* Monseñor Salvador Rangel consideró que se deben revisar los expedientes e historial de quienes serían considerados como beneficiarios de una ley en ese sentido
* Consideró que los mensajes se extorsión contra maestros son como “el petate del muerto para espantar a la gente”, porque quien va a hacer no avisa
Redacción
El gobierno federal debe revisar los expedientes y el historial de los presos que serían considerados como beneficiarios de una Ley de Amnistía, pues ésta tiene que ser “restringida”, consideró el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, quien calificó las supuestas amenazas de extorsión contra maestros como “el petate del muerto para espantar a la gente”.
En declaraciones que hizo en Chilapa a la agencia API, después de oficiar la misa dominical en ese lugar, el jerarca católico dijo que “muchas veces he dicho que estoy de acuerdo en la amnistía restringida, no se puede ser una amnistía general”.
El jerarca católico fue consultado sobre la propuesta de la senadora de Morena, Nestora Salgado García, para otorgar amnistía a 176 presos, incluidos más de una docena de miembros del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop), entre ellos su líder Marco Antonio Suástegui —quienes están sujetos a proceso por un múltiple homicidio ocurrido en La Concepción, Acapulco, principios del año— y el promotor de la Policía Comunitaria en Tixtla, Gonzalo Molina.
Rangel Mendoza dijo que “con respecto a los presos políticos, yo desconozco el historial de cada uno, pero valdría la pena que se viera a cada uno de ellos porque de lo que estoy convencido es que muchas veces el estado como una especie de venganza política, les han hecho procesos”, señaló.
En ese sentido opinó que vale la pena que se lleve un proceso de revisión de expedientes y si la persona merece la libertad porque la condenaron “sin deberla ni temerla”, dijo que “estaría de acuerdo a que los liberaran”.
Indicó que la cárcel tiene un motivo muy claro que es la corrección, enmendar la vida, pero “si estos personajes ya han dado señas de que quieren componerse e irse a la sociedad, pues deben de ser liberados porque muchas veces las cárceles en vez de corregirse son la escuela para aprender más mañas, y yo preferiría a que estén en la calle que en la cárcel”.
Además pidió al gobierno federal hacerles caso a los organismos defensores de los derechos humanos, porque en nuestro país “la ley se maneja, se compra y se vende”, es decir, hay políticos que “pueden inventar cosas”.
En otro tema, sobre las escuelas de Chilapa que se encuentran cerradas por amenazas en redes sociales, Rangel Mendoza afirmó que hay gente “que solo usan el petate del muerto para espantar gente”, porque si una persona va hacer el mal, no avisa, e insistió en que la gente tiene que seguirse sacudiendo el miedo porque Chilapa y otros lugares, “estén ya en la normalidad”.
Reveló que “alguien le contó” un caso “en una ciudad muy cercana de aquí”, donde quien estaba mandando los mensajes amenazantes a los maestros, era un profesor de la misma escuela, es decir, “había fuego amigo”.
El obispo coincidió con el gobernador Héctor Astudillo Flores, en el sentido de que los maestros deben denunciar las extorsiones que les intentan hacer, porque, “la cosa es que no han presentado ninguna denuncia”, lamentó.
