* A pesar de que aún no se reinician clases en los planteles escolares de esa comunidad, los habitantes decidieron edificar un espacio que pueda servir como refugio para sus hijos durante una balacera

JESÚS SAAVEDRA

CORRALITOS, Leonardo Bravo.— Debido al miedo con el que viven de manera cotidiana las familias de este poblado ubicado en la Sierra, aquí decidieron reconstruir en la escuela primaria un aula “blindada” para que sea refugio para sus hijos en caso de que ocurra alguna balacera.
La obra de reconstrucción se realiza a petición de los propios padres de familia, que esperan que pronto se reanuden las labores del ciclo escolar en este poblado, que están suspendidas desde junio pasado tras la incursión de 200 hombres armados.
Después de ese hecho, se suspendió la conclusión del ciclo escolar 2017-2018 y desde entonces las clases no se han reanudado, a pesar de que en agosto pasado inició el ciclo escolar 2018-2019, por lo que no hay clases para alumnos de preescolar, primaria y secundaria.
En total son un centenar de niños y adolescentes los que no acuden a clases en esta comunidad en la que habitan 92 familias, de las cuales solo han regresado a sus hogares 16 familias; de los 50 alumnos de la primaria, solo 11 han regresado con sus papás a sus hogares y están a la espera que se reanuden las clases, pero ningún maestro quiere subir a trabajar.
Los padres de familia explicaron que después de esa balacera y ante las constantes confrontaciones a tiros en esta localidad, decidieron reconstruir un salón y fortificarlo para que sea un refugio blindado para sus hijos.
“La última ocasión que hubo una balacera, varias balas cayeron en el techo de un salón; una de esas balas pérdidas fue a dar a una computadora y decidimos que se debía blindar un salón”, explica una madre de familia.
Informaron que consiguieron 800 mil pesos de presupuesto para desmontar el techo de un salón, además de subir un metro más la base donde se colocan las ventanas para evitar que las balas atraviesen de manera directa al salón de clases, pero la obra se detuvo porque la directora de la escuela se molestó y ordenó al contratista que inició la remodelación que detuviera los trabajos o lo demandaría penalmente.
En la obra trabajaban dos habitantes de este poblado quienes reclamaban el pago de su labor, “nos pagaron una quincena y seguimos trabajando, pero ya no nos han pagado, le pedimos al alcalde Ismael Cástulo Guzmán que intervenga y que concluyan esta obra”.
Una madre de familia reclamó que la directora haya detenido la obra porque “ni se ha parado en el poblado y solo por teléfono anda amenazando con demandas, cuando debería estar aquí intentando recuperar el tiempo perdido de nuestros hijos sin clases”.
Los padres de familia no pierden la esperanza de que el gobierno les garantice seguridad, pero por su parte han iniciado la reconstrucción de esta aula blindada porque “no estamos locos, lo que necesitamos es que se garantice la seguridad de los niños, a los que les estamos explicando que cuando haya balaceras deben de buscar un lugar seguro donde refugiarse y que mejor que un salón blindado”.
Reclamaron al gobierno municipal de Leonardo Bravo que reanuden esta obra y se concluya, ya que “falta que se coloque el techo reforzado y las puertas, ventanas con vidrios especiales, queremos que haya seguridad en esta escuela”, aseguró una madre de familia.