* Roberto Álvarez dijo que los presidentes municipales de Helidoro Castillo y Leonardo Bravo deben ser intermediarios entre los grupos de civiles armados que operan en esos municipios
JESÚS SAAVEDRA
Los alcaldes de Leonardo Bravo y Heliodoro Castillo deben ser quienes propongan una mesa de conciliación ante el ambiente de crispación social que existe entre los miembros de la policía ciudadana de Zumpango y Chichihualco y los comunitarios de Tlacotepec, y reestablecer el servicio público de transporte en esos pueblos de la Sierra.
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia, aceptó que en los pueblos de esos municipios “existe un problema y que está generándose a partir de la confrontación de dos grupos (de civiles armados) que ahí actúan, entonces es un tema que será analizado, (pero) es necesario el diálogo para llegar a una solución”.
Aseguró que hay una “apertura total, primero para tener la presencia de la Policía del Estado y el Ejército, pero apertura también para desarrollar mesas de trabajo con quien sea necesario”.
Informó que a ese corredor en la Sierra regresó de nueva cuenta un operativo de policías estatales, rurales y el apoyo del Ejército, “se han continuado con los operativos, (pero) no existe una instalación que les permita llegar a los policías y al Ejército a una base”, y como “no existe, tienen que regresar y preparar el operativo conjunto”.
Álvarez Heredia aceptó que hay una petición de instalar un retén de seguridad en la población de Corralitos, donde sus pobladores dejaron abandonado el pueblo tras la incursión de un numeroso grupo de hombres armados en junio pasado, “es una propuesta que han demandado y que tenemos conocimiento”.
Añadió que se espera que esa demanda, que es muy legítima, es aceptable y esperamos que sea una realidad, pero “se debe tomar una determinación a otro nivel para tener un presupuesto y construir una instalación para albergar a los elementos del Ejército y la Policía del Estado para tener una mayor presencia”.
A raíz de los hechos de violencia ocurridos el mes pasado, habitantes de comunidades de Zumpango y Chichihualco conformaron su policía ciudadana y en Tlacotepec su policía comunitaria, pero amagan con confrontarse, aunque abrieron la posibilidad de un diálogo donde intervenga el gobierno del estado.
Álvarez Heredia dijo que el gobierno estatal no intervendrá si antes los alcaldes de Leonardo Bravo, Alfredo Alarcón Rodríguez, y de Heliodoro Castillo, Juan Pedro Salgado Román, no le hacen esa solicitud formal, “que observen el problema que sucede y sean los intermediarios para que soliciten las reuniones a través de la Secretaría de Gobierno”, explicó.
Aceptó que hay un clima de “violencia e inseguridad que existen, que es un riesgo latente que tienen esas comunidades y que es necesario tener soluciones a largo plazo”, y explicó que “lo que ha realizado el GCG es establecer operativos para garantizar seguridad y proteger a la población”.
“Hay disposición al diálogo, lo que se requiere es que sean los presidentes municipales como responsables políticos sean los intermediarios para que se logre una reunión y una mesa de diálogo, es necesario que los presidentes asuman la responsabilidad que les toca”, añadió el vocero.
Roberto Álvarez indicó que el gobierno estatal sabe “que existe un problema de violencia latente, derivado de la presencia de grupos delictivos que están enfrentados entre sí, pero es necesario que las autoridades municipales sean los intermediarios para que se pueda concretar un diálogo”, finalizó.