Ana Lilia Torres
ACAPULCO.— Grupos de simpatizantes de los candidatos a la alcaldía de Acapulco por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Adela Román Ocampo, y del Partido del Trabajo (PT), Zeferino Torreblanca Galindo, protagonizaron un choque verbal frente al candidato a la Presidencia de la República por la coalición ‘Juntos Haremos Historia’, Andrés Manuel López Obrador.
“!Asesino!”, “!traidor” y “!ratero!” le gritaron seguidores de la magistrada Adela Román Ocampo al exgobernador de Guerrero, cuando salían de la Jornada del Notariado Mexicano, evento al que asistió López Obrador en el Fórum Mundo Imperial, después de encabezar un acto masivo en San Marcos.
Desde que bajó del templete al terminar su participación ante los notarios, López Obrador fue seguido de cerca por Torreblanca Galindo, que hacía esfuerzos por acercarse al candidato presidencial.
Un tumulto rodeaba al político tabasqueño, pero Torreblanca Galindo (quien presume ser muy cercano al candidato de Morena) fue persistente y como pudo, a empujones, cerca de las escaleras eléctricas que conducen a la salida, logró saludarlo de mano.
Fue en ese momento, cuando los seguidores de la magistrada Adela Román Ocampo marcaron territorio para su candidata y gritaban “!Adela!”, “!Adela!”, “!Adela!”
“! Zeferino!”, “! Zeferino!”, respondieron los seguidores del candidato a alcalde del PT, quienes fueron superados en número por los simpatizantes de Román Ocampo, que arreciaron los gritos contra el exgobernador.
Afuera del Fórum, el grupo que estaba encabezado por Román Ocampo le gritó “¡asesino!” a Zeferino Torreblanca, quien saludaba a unas personas. “¡Nos traicionaste!”, “¡asesino!”, “!justicia para Chavarría!”, le gritaron hasta que el exgobernador se retiró del lugar.
En la Jornada del Notariado Mexicano, que contará con la participación de los candidatos a la Presidencia de la República, López Obrador garantizó que encabezará un gobierno con paz, tranquilidad y sin autoritarismo de ganar la elección del uno de julio.
Señaló que en México ya no hay otra salida, más que en lograr juntos y desde abajo, una transformación pacífica y sin violencia, radical, que implica que debe ser de raíz, porque sí es posible revertir la crisis que vive el país, si “hacemos la simulación a un lado”.
El tabasqueño planteó que es necesario acabar y desterrar completamente la corrupción, que es el principal problema de México, porque provoca a su vez los fenómenos de pobreza, desigualdad social y de inseguridad.
Dijo que la economía no presenta ningún crecimiento, en cambio sí ha aumentado la pobreza y la corrupción, lo cual tiene que resolverse “no mochando las manos”, sino con un gobierno que actúe con honestidad.
El candidato de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ señaló ante los notarios que encabezará un gobierno que actuará con pleno respeto a las leyes y que haga prevalecer el Estado de derecho.