* ¿Premuras por candidaturas?

 

Felipe Victoria

 

Antes de la conquista en 1521, a las tribus y naciones autóctonas ni fu ni fa la identidad de los monarcas y emperadores que lo eran en carácter vitalicio y dinástico.

En los tres siglos de sumisión a la Corona Española menos interesaba a los habitantes de la Nueva España quienes eran los monarcas de ultramar.

Todo cambió con la guerra de insurgencia, el efímero primer Imperio de Iturbide, los traspiés republicanos federalistas y centralistas, los vaivenes de Santa Anna once veces presidente, las hazañas de Benito Juárez sacudiéndose el segundo Imperio del austriaco Maximiliano de Habsburgo para reinstalar la república y la amañada permanencia en la presidencia por tres décadas del dictador Porfirio Díaz.

Claro que la obsesión democrática de Francisco I. Madero logró en noviembre de 1910 levantar en armas al pueblo para que el anciano dictador renunciara y se fuera al exilio en París, Francia.

Comenzó entonces la insana inquietud por disputarse la presidencia y eso inculcó en los habitantes la costumbre de intentar adivinar quién llegaría al poder.

Casi dos décadas intensas en muertes anticipadas de presidentes, hasta que Plutarco Elías Calles en 1929 disciplinó a los caudillos a un partido oficial que perduró siete décadas, hasta el nuevo milenio en 2000, cuando se dio la alternancia en el poder en favor del más rancio partido opositor, al que financió campaña el narco del litoral del Pacífico, cuando el ‘Chapo’ Guzmán era chivo expiatorio de la muerte del cardenal que se opuso a que un presidente se extendiera en el poder…

A partir de este milenio, el narco mexicano influyó en tres sucesiones presidenciales, con personajes que por taparle el ojo al macho simularon hacerle la guerra a los comerciantes de drogas; la infame parodia policiaca a la que hace unos días decidió ponerle punto final el presidente Andrés Manuel López Obrador…

No más sangre derramada por fingir el combate a los cárteles; no más persecución para que no tengan pretexto de no estarse en paz enfrentándose a las autoridades institucionales y legales.

Si continúan ejerciendo violencia ya será por sus ajustes de cuentas y disputas del mercado entre ellos mismos, nada de qué culpar a López Obrador y su nuevo estilo de gobernar el país comenzando desde el perdón y olvido por muchos incomprendido.

Muy difícil de entender y digerir esa enorme transformación que le urge a México, pero en la que todos debemos coparticipar porque el ciudadano presidente Andrés Manuel no es un mesías ni mago todopoderoso, tan solo un guía que como ser humano puede tener errores, que con objetividad respetuosa debe señalarle la prensa libre…

Volviendo a la grilla por las sucesiones en el poder, el estado de Guerrero ha sido desde octubre de 1849 el más prolífico en cambios de gobernadores antes de terminar sus periodos, solamente seis de ochenta y tantos terminaron sus encomiendas en las fechas establecidas: Baltasar R Leyva Mancilla, Rubén Figueroa Figueroa, Alejandro Cervantes Delgado, José Francisco Ruiz Massieu, René Juárez Cisneros y Carlos Zeferino Torreblanca Galindo.

Héctor Antonio Astudillo Flores ya superó exitosamente la mitad del mandato, pero son evidentes las intenciones de ponerle zancadilla de parte del arrogante “súper” delegado Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, que bien haría López Obrador en cambiarle de chamba cuanto antes porque aquí alborota el avispero…

-¡Riiing…salinsliiim!

-Maestra Pizarrina, nos dejó perplejos Aguirre Rivero cuando lo entrevistó Igor Pettit hace unos días.

-¿Qué les hizo don Ángel Heladio chamacos?

-Pues puso a temblar a los morenistas del arrogante Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.

-¿El que ya se cree y siente gobernador antes de que llegue el 2021 y trae del rabo a los diputados?

-Ese merito, que de carisma y simpatías no tiene nadita y ni a los morenos les cuadra, porque preferirían a Félix Salgado Macedonio como buen perredista que fue.

-Para el 2021 en Guerrero el enemigo a vencer es Morena, ¿cómo creen que le pudieran hacer para neutralizar al tal Amílcar si AMLO se encapricha en imponerlo?

-Mire teacher, con el colmillo retorcido de Aguirre Rivero se le ocurrió proponer una alianza o coalición que se antojaría imposible.

-¿Cual es chamacos?

-Tomando en cuenta que ni siquiera el PRI podría ganar si va solito con Manuel Añorve, Héctor Apreza o Mario Moreno, e igual el PRD con algún candidato sorpresa más joven como Jacko Badillo, les convendría al PRD y al PRI aliarse para el 2021.

-¿Junto con el PAN y el Movimiento Ciudadano de Luis Walton Aburto?

– Aunque no lo crea, el mejor posicionado viene siendo Walton, porque tiene cuatitud de años atrás con López Obrador; igual pudieran unirse el MC y Morena dando la sorpresa “anaranjándose”.

-Pues entonces a Manuel Añorve y a Félix Salgado se las pondrían rete dura y pelona…

-No juegue ni se hagas bolas maestra, mejor no coma ansias…

-Pues por vía de mientras Aguirre Rivero ya les movió el piso a todos con esa propuesta audaz, pero no imposible…

-Dicen que en política nada está escrito, todo puede suceder en el momento menos esperado.

-Oigan chamacos, ¿qué no hay otros que quieran ser candidatos para 2021?

-Por supuesto, ahí tiene al resistente y persistente Alberto López Rosas, que hasta como independiente se lanzaría.