* El candidato a la Cámara alta por Morena asegura que el video en el que aparece borracho peleando contra policías “fue una chingadera que me hizo el régimen, el gobierno, para presentarme como un diputado borracho”

* “Yo encabecé la lucha por la defensa del voto en 1988, llevando a San Lázaro dos costales de boletas quemadas y me gané el mote de ‘diputado costales’”, recuerda como uno de sus logros

Alondra García

Le dicen ‘El Toro sin cerca’ porque no tiene límites que lo detengan. Félix Salgado Macedonio planea volver al Senado de la República y, de paso, adelanta, grabar una segunda película: El Tétano.
La tarde de ayer, Salgado Macedonio visitó el mercado “Baltasar R. Leyva” de Chilpancingo, como parte de su gira proselitista en la contienda por la senaduría bajo las siglas de la coalición ‘Juntos Haremos Historia’ (Morena-PT-PES).
Abrazó a las mujeres, besó a los niños y aceptó gustoso la media docena de collares de cempasúchil que le colgaron al cuello.
Después de una hora se retiró a un pequeño restaurante al sur de la ciudad, donde se reunió con líderes de organizaciones y concedió esta entrevista.
“¡Ve nomás que chulada!”, expresó mientras se colocaba un sombrero de Tlapehuala y se sentaba a la mesa.
Se mostró relajado, con una camisa gris mojada por el sudor y un pantalón de mezclilla.
Pocas personas tienen un currículum como el suyo: ex diputado federal, ex senador, ex alcalde de Acapulco, dos veces candidato a gobernador, ex aspirante a dirigir el PRD-Guerrero, compositor, dramaturgo, cantante con disco de platino, actor de cine, motociclista y hasta periodista.
Y cuando llegue al Senado por segunda vez, dijo, su prioridad será “revertir algunas de las reformas del gobierno neoliberal y revisar el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN)”, al cual culpa del empobrecimiento del campo mexicano.
“El gobierno mexicano debe de ponerse a la cabeza de su comercio exterior como se pone el gringo y se pone el canadiense. Así podremos ir mejorando las condiciones de vida para nuestra gente y con eso se empieza a abatir la delincuencia y la inseguridad, generando empleo, generando trabajo y apoyando la educación. La violencia no se resuelve con balas, no se resuelve con militares, no se resuelve con policías, se resuelve con educación”, afirmó durante la entrevista.
-¿Y por qué la ciudadanía tendría que votar por ti? Has estado inmerso en la polémica, como el video en el que apareces presuntamente borracho.
Salgado Macedonio soltó una sonora carcajada ante la pregunta y con sus dedos enlistó otras polémicas en las que se ha visto inmiscuido.
“Bueno esa es la carta de presentación que conoce la gente, con todas esas lindezas la gente dice ‘yo no votaría por Félix’. Pero está la otra parte que mucha gente no conoce. Yo encabecé la lucha por la defensa del voto en 1988, llevando a San Lázaro dos costales de boletas quemadas y me gané el mote de ‘diputado costales’. Ese hecho de ir a vaciar las pruebas de un fraude es un hecho histórico, eso no lo hace nadie, te puedo asegurar que no lo hace nadie, nadie. Y en 1994 yo le puse esa manta que decía ‘Mientes Salinas’, cuando Salinas de Gortari decía que era un buen presidente yo le dije ‘no es cierto, estás mintiendo’.
-¿Y cuál es la historia detrás del video en el que presuntamente apareces borracho? Es bastante famoso.
-Un día antes de la aparición del video, yo increpé al presidente Ernesto Zedillo Ponce de León en San Lázaro, con una manta que decía ‘Libertad a los ecologistas de Iguala’, a Teodoro Cabrera y Rodolfo Montiel, ecologistas que estuvieron presos por defender sus bosques. El acuerdo que decía el señor Jesús Ortega era no decirle nada a Zedillo y yo le saqué esa manta. Esa noche me hospedé en el Holiday Inn y al otro día, al salir, no me di cuenta que llevaba cola. Eran policías de la Ciudad de México que me iban siguiendo.
Según explica el ahora candidato al Senado, los policías lo agarraron en el cruce de las calles Atlixco y Michoacán. Al frente de la operación iba el general Mota Sánchez.
“Me golpearon, me subieron a una patrulla y me dieron a tomar éter. Desde entonces ya no quedé bien de mi garganta. Me tuvieron adentro de la patrulla, con los vidrios cerrados, golpeándome en la cabeza y en el estómago, me sangraron, me dieron un navajazo en la pierna, me dieron toques eléctricos en mis testículos y ya después me sacaron a televisarme, me sacaron de la patrulla y ya las televisoras estaban esperándome allí en la explanada de la delegación”, asegura.
-¿Fue un plan bien orquestado?
-Por supuesto, fue una chingadera que me hizo el régimen, el gobierno, para presentarme como un diputado borracho. Se entretuvieron conmigo meses, meses, meses… Bueno, López Dóriga hasta canceló la sección de deportes esa noche para mostrarme. Sin duda, el borracho más famoso del mundo o de México soy yo”.
Relató que después de ese hecho interpuso una denuncia penal contra los policías, pero la entonces jefa de gobierno, Rosario Robles Berlanga y Amalia García le pidieron que retirara la denuncia y le otorgara el perdón a los uniformados.
En ese entonces Samuel del Villar era el procurador de Justicia y asignó un fiscal especial para darle seguimiento a la investigación.
