*Unas 300 personas marcharon por calles de Chilpancingo para exigir a las autoridades que no permitan el funcionamiento de ese centro que ofrecerá asesoría para la interrupción legal del embarazo

Carlos Navarrete/Alondra García

Grupos católicos, pro vida y militantes del Partido Acción Nacional marcharon este lunes por calles de Chilpancingo para exigir a las autoridades que no se permita la apertura de la clínica Marie Stopes, que ofrecerá, entre otros servicios, asesoría para la interrupción legal del embarazo.

Cerca de 300 personas, entre niños, mujeres y personas de la tercera edad, así como monjas y sacerdotes católicos, se movilizaron en la ciudad para expresar su rechazo a la apertura de esa clínica, argumentando que “promueve y lucra con la muerte”.

La inauguración de Marie Stopes en la capital estaba programada para este lunes, pero fue clausurada de manera temporal por no concluir aún todos los trámites burocráticos para su operación, aunque se espera que en una semana abra sus puertas.

La movilización comenzó a las 11:30 de la mañana, partió de la plazuela Unidos por Guerrero y concluyó con un mitin en el zócalo capitalino. 

Al pasar frente al edificio que albergará a la clínica Marie Stopes, los manifestantes hicieron una parada para colocar pancartas con mensajes contra el aborto y pegaron sellos de clausura en la entrada. 

Al grito de “¡fuera!, ¡fuera!” y agitando el puño en alto, los pro vida exigieron a las autoridades la cancelación definitiva de los permisos para la operación de esta clínica. 

Minutos después continuaron con la marcha sobre la avenida Juan N. Álvarez y realizaron una segunda parada frente a las oficinas de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddser), organización que promueve la interrupción legal del embarazo.

Una vez más, los pro vida colocaron pancartas con mensajes contra el aborto y corearon consignas como “Guerrero presente, defiende al inocente” y “no al aborto, sí a la vida”. 

Luego de algunos minutos retomaron la marcha hasta llegar a la explanada del zócalo, donde dieron lectura a un posicionamiento. 

En el documento detallaron que del año 2007 al 2017 se practicaron más de 130 mil abortos en las clínicas Marie Stopes de la Ciudad de México, con ingresos económicos por más de 600 millones de pesos para esta organización extranjera. 

Sostuvieron que son más de 130 mil “asesinatos de inocentes”, los cuales equipararon a los homicidios y descuartizamientos que cometen los grupos delictivos en el país. 

“Con evidencia científica afirmamos que la vida humana inicia en el momento de la fecundación. El aborto provocado siempre es y será el asesinato de la persona más inocente e indefensa. El aborto no existe como derecho humano, la realidad es que el derecho a vivir es el primero y fundamental de todas las personas”, indica el documento al que dieron lectura. 

Asimismo, destacaron que “la mayoría de los guerrerenses” está a favor del respeto a la vida de la mujer embarazada y el bebé en gestación. 

Las organizaciones pro vida aseveraron en su posicionamiento que “las mujeres embarazadas requieren información, diálogo, comprensión, solidaridad y subsidiariedad (…) para aceptar responsablemente la materinidad y en casos extraordinarios, dar su bebé en adopción a un matrimonio que lo solicite”. 

También señalaron que el Código Penal del Estado de Guerrero tipifica el aborto como un delito contra la vida y la integridad corporal. 

Por ello, insistieron que el funcionamiento de una clínica abortista como Marie Stopes “puede violentar el estado de derecho en Guerrero, pues estaría cometiendo el delito del aborto flagrantemente”. 

Bajo dicha argumentación, solicitaron a las autoridades competentes la cancelación definitiva de la clínica Marie Stopes en Chilpancingo.

Al terminar con los posicionamientos, dos mujeres voluntarias de 10 y 12 semanas de embarazo permitieron que con el apoyo de un estetoscopio y una bocina se escucharan los latidos del corazón de sus bebés en gestación. 

Los activistas señalaron que en la Ciudad de México se permite el aborto a las 12 semanas de embarazo, a pesar de que ya hay un corazón latiente en el pecho del gestante. 

Apoyo, no abortos

Durante la protesta, una activista pro vida tomó el micrófono para expresar su rechazo a la práctica del aborto. Detalló que en la Ciudad de México hay 14 clínicas públicas y 50 privadas dedicadas a la interrupción legal del embarazo, entre ellas “ocho sucursales de Marie Stopes”.  

