* Chilpancingo, la ingobernabilidad y Leyva Mena
ALFONSO A. CATALÁN
Chilpancingo. Una ciudad convulsa, con diversas clases de problemas: tráfico, basura, inseguridad, asesinatos, pobreza, marginación, una incorrecta pavimentación que deriva en baches y carreteras mal construidas.
La ciudad ha sido gobernada por diversos tipos de personajes, los más, con deseos de poder y grandeza; los pocos, con ganas de ayudar a los necesitados. Solo que al parecer estos últimos ya no existen desde hace tiempo.
Alguna vez se pensó que, durante la administración de Mario Moreno Arcos, del 2012 al 2015, como presidente municipal de Chilpancingo, se había ido caminando al atraso, en parte porque dejó inconcluso el importante tema del relleno sanitario, que a la larga derivó en el caos de todos sabemos que vivimos ahora. Sin embargo, se tiene que reconocer que hizo un mejor trabajo que el gobernante que le siguió.
Y sí, si nos adentramos en los profundos problemas que tiene este municipio, la capital del estado de Guerrero, nos encontraremos un verdadero atolladero. Qué hay diversos problemas que vienen de administraciones pasadas, sí. Qué un gobierno no puede cambiar eso de la noche a la mañana, sí.
No falta el avispado que diga, ¿ajá, y tú que es lo que has hecho por cambiar la ciudad? Pero no, lectores, el tema no va por ahí, porque el que llegue a tener el cargo de primer edil, quien quiera que sea, tiene la obligación de responder al pueblo porque en teoría, fue éste el que lo puso al frente y debe atender y dar una solución a los diferentes problemas. ¿Qué si se ofende? No tiene que hacerlo, pues para eso, se supone, se comprometió, para ayudar al municipio.
Pero también se debe de entender qué durante su mandato, Marco Antonio Leyva Mena no procuró resolver ninguna problemática; todo aquel tema que surgía no se le daba la importancia necesaria y se iba acumulando, agravándose de manera exponencial, como el caos que generó el no dar una solución al lugar en donde se construiría el relleno sanitario, problema del que hasta ahora, no se le ve avance alguno.
Pero, ¿quién es Marco Leyva? Caricaturizado a propósito en su página de Facebook como un hombre bonachón, con la disponibilidad de ayudar a todo aquel que lo necesite (url que por cierto ya no se encuentra disponible), parece que nadie, NADIE en Chilpancingo lo conocía hasta que “ganó” la presidencia municipal. ¿Qué si alguien de mayor nivel lo colocó en ese puesto? ¡No, qué va!, si en México nunca pasa eso.
Marco Antonio Leyva Mena es sinónimo de muchas cosas, pero no de honestidad, calidez, compromiso. Pongamos un ejemplo. Cuando “remodeló” la avenida Alemán (si se le puede llamar así al hecho de destruir una de las más concurridas arterias viales de esta capital, supuestamente ampliar las aceras y reducirla a un solo carril, causando un mayor caos vial, con un costo de 25 millones de pesos, siendo que se dijo que se utilizarían 10 millones), no tomó en cuenta la opinión de la ciudadanía. En un desplante general, Leyva Mena comenzó a reconstruirla, a pesar de que ésta no contaba con ningún defecto (es más, era de las mejores realizadas), no escatimando recursos, siendo que existían problemas mayores como la contaminación generada por toda la basura que la gente tiraba en cada esquina de la ciudad.
Y aún hay más. Leyva Mena estuvo a punto de “remodelar” la avenida Álvarez, con un presupuesto de 9 millones 300 mil pesos gestionados por la que fuera líder sindical de los trabajadores de Salud, y actual candidata a la Presidencia Municipal de esta capital, Beatriz Vélez Núñez, y 7 millones que aportaría el gobierno municipal.
Esto, claro hubiera ocurrido de no ser porque decenas de vecinos se manifestaron y le pusieron un alto, indicando que en vez de hacer esa clase de obras, que para nada se requieren, se centrara en los problemas urgentes de la ciudad.
Leyva Mena, supuestamente ofendido, declaró que iba a cancelar la obra, tomando en cuenta la opinión de la gente, pero no comprendía el porqué de su actitud, dado que la realización de ésta traería beneficio a toda la población.
Así lo declaró de acuerdo con una nota publicada por El Sur el 24 de septiembre del 2017: “Mi administración ha sido respetuosa y ha promovido la participación ciudadana, descartando categóricamente la política de imposición, por lo que la decisión de no aceptar la obra, aun conociendo a detalle los alcances y especificaciones técnicas, no se debe a la falta de un proyecto de rehabilitación de drenaje, agua potable y alcantarillado, sino a intereses económicos, pues los comerciantes que se ubican en esa vía argumentaron que tendrían pérdidas en sus negocios, consideraciones que son respetables”.
Aunque también en la misma nota se incluye lo siguiente: “Los colonos expresaron que rechazaron la remodelación porque temían que ocurriera algo similar a lo que pasó en la avenida Alemán, que se inunda por las lluvias y el cableado no es subterráneo, como aseguró el alcalde que sería”.
Otro caso sería la “excelsa obra” que se realiza en el paseo Alejandro Cervantes Delgado, sobre las pestilentes aguas de lo que alguna vez fue el rio Huacapa, destruido, eso sí hay que aceptarlo, por nuestros abuelos y los abuelos de ellos, dada su inconciencia, totalmente heredada, por los recursos naturales.
Según Julio Ayala en su columna “Epístolas Surianas” publicado el 20 de marzo de 2017, el proyecto “Parque Lineal Río Huacapa” tuvo la inversión de “poco más de 63 millones de pesos, en su primera etapa, incluye además la ejecución de dos micro parques. también contempla una ciclo pista, un corredor comercial y micro parques, lo que, de acuerdo al propio mandatario estatal, es sin duda la obra más importante de su gobierno en Chilpancingo, no solo por la inversión, sino por la atención del Río Huacapa, que dicho sea de paso ha sido una preocupación constante de diversas administraciones estatales y municipales”.
Y díganme ustedes, amables lectores. ¿La obra ya está terminada? No, a pesar de que se anunció que ese parque sería terminado a más tardar en diciembre del año pasado.
Podría seguir con los desatinos de Marco Leyva, quien regresará al cargo. El tema se los dejo a reflexión.