* El alcalde con licencia de Chilpancingo aseguró que cuenta con el respaldo de los vecinos de las colonias populares y confió en que al regresar a sus funciones, podrá aclarar las acusaciones sobre malos manejos financieros en su gestión

Redacción

El alcalde con licencia de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, advirtió que si el Congreso de Guerrero no lo reinstala en el cargo a más tardar el miércoles, solicitará al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que aplique la multa por desacato a todos los diputados y destituya a la diputada Elva Ramírez Venancio, presidenta de la Mesa Directiva.
En entrevista, Leyva Mena cuestionó la dilación en su reincorporación al cargo y funciones de presidente municipal de Chilpancingo, a pesar de que no existe ninguna causa que lo justifique.
Señaló que el Congreso del Estado le entregó al TEPJF “una serie de datos, investigaciones”, registros de auditoría y hasta seguimiento de denuncias en la Fiscalía General del Estado (FGE) contra él, pero los magistrados no encontraron “ni una sola conducta ilícita” que le impida desempeñarse en el cargo.
El priísta destacó que el TEPJF evidenció en sus resoluciones la violación de sus derechos humanos y aun así, el Congreso de Guerrero se niega a acatar la sentencia.
“Eso habla muy mal del Congreso, el no cumplir con una sentencia dada por un tribunal. Por eso están cayendo en desacato y por eso los apercibieron con una multa de poco más de 400 mil pesos a cada uno”, señaló Leyva Mena.
Indicó que el miércoles 27 de junio vencerá el plazo de tres días hábiles que dictó el TEPJF para que el Legislativo local lo reinstale en el cargo.
Si esto no ocurre, advirtió que el jueves acudirá nuevamente ante el TEPJF y le solicitará que aplique la medida de apremio consistente en una multa de cinco mil veces el salario mínimo diario general vigente, como lo prevén los artículos 32 y 33 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral.
El monto de la multa ascendería a 441 mil 800 pesos por diputado y tendría que ser pagado con dinero propio.
De ser así, Leyva Mena le pidió a su abogado Julio Hernández Barros que le solicite al Instituto Nacional de Transparencia que verifique la procedencia del pago de las multas, para que el dinero salga de manera directa de las cuentas de los diputados.
Aclaró que el pago de la multa no exime a los diputados de la obligación de reinstalarlo.
En caso de que reincidan en el desacato, indicó que la multa se podría duplicar.
De reincidir nuevamente, dijo que solicitará al TEPJF la destitución de la presidenta de la mesa directiva del Congreso local, Elva Ramírez Venancio.
Lo siguiente, en caso de que el Congreso local insista en no reincorporarlo a la presidencia municipal, sería la destitución de los diputados.
Marco Antonio Leyva Mena confió en que el miércoles a más tardar el Congreso lo reinstale en la alcaldía capitalina, pues advirtió que “le está saliendo más caro el no reincorporarlo”.
Sobre los motivos por los cuales se le ha negado su derecho a ejercer el cargo para el que fue electo, dijo que hay “una mano que dirige los hilos”.
Señaló que en Chilpancingo “hay dos equipos políticos preponderantes en la ciudad” y uno de ellos es el del gobernador Héctor Astudillo Flores, con quien reconoció que ha tenido “diferencias que han sido públicas”.
“Tenemos formas diferentes de ver la política. Mi visión personal es siempre tratar de llegar a acuerdos que nos permitan avanzar, no la confrontación. Mi visión es de compromiso social y el desarrollo productivo de los que menos tienen. Mi política es democrática”, expuso.
Por tal motivo, dijo que ha “chocado de manera directa con el grupo del poder”.
Respecto a las movilizaciones y protestas que surgieron contra su reinstalación en la alcaldía, señaló que quienes las encabezan tienen “un perfil específico”.
El primero al que se refirió fue el profesor Pioquinto Damián Huato, líder de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco).
Señaló que en su organización “aglutina a comerciantes ambulantes del zócalo” que se han negado al ordenamiento.
