* Araceli Gómez señaló que ya interpuso la queja porque Leonel Leyva falsificó su firma en el informe financiero que entregó a la ASE

 

Rosario García

 

Integrantes del cabildo de Juan R. Escudero denunciaron irregularidades que calificaron como “serias” en el manejo de los recursos económicos del Ayuntamiento, además de que se deslindaron de lo que informó ante la Auditoría Superior del Estado (ASE), porque aseguran que falsificó firmas.

En conferencia de prensa, la síndica Araceli Gómez Montes, y los regidores; Diana Costilla Villanueva, Víctor Hugo Romero Ramírez y Fermín Hipólito Nava, se quejaron porque desde que dio inicio la actual administración municipal no son convocados a las sesiones de cabildo por el presidente municipal, Leonel Leyva Muñoz, para acordar las obras e inversión en colonias y comunidades del municipio.

De manera simultánea a la conferencia de prensa en Chilpancingo, en Tierra Colorada se llevó a cabo la sesión solemne del cabildo en la que el presidente municipal presentó su tercer y último informe de gobierno.

Los ediles cuestionaron que no es válido que presente informes que carecen de la aprobación de todos los integrantes del cabildo, pero además que informe sobre “obras que da por terminadas, cuando están inconclusas y de muy baja calidad”.

Y ejemplificó que el bulevar de acceso a la cabecera municipal, Tierra Colorada, fue una obra que reportó como concluida, con una inversión de 20 millones de pesos pero que solo se concluyó un sentido y con precaria calidad.

Denunciaron que desde hace 9 meses no se han celebrado sesiones de cabildo en la que convoquen a los ediles, y que las actas de sesión “inventadas” las elabora el mismo presidente municipal, y las firma como si hubieran acudido todos los integrantes del ayuntamiento.

Por esa situación, la síndica Araceli Gómez ya interpuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), por falsificar su firma en el informe financiero que el alcalde Leonel Leyva entregó a la ASE, además de que pidió se congelen las cuentas en los bancos para que los gerentes revisen que no es su firma la que está en los cheques con los que se está pagando a los proveedores.