* “Nuestro posicionamiento ha sido y seguirá siendo ‘ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”, expresó Manuel Olivares, director del Centro de Derechos Humanos “Morelos”

Redacción

Colectivos de víctimas de la violencia en Guerrero rechazaron perdonar a los asesinos de sus familiares como ha propuesto el presidente electo de la República, Andrés Manuel López Obrador.
El 08 de agosto, López Obrador inauguró en Ciudad Juárez el primer Foro Por la Pacificación y la Reconciliación Nacional.
Desde ahí, el morenista afirmó que la concordia y el diálogo son el único camino para la paz y que en casos extremos, también el perdón hacia quienes incurrieron en delitos.
“Estar dispuestos a perdonar, lo dije campaña y lo repito ahora: coincido con los que dicen que no hay que olvidar, pero sí estoy a favor del perdón. Respeto mucho a los que dicen ‘ni perdón ni olvido’. Yo digo que olvido no y perdón sí”, expresó López Obrador en el discurso de inauguración.
La tarde de ayer, durante la puesta en marcha del Centro de Derechos Humanos de las Víctimas Minerva Bello, los colectivos de víctimas de Guerrero rechazaron el llamado del presidente electo.
“Nos sentimos indignados cuando se llama al perdón, pero no al olvido. Es un juego de palabras que no tiene sentido. Nuestro posicionamiento ha sido y seguirá siendo ‘ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”, expresó Manuel Olivares Hernández, director del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, con sede en Chilapa de Álvarez.
Otra que fijó postura fue Tita Radilla Martínez, hija de Rosendo Radilla Pacheco, desaparecido en un retén militar en Atoyac de Álvarez, en agosto de 1974.
La también vicepresidente de la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos en México (AFADEM) aseveró que el perdón es algo que el gobierno no puede pedirle a las familias que perdonen a los victimarios, cuando en la mayoría de los casos se desconoce quién desapareció y/o asesinó a sus seres queridos.
También sostuvo que la decisión de perdonar corresponde a las familias y que esta surge de un ejercicio íntimo, de reconciliación, de diálogo familiar.
“Nadie puede perdonar por consigna”, sentenció Radilla Martínez.
La señora Martha Obeso, viuda del asesinado ex presidente del Congreso de Guerrero, Armando Chavarría, fue otra que rechazó la propuesta de perdonar a los victimarios.
Aseveró que Guerrero es un estado “sumido en la pobreza y la barbarie”, donde a las víctimas “después de muertos los criminalizan y los llenan de lodo”.
Incluso acusó a las autoridades de utilizar “sicarios del narco para asesinar a dirigentes sociales”.
“Paralizarnos de miedo es terrorismo de Estado”, acusó. Por ello, dijo que su consigna seguirá siendo: “Por verdad, justicia y memoria, ni perdón ni olvido, castigo a los asesinos”.