* Alberto Domínguez, el mayor de los hijos de Adriana Salgado, muerta a balazos en Andador Zapata en agosto de 2018, asegura que ha tenido que hacerse cargo de sus dos hermanos y para eso dejó de estudiar

Jesús Saavedra

Los hijos de la enfermera Adriana Salgado Betancourt, asesinada en el andador Zapata el 15 de agosto del año pasado, exigieron a la aspirante a dirigir la Sección 16 del SNTSS, Beatriz Vélez Núñez, que cumpla su promesa de que iba a apoyarlos con la entrega de su plaza de trabajo, el pago de seguro y la pensión que por ley les corresponde, porque a siete meses de ese crimen “sólo hemos sido engañados”.
Este martes, el hijo mayor de la enfermera asesinada en agosto del año pasado, Roldan Alberto Domínguez Salgado, ofreció una conferencia para denunciar que a siete meses de la muerte violenta de su mamá no han recibido el apoyo solidario que les prometió la dirigente sindical.
Adriana Salgado Betancourt tenía casi 9 años laborando en la Secretaría de Salud y estaba adscrita al centro de Salud de la Alameda ‘Granados Maldonado’, de donde salió la fatídica noche del 15 de agosto y mientras caminaba por el andador Zapata, fue asesinada al quedar en medio de una balacera que se desató en esa zona céntrica de la ciudad.
Un día después, el cuerpo de Salgado Betancourt recibió una sentida despedida en su centro de trabajo, donde compañeros y amigos exigieron justicia y demandaron que la Sección 36 del SNTS fuese solidaria con sus deudos.
Los tres hijos de Salgado Betancourt quedaron en la orfandad, pues nueve años atrás su padre también perdió la vida y ahora tendrían que enfrentar la manutención de la familia por cuenta propia.
Ese día, Beatriz Vélez Núñez se comprometió delante de los familiares y amigos de la enfermera asesinada que la Sección 36 les daría “todo el apoyo” y que estarían atentos a que los derechos sindicales se respetarán en beneficio de los deudos.
Siete meses después de esa desgracia, los tres hijos de la enfermera asesinada denunciaron que sólo recibieron 34 mil pesos de gastos funerarios y 15 mil de un fondo de contingencia que les sirvieron de poco para resolver sus necesidades.
Alberto Domínguez dijo que tiene 19 años de edad y se tuvo que hacer cargo de la manutención de sus dos hermanos, una adolescente de 16 años y un joven de 12 años, por lo que dejó de estudiar y se dedicó a trabajar como chofer del servicio público de transporte en esta ciudad.
“Pagamos renta porque no tenemos una casa propia, tengo una bebé y me hago cargo de la manutención de mis dos hermanos menores de edad, y lo único que estamos pidiendo es que se hagan efectivos los derechos ganados de mi mamá como sindicalizada de Salud”, aseguró.
Lamentó que a siete meses del crimen de su mamá, la dirigencia de la Sección 36 del SNTS los ha dejado en el abandono, “no nos han pagado el seguro, no recibimos la pensión y a la petición de que nos puedan entregar la plaza de base que tenía mi mamá nos responden que no reúno el perfil”.
Aceptó que tiene solo estudios de preparatoria y que no busca obtener la plaza de enfermera que tenía su mamá; “pedimos una plaza administrativa para tener un ingreso seguro de recursos y atender las necesidades de mis hermanos, de mi familia”, señaló.
Explicó que hasta en dos ocasiones ha presentado exámenes para poder tener una plaza de trabajo en la Secretaría de Salud y que Vélez Núñez los dejó “solos, sin cumplir con la promesa que hizo en el sepelio de mi mamá que no nos iba a dejar solos, ahora ya anda en campaña para ser dirigente por tercera ocasión y se le olvidaron sus compromisos”.
Hizo un llamado al gobernador Héctor Astudillo Flores y al secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, para que intervenga en este caso y se faciliten los trámites para poder tener una plaza administrativa.
La denuncia de Alberto Domínguez ocurre justo cuando Vélez Núñez participa en el proceso para elegir al secretario general de la Sección 16 de SNTSS.