“Cuántas veces hemos tenido que ver en esos establecimientos y en esta cadena de muerte, Marie Stopes, cómo las chicas salen mal, lastimadas. Hemos escuchado los gritos de dolor de ellas al realizarse un aborto”, contó. 

Por ello, sostuvo que los mexicanos no pueden “quedarse callados” ante la imposición de abortorios. 

“No podemos permitir que organizaciones internacionales vengan a invadirnos a nuestras tierras, a ofrecer genocidios, abortos aparentemente misericordiosos. No podemos permitir que a través de estas organizaciones que vienen a enriquecerse de nuestros pueblos mueran niños mexicanos y queden lastimadas mujeres por el aborto. No podemos permitir más muerte y más sangre inocente derramada”, sentenció. 

La activista aseveró que “la mujer embarazada necesita apoyo, acompañamiento, amor, acogida, reconocimiento y dignificación, no un aborto”. 

Por esa razón, hizo un llamado a los legisladores locales a “apostar por la mujer en estado vulnerable ante una situación de embarazo inesperado”, para que se le ofrezcan alternativas de vida a ella y a su futuro bebé. 

“Que le ofrezcan trabajo, atención médica, que en vez de destinar dinero para matar niños, ese apoyo se concentre en salud pública, que la mujer tenga un parto bien atendido y dignificado, que las madres no tengan a sus hijos en los pasillos de los hospitales, que con ese dinero le den facilidad de trabajo a ella y a las personas que están a su lado, que no se vean orilladas a abortar”, pidió la activista pro vida. 

Por último, hizo un llamado a los capitalinos a no permitir “que la cultura de la muerte se siga extendiendo”. 

Abortos y violencia, lo mismo

El vocero de la Red Guerrero por la Vida, Gerardo García Sánchez, equiparó los abortos con los homicidios que cometen diariamente los grupos criminales. 

En entrevista, comentó que la manifestación de católicos y ciudadanos pro-vida fue “un mensaje” para las autoridades en el que se dejó de manifiesto que “la sociedad está harta de la violencia, de impunidad, de que le impongan políticas con perspectiva de género”. 

El activista pro-vida criticó que la clínica Marie Stopes se promueva como una organización que garantiza “una salud reproductiva placentera para las mujeres”, en vez de una sexualidad responsable. 

“No se puede fomentar el placer por encima de la dignidad de la mujer, trastocando la vida de los niños”, apuntó. 

También calificó como “contradictorio” que las autoridades implementen política para erradicar la marginación y la discriminación, pero al mismo tiempo haga a un lado los derechos de los seres humanos en gestación. 

“Es contradictorio que se pregone la erradicación de la violencia cuando se está matando a niños en gestación”, sostuvo. 

En la protesta participaron integrantes de la Red Guerrero por la Vida, Red Familia, Ciudadanos Solidarios para el Desarrollo, Unión Nacional de Padres de Familia, Comité Nacional Provida, Poder Laico, todos adheridos al Frente Nacional por la Familia, además de creyentes católicos, sacerdotes, monjas y ciudadanos independientes que están en contra del aborto. 

Durante la marcha, los pro vida llevaban consigo cartulinas en las que se leían sus consignas: “No matarás. Atte. DIOS”, “No existe el derecho al aborto”, “Clínica abortista, fuera de Guerrero”, “Fuera Marie Stopes de Guerrero”, “Siembra vida”, entre otras.

También se hicieron acompañar de un vehículo tipo Van que tenía, contradictoriamente, propaganda de Decide-ILE, programa de atención integral a la mujer, diseñado para proporcionar ayuda, servicios e información a las mujeres que presentan un embarazo no deseado, y asesora a quienes quieran la interrupción legal del embarazo.

El vehículo ofrecía un número telefónico para brindar atención a mujeres interesadas en abortar, así como las redes sociales de Decide-ILE. “Absoluta discreción. Ultrasonido gratuito. Ayuda inmediata”, se leía del lado derecho de la unidad, que posteriormente fue cubierta por los organizadores.

La movilización comenzó en la plaza Unidos por Guerrero y circuló por la avenida Juan Álvarez, donde se encuentra el edificio en el que operará la clínica. Ahí realizaron una parada para pronunciarse en contra de Marie Stopes, y clausurar de manera simbólica el inmueble.

Ahí, Gerardo García Sánchez, de la Red Guerrero por la Vida, leyó un comunicado suscrito por seis organizaciones aglutinadas al Frente Nacional por la Familia.

