* El jefe de la Iglesia católica en Guerrero dijo que para lograr el cambio ofrecido por Andrés Manuel López Obrador se necesita de la transparencia y rectitud de quienes son autoridad, “para no caer en la corrupción”
 
ANA LILIA TORRES
 
ACAPULCO.— El arzobispo de Acapulco, monseñor Leopoldo González González, afirmó que “será muy difícil lograr el cambio que ha prometido el nuevo gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador sin la participación de la sociedad”, a la que pidió señalar todo aquello que no esté acorde con el proyecto ofrecido.
El prelado católico expresó que este año la celebración de las fiestas patrias tiene un sello muy marcado por la esperanza ante la llegada del nuevo gobierno que presidirá Andrés Manuel López Obrador a partir del 1º de diciembre.
“Es innegable la gran expectativa que la campaña de nuestro presidente electo ha hecho surgir en nuestros pueblos y ciudades. No podemos desaprovechar la fuerza de esta esperanza”, señaló.
Con el arribo del nuevo gobierno, “hemos de tener muy claro que el México que queremos depende de todos, del gobierno, organizaciones y ciudadanos. No podemos imaginar que sea sólo cosa del gobierno. Si no hay en cada ciudadano el firme propósito de dar lo mejor de  nosotros mismos, será muy difícil que veamos el cambio que esperamos”, sostuvo.
Dijo que para lograr el cambio se necesita de la transparencia y rectitud de quienes tienen la autoridad, para no caer en la corrupción.
Para construir la esperanza del México justo, solidario, fraterno que todos anhelamos también se requiere el compromiso de los ciudadanos, ya que “no podemos esperar resultados diferentes, si seguimos actuando de la misma manera”.
Señaló que las nuevas autoridades ya conocen los males que sufre la patria y los vicios que los han propiciado, porque a través de los encuentros por la reconciliación y la paz que se han venido celebrando se han hecho sentir estos males de una manera muy viva.
“La estadística es fría, pero quienes han sido víctimas de las diferentes violencias tienen cada uno un rostro y una historia. El dolor de las personas en gran pobreza no es un dato estadístico. Esto ha de motivarnos a todos a dar lo mejor de nosotros mismos en el espacio y función en que nos realizamos cada día”, instó.
El jefe de la iglesia católica en el estado destacó que la contribución de cada persona es fundamental, y no puede ser suplida con leyes más rígidas o mayor vigilancia externa, por lo que pidió a los ciudadanos proponer a las autoridades las maneras que juzguen mejores para el bien común y de forma educada e institucional, sin dañar derechos de terceros,
“Señalemos aquello en lo que no estamos de acuerdo o no es acorde con el México que nos han hecho soñar con su proyecto de gobierno. Todo esto buscando ayudar a un mejor desarrollo. Hemos de apostar a salir adelante, que ahí está el bien para todos”, finalizó.