* El mandatario explicó que cuando un gobernante no cede ante los grupos delictivos, “se arriesga a que se generen señalamientos falsos” como las mantas que aparecieron en la Ciudad de México

* Aseguró que a los desplazados por la violencia en la Sierra “los hemos protegido, los hemos atendido, pero hay un conflicto que no se resuelve con presiones, ni de una, ni de otra parte”

Rosario García

El gobernador Héctor Astudillo Flores negó tener relación con líderes delincuenciales, como se señaló en dos mantas colocadas en la Ciudad de México el martes, y aseguró que se tratan de “señalamientos falsos” que son resultado de su decisión de enfrentar a la delincuencia.
Así se expresó el mandatario estatal durante una entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, a quien le dijo que lo que se vive en la Sierra de Guerrero “es una difícil situación, complicada históricamente con muchos conflictos y últimamente se tiene que reconocer se han agudizado por la pugna del territorio, principalmente por las carreteras”.
Astudillo Flores añadió que “esto ha provocado un problema de desplazamiento de personas que se han movido hacia otros lugares cercanos, pero que al final de cuentas está todo relacionado con la actividad que se ha venido desarrollando ahí, y que últimamente ha venido a menos porque bajaron los precios, y también porque las disputas han sido cada vez más crueles”.
El mandatario estatal explicó que esa zona es “una región de prioridad nacional y de seguridad nacional”, por lo que se requiere que con urgencia se presente un proyecto de pacificación y algunas alternativas de desarrollo económico para que los habitantes de esa región cuenten con una alternativa que les permita obtener ingresos.
Cuestionado sobre las mantas que fueron colocadas en dos puntos de la Ciudad de México, el mandatario precisó que solo tratan de afectar su imagen, porque “cuando uno enfrenta a los grupos delincuenciales, se arriesga a que se generen señalamientos falsos como lo que sucedió en la Ciudad de México”.
Explicó que “cuando uno trata de arreglar las cosas, de mediar, el que no queda satisfecho, nos acusa de tener relación con los otros”.
Sobre los hechos violentos que se registran en la Sierra, dijo que él es el más interesado “en que no se enfrenten, en que no se asesinen entre los grupos delincuenciales”, porque además que son vidas humanas las que se pierden en esos conflictos, se genera una mala imagen para la entidad.
También fijó su postura en torno a las declaraciones de los desplazados de la sierra que se encuentran en Chichihualco, quienes anunciaron que no regresarán a sus comunidades hasta que tome protesta como presidente Andrés Manuel López Obrador, porque se sienten desprotegidos.
Al respecto, Astudillo Flores afirmó que “los hemos protegido, los hemos atendido, pero hay un conflicto que no se resuelve con presiones, ni de una, ni de otra parte. Y vuelvo a lo mismo, cuando no se sienten satisfechos, se van por responsabilizar a la autoridad y eso es lo que está pasando”.
Agregó que se debe seguir insistiendo, dialogando y tratar de ser mediadores para evitar un conflicto de mayores consecuencias de los que ya ha habido, “y en el momento en que existan las condiciones (de seguridad), en ese momento se tiene que volver a intentar que la gente desplazada vuelva a sus comunidades”.
Por otro lado, el mandatario guerrerense aceptó que no se ha ofrecido opciones de desarrollo alternativas a la Sierra de Guerrero, y sobre la seguridad en esa zona, porque los grupos delincuenciales se han amafiado con los civiles armados que se autodenominan policías comunitarios.
Además evidenció un conflicto entre los alcaldes de Heliodoro Castillo y Leonardo Bravo, Serafín Hernández Landa e Ismael Cástulo Guzmán, respectivamente, quienes se han sumado como parte del conflicto y no como una solución, acusó, “y a quienes les he pedido que ellos tienen que hacer sus aportes para solucionar el conflicto y no hacerlo más grande”.