* La alcaldesa de Acapulco dijo que lo ocurrido se debe a que hay “dos grupos que están disputándose el control de la comunidad y están plenamente identificados por la población”
ANA LILIA TORRES
ACAPULCO.— La presidenta municipal, Adela Román Ocampo, rechazó que la explosión de un coche bomba en el poblado de Xaltianguis se haya tratado de un acto de terrorismo, como lo calificó la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), y que más bien fue consecuencia de una pugna entre dos grupos por el control de esa zona.
“No, yo no podría hablar de terrorismo. Ahí son dos grupos que están disputándose el control de la comunidad y están plenamente identificados por la población”, afirmó la alcaldesa, quien dijo que la Fiscalía General del Estado se encuentra investigando estos hechos ocurridos el miércoles pasado frente a la Comandancia de la UPOEG en Xaltianguis.
Román Ocampo señaló que la información que tiene es que fueron una mujer y tres varones identificados como reporteros quienes dejaron al vehículo que explotó en Xaltianguis.
Rechazó que exista un aumento de la inseguridad, e insistió en que el problema es “esta pugna entre esos dos grupos, que se disputan el control” de Xaltianguis y de los cuales la población pide su salida, porque sus enfrentamientos han generado temor en un lugar que antes era apacible y tranquilo.
“El problema es que aquí se han dado esta pugna entre esos dos grupos que se disputan el control, me comentan que uno de los grupos nadie es de esa comunidad y el otro grupo con los que están en disputa sí es de la comunidad”, afirmó.
Entonces “vamos a poner especial cuidado y vamos a implementar operativos de seguridad más frecuentes” en esa comunidad de la zona rural de Acapulco, señaló la alcaldesa Adela Román.
“Yo no quiero pensar en un acto terrorista hasta no tener la información” de las investigaciones, indicó Adela Román, quien añadió que hoy abordará el tema con el Grupo de Coordinación para la Pacificación de Guerrero.
En cuanto a la violencia en la ciudad, lamentó el asesinato de un trabajador de Saneamiento Básico cuando se encontraba en horas laborales y que fue ejecutado a balazos sobre la calle Aquiles Serdán, esquina Pie de la Cuesta.
Dijo que pidió a la Fiscalía que investigue el caso y negó que el hecho sea parte de las amenazas que recibieron en un principio de la administración algunos titulares de áreas por el cambio de políticas en el ayuntamiento.
Con relación a las amenazas, dijo que continúan, pero son dirigidas a “las cabezas” de la administración municipal, por eso no las relaciona con el asesinato del trabajador de Saneamiento Básico y que a los funcionarios los respalda para interponer las denuncias pertinentes.
Sobre el ataque con arma de fuego, ocurrido la noche del miércoles contra un sitio de taxistas ubicado en La Cima, dijo que hasta el momento los perjudicados no la han visitado, pero mantienen comunicación con ellos.
Román Ocampo comentó que no solicitará a la Federación más elementos de seguridad, pero sí mantendrá las estrategias de prevención al delito.