“Han llenado totalmente el zócalo de ambulantes. Mi negativa a que la plaza esté así ha sido pública y abierta. Me he enfrentado públicamente con él, por eso no le conviene que yo regrese y meta orden en el comercio ambulante”, apuntó.
Respecto al grupo de constructores que se oponen a su regreso, señaló que son “los beneficiarios” de la administración del alcalde suplente Jesús Tejeda Vargas.
También se refirió al grupo de transportistas que comanda el presidente del Consejo del Autotransporte de Guerrero, Servando de Jesús Salgado Guzmán, y señaló que este último “tiene un interés específico” en que él no regrese a la alcaldía por razones político-electorales.
Sobre los trabajadores sindicalizados del ayuntamiento que protestaron contra su reincorporación, aseveró que el alcalde Tejeda Vargas es quien “los mueve prometiéndoles despensas, bases y aumentos salariales”.
Sin embargo, Leyva Mena destacó que dichas movilizaciones sindicales fueron “muy pobres”, puesto que fueron muy pocos los trabajadores que participaron.
Comentó que hay cientos de personas que lo respaldan, como los comerciantes del mercado y los habitantes de colonias populares, quienes se han ofrecido a cercar el Congreso para evitar protestas y de esa manera los diputados puedan realizar la sesión plenaria y reinstalarlo.
Sin embargo, aclaró que él ha declinado el apoyo porque no quiere que haya confrontaciones.
En ese sentido, se cuestionó “cuál es el temor” del gobierno del estado y del Congreso local en que él regrese a la alcaldía.
“Dicen que no tengo nada, ni estructura, que soy un político advenedizo. ¿Cómo es posible que a ese político advenedizo le estén echando todo el aparato del gobierno del estado, el Congreso local, todo el aparato del PRI y hasta del Poder Judicial del Estado? A un político débil no le echan todo eso encima”, insistió.
Leyva Mena sostuvo que de su lado están “las colonias populares, la ley y el derecho que está defendiendo ante los tribunales federales”.
También se le cuestionó sobre los motivos que tiene para volver al cargo cuando faltan semanas para que concluya su administración.
“A mí me han atacado con infamias, con mentiras, con calumnias. Me han tratado de involucrar en asuntos en los que no tengo absolutamente nada que ver”, explicó.
El primer asunto del que lo acusan, dijo, es que no pudo resolver la problemática sobre el manejo, recolección y destino final de la basura, pero destacó que durante su administración se saneó el basurero de la colonia La Cinca y se construyó la celda emergente intermunicipal en Matlalapa.
Mientras que en los siete meses que su suplente Jesús Tejeda Vargas ha estado al frente de la administración, no se ha realizado ninguna acción que verdaderamente resuelva el problema.
La única opción posible que hay, dijo, es la celda emergente que él construyó en Matlalapa.
Otra situación en la que trataron de inmiscuirlo fue la ejecución extrajudicial de dos jóvenes a finales de diciembre de 2017.
Recordó que él solicitó licencia en el mes de octubre y para cuando ocurrieron los hechos él ya llevaba dos meses fuera del cargo.
“Yo no estaba en la cadena de mando”, apuntó.
Además, destacó que como alcalde mandó a evaluar a todos los elementos de la Policía Preventiva y tiene todos los papeles que lo acreditan.
Sobre las finanzas municipales dijo que tiene la confianza de que al reincorporarse al cargo aclarará las acusaciones sobre desvío de recursos. “Tendré que explicar puntualmente a los capitalinos que ni soy ladrón, ni he cometido el delito de peculado, ni he cometido fraude”, apuntó.
Leyva Mena aseveró que no tomó un sólo peso de dinero público para su beneficio. Prueba de ello, indicó, es que subió a internet su situación patrimonial desde 2016 hasta 2018 y sus bienes no cambiaron ni aumentaron.
“No he agarrado dinero público para beneficio personal, ni cuentas bancarias, ni cuentas en el extranjero, ni automóviles, ni casas. Sólo compré una casa con crédito a 20 años que estoy pagando. Todo es perfectamente demostrable en mi patrimonio”, aseveró.
