivir en paz, en un ambiente de tranquilidad”.
Crescencio Pacheco González agradeció la solidaridad del obispo y su voluntad para ser intermediario y que puedan regresar a sus hogares, “son palabras que dan aliento al alma y nos dan fortaleza para seguir aguantando este desplazamiento forzado”, aseveró.
Pacheco González informó que este lunes por la tarde habrá una reunión de desplazados en el Auditorio Municipal para analizar el censo que se va a entregar al gobierno federal, porque “hay familias que se quedaron a vivir aquí, otras se fueron a vivir a otra parte del estado y unas más se fueron a vivir fuera del estado, es una situación compleja que esperamos que pronto se resuelva”, agregó.
