* Colapsada, la “capital del bloqueo”
* Hasta la madre… de tanto desmadre!!
* Los trastupijes de MAL, los paga Toño

Jorge VALDEZ REYCEN

Primero fue el chantaje y no prosperó. Luego los bloqueos y la toma del Ayuntamiento de Chilpancingo. El origen: una disputa de índole laboral confusa, contradictoria, ilegal y con tintes de revanchismo político.
Antonio Gaspar Beltrán ha sido el objetivo mediático de la descomposición social alentada desde el anonimato, donde el caldo de cultivo son trabajadores no reconocidos y que obedecen a un trasfondo perverso de crear un clima de ingobernabilidad y desestabilización. Extrañamente, ante el colapso de los servicios municipales, el gobierno estatal ha sido prudente, cauto y respetuoso del nuevo gobierno municipal perredista que ha tenido el apoyo económico e institucional del gobernador Héctor Astudillo Flores.
Sin embargo, a pesar de los buenos oficios, los apoyos y la disposición a solventar una herencia MALigna, las condiciones de franca rebeldía, arrogancia, petulancia y prepotencia de una minoría han enrarecido la vida pública y trastocado la endeble paz social.
Toño Gaspar ha esgrimido como parte medular de su posicionamiento que no cederá a chantajes, ni será rehén de ambiciones bastardas. El tono inaudito de las protestas, muy similares a las padecidas en tiempos MALhadados, no deja dudas del muy probable origen de un revanchismo a ultranza, ante el cúmulo de trastupijes dejados en dependencias por el exalcalde Marco Leyva Mena.
Si algo tienen los opositores a Gaspar es que no son nada originales ni auténticos en su pleito contra la autoridad. Tampoco han sido inteligentes en buscar la simpatía popular, lo contrario: atizan la hoguera de la irritación social por sus ambiciosas pretensiones, aprovechando un descontento (que sí existe y es justificable) por la crisis real heredada en los servicios públicos básicos.
Si los descontentos trabajadores, por cierto mal asesorados, manipulados, utilizados, hubieran alcanzado lo elemental y primario, que es el reconocimiento oficial de sindicato por parte del Tribunal de Justicia Administrativa y de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (o su equivalente), otro tenor sería su movimiento. En cambio, se fueron por la libre, por el hígado del rencor y su pecado capital de la vanidad los tiene deambulando entre bloqueos, tomas del edificio y sin cobrar sus sueldos no devengados.
Los grupos antisistémicos, que andan en la pepena del descontento social, los harán parte del corporativismo clientelar de la protesta callejera. Y si me apura, ya los “cacharon”.
La capital del bloqueo no puede ser rehén de grupos minoritarios, ni tampoco desafiar un día sí… y los otros… ¡también!, el principio de autoridad que ha sido socavado impunemente y reducido a expresiones chantajistas. La gente está hasta la madre… ¡¡¡de tanto desmadre!!!
La calle Ayutla fue ahorcada varias horas por gente enardecida, hasta la madre, por no tener agua ni para hervir frijoles. Los turistas que van a Acapulco están hasta la ídem de que son atrapados por un bloqueo, o por encapuchados que les piden los 50 o 100 pesos “para su luchita”… Y los Federales de mirones espantapájaros.
Hay un hartazgo por tanta permisibilidad y omisión de un principio de autoridad maltrecho, arrinconado, sometido y reducido al chantaje.
Toño Gaspar tiene dos opciones: aplicar la ley, sin distingos… o que le apliquen a él todo el peso de la ley por omiso, ausente y… No creo que sea esto último.
Chilpancingo debe dejar de ser la caja de pandora, de resonancia y la capital de los bloqueos a lo pendejo. Es un sentir colectivo, de todos los que ya están hasta la madre… ¡¡¡de tanto desmadre!!!
Nos leemos… ¡SIN MEDIAS TINTAS!!