Manifestó que Marie Stopes es una clínica extranjera cuya especialización principal “es promover el aborto quirúrgico y con pastillas abortivas” con una tarifa promedio de cinco mil pesos por intervención, y afirmó que en la Ciudad de México cuenta con cinco establecimientos que, en diez años, presuntamente han practicado más de 130 mil abortos con ingresos de más de 600 millones de pesos.

“Con evidencia científica afirmamos que la vida humana inicia en el momento de la fecundación. El aborto provocado siempre es y será el asesinato de la persona más inocente e indefensa. El aborto no existe como derecho humano, la realidad es que el derecho a vivir es el primero y fundamental de todas las personas”.

Aseguró que la mayoría de los ciudadanos guerrerenses están a favor del respeto por la vida de la mujer embarazada, así como del producto en gestación, e indicó que las mujeres embarazadas requieren “información, diálogo, comprensión, solidaridad y subsidiariedad para que tomen la mejor decisión de su vida: aceptar responsablemente su maternidad y en casos extraordinarios, dar a su bebé en adopción a un matrimonio que lo solicite”.

García Sánchez recordó que en el Código Penal local, el aborto está tipificado, por lo que, aseguró, el funcionamiento de la clínica puede violentar el estado de derecho en Guerrero.

“Rechazamos la instalación de la clínica abortiva Marie Stopes en nuestro estado de Guerrero, y pedimos respetuosamente a las autoridades competentes, su cancelación definitiva en esta ciudad capital de Chilpancingo”, señaló.

La marcha continúo hacia la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac, sin embargo, el contingente hizo otra escala frente a las oficinas de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddeser), lugar que también clausuraron de manera simbólica y exigieron la salida del estado de organizaciones que promuevan el aborto.

En el camino se exhibieron muñecos en forma de fetos, de diferentes tamaños que, posteriormente, ya en la Plaza Cívica, utilizaron para explicar a los asistentes su evolución en el vientre materno; ahí mismo, tres mujeres embarazadas subieron al vehículo con propaganda de Decide-ILE, que cuenta con equipo especializado, para escuchar en altavoz el latido del corazón de sus productos.

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Alondra García

Organizaciones y ciudadanos pro vida marcharon en Chilpancingo contra la instalación de la clínica abortista Marie Stopes.

En la protesta también participaron monjas y sacerdotes católicos, quienes junto a los laicos exigieron que se respete la vida humana desde el momento de su concepción. 

La movilización comenzó a las 11:30 de la mañana, partió de la plazuela Unidos por Guerrero y concluyó con un mitin en el zócalo capitalino. 

Al pasar frente al edificio que albergará a la clínica Marie Stopes, los manifestantes hicieron una parada para colocar pancartas con mensajes contra el aborto y pegaron sellos de clausura en la entrada. 

Al grito de “¡fuera!, ¡fuera!” y agitando el puño en alto, los pro vida exigieron a las autoridades la cancelación definitiva de los permisos para la operación de esta clínica. 

Minutos después continuaron con la marcha sobre la avenida Juan N. Álvarez y realizaron una segunda parada frente a las oficinas de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddser), organización que promueve la interrupción legal del embarazo.

Una vez más, los pro vida colocaron pancartas con mensajes contra el aborto y corearon consignas como “Guerrero presente, defiende al inocente” y “no al aborto, sí a la vida”. 

Luego de algunos minutos retomaron la marcha hasta llegar a la explanada del zócalo, donde dieron lectura a un posicionamiento. 

En el documento detallaron que del año 2007 al 2017 se practicaron más de 130 mil abortos en las clínicas Marie Stopes de la Ciudad de México, con ingresos económicos por más de 600 millones de pesos para esta organización extranjera. 

Sostuvieron que son más de 130 mil “asesinatos de inocentes”, los cuales equipararon a los homicidios y descuartizamientos que cometen los grupos delictivos en el país. 

“Con evidencia científica afirmamos que la vida humana inicia en el momento de la fecundación. El aborto provocado siempre es y será el asesinato de la persona más inocente e indefensa. El aborto no existe como derecho humano, la realidad es que el derecho a vivir es el primero y fundamental de todas las personas”, indica el documento al que dieron lectura. 

Asimismo, destacaron que “la mayoría de los guerrerenses” está a favor del respeto a la vida de la mujer embarazada y el bebé en gestación. 

