* Al encabezar el homenaje póstumo a los 6 policías estatales asesinados en Costa Grande, el gobernador demandó a los gobiernos municipales no depositar todo el peso de esa lucha en la Policía Estatal
* Instruyó a funcionarios de su administración que se otorguen becas y apoyos a las familias de los uniformados asesinados cuando acababan de cumplir su turno de vigilancia a personas que solicitaron medidas cautelares
Rosario García
Con un llamado enérgico a las autoridades municipales para que de manera decidida se sumen a los trabajos de combate contra la delincuencia, el gobernador Héctor Astudillo Flores encabezó este jueves un homenaje póstumo de cuerpo presente a los seis elementos de la Policía del Estado asesinados en una emboscada en Zihuatanejo, en la Costa Grande.
El mandatario estatal dijo que el ataque sorpresivo por parte de hombres armados contra los uniformados, no amedrentará a su gobierno, e insistió en que la policía estatal seguirá trabajando de manera coordinada con las corporaciones federales para reducir los índices delictivos.
Ante la presencia de sus familiares, ayer se dio el último adiós en las instalaciones de la Universidad Policial, a los seis elementos asesinados cuando acababan de cumplir su turno de vigilancia a familias que solicitaron medidas cautelares ante el acoso y amenazas por parte de grupos criminales que operan en esa región.
Astudillo Flores giró instrucciones a los titulares de la de la Secretaría General de Gobierno, Florencio Salazar Adame, y la Secretaría de Desarrollo Social, Mario Moreno Arcos, para que los hijos menores de edad de los policías caídos cuenten con becas escolares hasta que finalicen sus estudios, y que las familias no se queden desprotegidas, además que los apoyos fluyan de manera oportuna.
En su mensaje, el gobernador recalcó que siempre serán más los ciudadanos que buscan el bien común, e hizo un exhorto enérgico a los gobiernos municipales para que no depositen todo el peso de la lucha contra la delincuencia en la policía estatal. “Necesitamos que también las policías municipales lleguen”, como lo menciona el Artículo 115 constitucional, conminó el mandatario estatal.
Aseguró que las policías municipales tienen que responder a su responsabilidad constitucional, porque también les corresponde atender los problemas de seguridad pública.
A los funcionarios que tienen la responsabilidad de brindar seguridad a los guerrerenses, el gobernador les pidió redoblar su esfuerzo.
En medio de aplausos, los féretros de Mario Portillo Gaspar, Heriberto Martínez Benítez, Delfino Damián Luna, Rollins Javier Morales Mava, David Hernández Lorenzo y Juventino Figueroa Gallardo, abandonaron las instalaciones de la UNIPOL.
Al hacer uso de la palabra, el secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes, lamentó que la región de Costa Grande se ha posicionado como la tercer área geográfica más conflictiva del estado de Guerrero, por la violencia que generan diversos grupos delincuenciales que se disputan el control de las plazas, lo mismo que las zonas de siembra y rutas de trasiego de diversos estupefacientes.
Aseguró que hechos reprobables como estos “no nos amedrentan, ni desvían nuestra firme convicción de seguir velando por la seguridad de todos los ciudadanos; por el contrario, nos motivan a seguir trabajando con toda la dedicación, el profesionalismo y los recursos a nuestro alcance por el bien de Guerrero, y no dejar en el desamparo a los miles de ciudadanos que a diario viven en la zozobra y a merced de los grupos del crimen organizado”.
Almazán Cervantes pidió a la sociedad que “no nos dejen solos”, por lo que aprovechó para convocar a hombres y mujeres para que formen parte de la Policía del Estado.