Sobre las acusaciones de fraude que hicieron algunos empresarios del ramo de la construcción, dijo que son falsas.
“No lo acepto. A cada empresario le dimos adelantos del 45 por ciento para iniciar las obras. Nunca hubo mentiras para beneficiarme, ni me hicieron casa, ni rehabilitaron ningún camino de algún terreno que yo tenga, nada en lo personal”, argumentó.
Por ello, dijo que las demandas deben ser contra el ayuntamiento y no contra él.
Respecto a las acusaciones por la presunta desviación de recursos, recordó que como alcalde siempre habló de manera clara y directa sobre “dos boquetes abiertos” que tienen que ver con el mantenimiento de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH) y la elevada nómina del ayuntamiento.
Leyva Mena señaló la necesidad urgente de “analizar por qué la nómina está tan alta”, y recordó que como alcalde hizo “varios intentos en bajarla en dos años”.
“Vamos a demostrar que el recurso que se dio para el organismo de agua potable y la nómina está perfectamente transparentado en transacciones bancarias selladas por el bando. Todo el dinero está perfectamente demostrable, que pasaron de una partida a otra en las cuentas municipales”, afirmó.
Respecto a su futuro político, Leyva Mena aclara que no está perdido.
“La política no es un asunto de tener cargos en el poder. Ese es un pragmatismo. La verdadera esencia de la política es servir, ayudar, estar con la gente”, explica.
Fue precisamente ese ideal suyo el que considera que fue el principio de su rompimiento con el priísmo tradicional.
“No les ha gustado mi estilo, las jornadas comunitarias, el tomar café con pan con una señora en su casa una vez a la semana, desayunar, caminar con ellos. Esas son cosas que hablan de una persona que tiene compromiso social con la gente, pero al priísmo tradicional eso no le gusta”, reconoce.
De cualquier manera, dice que seguirá en la política, aunque no tenga cargo público, e incluso no descartó en buscar “opciones políticas diferentes” que le permitan un crecimiento.
Reconoció que tiene problemas y “diferencias con los grupos tradicionales del PRI”, pero aclaró que no está “peleado” con sus bases.
“Cuando me vaya del PRI, si es que me voy, no habrá nadie que hable por las bases. Esa será la tragedia del PRI en los próximos años. Estos grupos tradicionales han monopolizado cargos políticos, candidaturas y manejo de recursos. Obviamente ahí no embono yo”, apuntó.
Por lo pronto, dijo que defenderá su nombre y el de su familia de las calumnias que han sido víctimas.
“Se me está acusando toda una serie de situaciones y tengo que defenderme. Tengo que explicarle a Chilpancingo, por el bien de mi familia y mis hijos, que las cosas no son como las están diciendo. Hasta ahora no he dicho nada y he aguantado todas sus injurias, calumnias y mentiras. Ya es hora de que empiece a hablar y decir y transparentar las cosas”, sentenció.
Aclaró que su reaparición pública no es para pelear, sino para abrirse a las acusaciones de manera abierta y tener la oportunidad de defenderse. “Si alguien quiere debatir conmigo, con mucho gusto lo hago, hasta al señor Jesús Tejeda (alcalde suplente), con mucho gusto los convoco a un debate sobre finanzas públicas municipales, el día que quieran y a la hora que quieran. Así de claras tienen que ser estas cosas”, apuntó.
Leyva Mena reconoció que los diputados locales podrían prolongar por más tiempo su reincorporación, sacrificando dinero y hasta sus propios cargos, pero advirtió que él también está dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias.
“Así sean las últimas 24 horas de la administración en las que me reinstalen, mi idea es llegar y decirles como presidente municipal que luché hasta el final, que no me rendí. No puedo decir que hasta aquí llegué cuando me faltan aún muchos pasos más. No es sólo mi lucha, es una referencia histórica en la defensa de los derechos contra todo un aparato de Estado, para que podamos ser hombres libres y tener un país de leyes que nos protegen de los abusos del poder”, sentenció.