Las organizaciones pro vida aseveraron en su posicionamiento que “las mujeres embarazadas requieren información, diálogo, comprensión, solidaridad y subsidiariedad (…) para aceptar responsablemente la materinidad y en casos extraordinarios, dar su bebé en adopción a un matrimonio que lo solicite”. 

También señalaron que el Código Penal del Estado de Guerrero tipifica el aborto como un delito contra la vida y la integridad corporal. 

Por ello, insistieron que el funcionamiento de una clínica abortista como Marie Stopes “puede violentar el estado de derecho en Guerrero, pues estaría cometiendo el delito del aborto flagrantemente”. 

Bajo dicha argumentación, solicitaron a las autoridades competentes la cancelación definitiva de la clínica Marie Stopes en Chilpancingo.

Al terminar con los posicionamientos, dos mujeres voluntarias de 10 y 12 semanas de embarazo permitieron que con el apoyo de un estetoscopio y una bocina se escucharan los latidos del corazón de sus bebés en gestación. 

Los activistas señalaron que en la Ciudad de México se permite el aborto a las 12 semanas de embarazo, a pesar de que ya hay un corazón latiente en el pecho del gestante. 

Apoyo, no abortos

Durante la protesta, una activista pro vida tomó el micrófono para expresar su rechazo a la práctica del aborto. Detalló que en la Ciudad de México hay 14 clínicas públicas y 50 privadas dedicadas a la interrupción legal del embarazo, entre ellas “ocho sucursales de Marie Stopes”.  

“Cuántas veces hemos tenido que ver en esos establecimientos y en esta cadena de muerte, Marie Stopes, cómo las chicas salen mal, lastimadas. Hemos escuchado los gritos de dolor de ellas al realizarse un aborto”, contó. 

Por ello, sostuvo que los mexicanos no pueden “quedarse callados” ante la imposición de abortorios. 

“No podemos permitir que organizaciones internacionales vengan a invadirnos a nuestras tierras, a ofrecer genocidios, abortos aparentemente misericordiosos. No podemos permitir que a través de estas organizaciones que vienen a enriquecerse de nuestros pueblos mueran niños mexicanos y queden lastimadas mujeres por el aborto. No podemos permitir más muerte y más sangre inocente derramada”, sentenció. 

La activista aseveró que “la mujer embarazada necesita apoyo, acompañamiento, amor, acogida, reconocimiento y dignificación, no un aborto”. 

Por esa razón, hizo un llamado a los legisladores locales a “apostar por la mujer en estado vulnerable ante una situación de embarazo inesperado”, para que se le ofrezcan alternativas de vida a ella y a su futuro bebé. 

“Que le ofrezcan trabajo, atención médica, que en vez de destinar dinero para matar niños, ese apoyo se concentre en salud pública, que la mujer tenga un parto bien atendido y dignificado, que las madres no tengan a sus hijos en los pasillos de los hospitales, que con ese dinero le den facilidad de trabajo a ella y a las personas que están a su lado, que no se vean orilladas a abortar”, pidió la activista pro vida. 

Por último, hizo un llamado a los capitalinos a no permitir “que la cultura de la muerte se siga extendiendo”. 

Abortos y violencia, lo mismo

El vocero de la Red Guerrero por la Vida, Gerardo García Sánchez, equiparó los abortos con los homicidios que cometen diariamente los grupos criminales. 

En entrevista, comentó que la manifestación de católicos y ciudadanos pro-vida fue “un mensaje” para las autoridades en el que se dejó de manifiesto que “la sociedad está harta de la violencia, de impunidad, de que le impongan políticas con perspectiva de género”. 

El activista pro-vida criticó que la clínica Marie Stopes se promueva como una organización que garantiza “una salud reproductiva placentera para las mujeres”, en vez de una sexualidad responsable. 

“No se puede fomentar el placer por encima de la dignidad de la mujer, trastocando la vida de los niños”, apuntó. 

También calificó como “contradictorio” que las autoridades implementen política para erradicar la marginación y la discriminación, pero al mismo tiempo haga a un lado los derechos de los seres humanos en gestación. 

“Es contradictorio que se pregone la erradicación de la violencia cuando se está matando a niños en gestación”, sostuvo. 

En la protesta participaron integrantes de la Red Guerrero por la Vida, Red Familia, Ciudadanos Solidarios para el Desarrollo, Unión Nacional de Padres de Familia, Comité Nacional Provida, Poder Laico, todos adheridos al Frente Nacional por la Familia, además de creyentes católicos, sacerdotes, monjas y ciudadanos independientes que están en contra del aborto.