* Salvador Rangel criticó que “en todas las magníficas propuestas” del presidente Andrés Manuel López Obrador, “no se abordó abiertamente el asunto de los desaparecidos” que hay en el país

ALONDRA GARCÍA

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dio la bienvenida en la capital a los miembros de la Cuarta Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas y recriminó la omisión de las autoridades de los tres niveles de gobierno para localizar a las víctimas de los grupos delictivos.
El jerarca católico encabezó la misa de las siete de la tarde en la catedral de La Asunción de María, la cual dedicó a los colectivos de familias que se dedican a la búsqueda de fosas clandestinas.
Durante la homilía se solidarizó con las familias y reprochó que las autoridades los hayan “dejado solos” en la tarea de buscar a los desaparecidos.
“Allá en Iguala tenemos casi 100 muertos que nadie reclama, en Iguala tenemos casi 500 desaparecidos, en Iguala nada más. Del periodo de Enrique Peña Nieto para acá llevamos casi 40 mil desaparecidos y lo que es más doloroso es que casi la mitad son jóvenes, son muchachos, muchachas. ¿Dónde están esa belleza y ese futuro de México?”, expresó al inicio del sermón.
Desde el altar, el obispo pidió a los fieles católicos “no voltear para otro lado, ni como el avestruz meter la cabeza en la tierra, porque no saben si el día de mañana les va a pasar lo mismo”.
Después, reprochó que el nuevo gobierno federal que encabeza el morenista Andrés Manuel López Obrador “oficialmente no ha dicho gran cosa”.
Lamentó que “en todas las magníficas propuestas que han hecho, ese castillo que ha ofrecido el gobierno federal, no se abordó abiertamente el asunto de los desaparecidos”.
Rangel Mendoza criticó que únicamente se haya dado respuesta a la búsqueda de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos.
“¿Pero y todos los demás?, ¿qué vamos a poner 43 para 22 mil que hay?, ¿quién va a velar por los demás?, ¿quién los va a buscar?”, cuestionó.
El obispo destacó que ante la omisión de las autoridades, los padres de los desaparecidos son quienes están realizando esa labor.
“Traen picos, traen palas, traen unas varillas para picar la tierra y se suben a los cerros a picar centímetro por centímetro. Es la sociedad civil, son los familiares de los desaparecidos los que han encontrado las fosas comunes. Pero oficialmente el gobierno ha tenido muy poca respuesta o una respuesta muy tibia”, expuso.
De acuerdo con el prelado, “la cuestión de los desaparecidos es una carga que lleva México, un compromiso” que tiene el país con las víctimas y sus familias.
Por ello, durante la misa pidió a los católicos “orar por ellos”. También invitó a los familiares a “llevar a sus desaparecidos junto al altar”.
“Vamos a ofrecer el sacrificio de Jesús y también vamos a ofrecer su dolor, su desesperanza y su rabia. Sientan el cariño de los demás cristianos y no se trata nada más de cristianos, porque hay desaparecidos de tantas ideologías. No nos vamos a meter con las ideologías, simplemente desaparecidos y queremos ser solidarios con ellos”, expresó.
Otra situación que comentó durante la homilía es que ha sido intermediario para lograr el rescate de personas secuestradas.
Reveló que la semana pasada una familia acudió a él para “recuperar dos secuestrados” y que hace ocho días un hombre lo buscó para pedir su ayuda ante la desaparición de dos hijos, pero uno de ellos fue asesinado.
“Y así continuamente acuden a mí. ¿Yo qué puedo hacer? Yo mando un recado aquí, otro recado por allá, a ver si aparecen las personas. Y ciertamente he tenido buena respuesta, algunos sí han aparecido”, comentó.
Después, en entrevista, el obispo Salvador Rangel Mendoza criticó la labor de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas (CEEAV), pues advirtió que su presupuesta de 20 millones de pesos alcanza únicamente para pagar los salarios de los trabajadores y no queda nada para buscar a los desaparecidos.
“¿Qué sentido tiene una comisión así? Si únicamente se les va a engordar, se les va a alimentar, son unos zánganos, mejor que desaparezcan y que esos millones los empleen por otro lado, con las personas que realmente están haciendo esta búsqueda y no únicamente con los que se están comiendo el dolor de los demás”, apuntó.