Carlos Navarrete
La diputada local por Morena, Norma Otilia Hernández Martínez, presentó una iniciativa de reforma a la Constitución Política del Estado en la que plantea que los líderes sindicales que pretendan contender en una elección constitucional, deban renunciar a ese cargo 90 días antes de las votaciones.
En su exposición de motivos, Hernández Martínez expuso que en la historia del país y del estado, ha sido constante que cuando un candidato participa en una elección de la mano de alguna organización sindical, éste se compromete a mejorar las condiciones laborales de miles de trabajadores.
Sin embargo, dijo que cuando acceden al cargo olvidan esos compromisos y priorizan aumentar su poder político y económico.
“Muchos dirigentes sindicales han llegado a un cargo de elección popular en México y Guerrero, utilizando el poder, los recursos y en repetidas veces la estructura de su propio gremio, poniéndola al servicio de organizaciones políticas, al hacerlo viola el principio de equidad de la ley electoral, estableciendo grandes ventajas en relación a otros aspirantes y candidatos de otras fuerzas políticas”, argumentó.
Afirmó que ese escenario es favorable para los líderes sindicales cuando compiten en una contienda político-electoral, pues el proceso se torna injusto para el resto de los candidatos.
Ante ese escenario, la diputada propuso reformar el artículo 46 de la Constitución del estado, que contiene los requisitos a cumplir para ser diputado, alcalde, síndico o regidor. Su propuesta es que quienes sean dirigentes o líderes de alguna organización sindical y pretendan contender por alguno de esos espacios, se separen de su cargo 90 días antes de la elección.
Su propuesta fue turnada a comisiones para su análisis y posterior dictaminación.
En la elección de 2015 Beatriz Vélez Núñez contendió como candidata del PRI y ganó una diputación federal, pero sin renunciar a su cargo como líder de la sección 36 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA).
El año pasado repitió la misma estrategia, pues fue candidata del PRI a la alcaldía de Chilpancingo y nuevamente se negó a dejar la dirigencia del sindicato de salud para contender en los comicios que, en esta ocasión, no le favorecieron.