Dijo que “el fiscal encontró que efectivamente era como yo lo estaba diciendo, porque cuando los policías me presentaron en la explanada del Ministerio Público de la Delegación Cuauhtémoc, a las 6:30 de la tarde, dijeron que me habían agarrado a las seis. Y yo decía que no, que a mí me agarraron a las tres y durante tres horas me tuvieron adentro de una patrulla, por lo que se configuraba el delito de privación ilegal de la libertad y violación al fuero constitucional.
Salgado Macedonio relata que, al final, les otorgó el perdón y le ofrecieron disculpas en una reunión a puerta cerrada.
“No hubo disculpa pública, al contrario, Rosario Robles premió a los policías que me golpearon y yo seguí apareciendo como el malo, el borracho. Y esto ya quedó para la historia, ahí está en Youtube, ningún político tiene un video tan denigrante como yo. Pero esa es parte de mi lucha, no me avergüenza, al contrario, lo recuerdo, le doy gracias a Dios porque estoy vivo”, argumenta.
El también dueño de La Jornada Guerrero, periódico que compró después de dejar la alcaldía de Acapulco, relató que tras la golpiza que recibió de los policías tuvo que ir a curarse a Cuba porque estuvo “a punto de morir”.
Recuerda que en cuestión de días pasó de 95 a 66 kilos, y aunque superó los golpes, su garganta ya no se recuperó a causa del éter.
Otro episodio que le tocó enfrentar fue la balacera en La Garita, cuando apenas no cumplía 2 meses como presidente municipal de Acapulco. A partir de ese momento, la violencia de los grupos del crimen organizado se volvió macabra. Fue en ese punto cuando comenzaron los decapitados y destazados.
-¿Qué fue lo que ocurrió en La Garita?
-Ahí están los hechos registrados, un enfrentamiento de la Policía Municipal contra sicarios. Fue un enfrentamiento contra gente de la delincuencia que se venía tirando bala, que se venían persiguiendo. Los policías fueron notificados al C-4 y llegaron a marcar el alto. Ahí se enfrentaron.
-¿En algún momento te buscaron los delincuentes para negociar?
-Claro que no. Nunca, nunca. Pero aparte yo como alcalde tenía el deber de cuidar a mi población, a mi gente. Tenía que haber paz verdadera. La violencia se desató de la delincuencia hacia la policía, que les quitaron hasta la cabeza. Me fueron a poner hasta una cabeza en las escaleras.
-¿Y cómo atendiste tú a esta violencia que no tenía precedentes?
-Trabajando, trabajando con la gente. A los policías se les dio la instrucción de trabajar de manera honesta, vertical, recta. Esa fue la instrucción siempre.
-¿Hubo salida de policías a causa de esta guerra que emprendieron los delincuentes?
-Sí, claro. Sólo me decían ‘ya me voy’. Muchos se fueron, otros se murieron en la raya, otros continuaron y yo la verdad le tengo un gran reconocimiento a la Policía de Acapulco.
-¿Cuál es tu postura ante la posible legalización de la amapola?, ¿crees que de esa forma disminuyan los niveles de violencia?
-La amapola es un tema polémico y creo que esto tendrá que ventilarse a nivel gobierno federal y también en el Congreso. No sé hasta dónde el problema de la amapola genera esta violencia y hasta dónde está revuelto el asunto de la delincuencia. El secuestro, el robo, los asesinatos, hay que ver el origen que tiene todo esto. Yo veo mucha ingobernabilidad, yo veo que el gobierno ya no funciona, este gobierno ya no sirve.
-¿A qué se lo atribuyes?
-A una falta de inversión en la educación, responde
-¿Ves complicidad?
-Sí, veo complicidades de la delincuencia con el gobierno. Ya no sabes qué te da más miedo, si el delincuente o la gente del gobierno, Por eso planteamos cambiar el régimen de gobierno, cambiar conductas y formas.
-¿Por una república amorosa?
-Aunque parezca chusca la idea, pero yo creo que como decía Freud, la política tiene que ir con el amor. El ciudadano peligra, tiene miedo de salir a la calle, tiene miedo a ser asesinado, a ser secuestrado. ¿Y el gobierno qué hace?, el gobierno sale a la calle blindado, con patrullas, custodiado, es un gobierno que tiene miedo. Pero Andrés Manuel López Obrador no trae patrullas. Es un hombre valiente y por eso creemos que una persona que no trae policías cuidándolo va a ser un buen gobernante. Porque un candidato como el Meade o como el Anaya, que andan bañados de seguridad, traen mucho miedo y un gobernante con miedo no le sirve a nadie.
-¿Cómo te defines como persona?
-No encuentro la manera de describirme. Soy impredecible, no me defino. Soy malo para definirme. La verdad es que yo soy neta.
-¿Eres cristiano convertido?
La pregunta le saca una carcajada que retumba por todo el restaurante. “Fíjate que yo admiro mucho a Jesucristo porque fue el primer revolucionario en el mundo que fue enjuiciado y castigado, porque fue sometido a un juicio injusto, no era para que lo mataran de esa manera tan cruel. Lo que yo te puedo decir es que me gusta ser muy amoroso con la gente, muy amoroso con mis hijas, aunque me vaya mal en el amor. También soy dicharachero, amante de las motos, de los carros viejos. Si yo veo un carro viejo pregunto de quién es y cuánto quieren. Me los veden en dos mil, en tres mil, cuatro o hasta cinco mil pesos. Yo los rescato y los reconvierto nuevamente en carros. Tengo uno que se llama ‘El Tétano’.
-¿Cómo es un día normal de Félix Salgado Macedonio?
-No me veo encerrado, me da claustrofobia. No me veo sin hacer nada, siempre me gusta hacer algo y si no tengo qué hacer, me meto ahí a algún lado y empiezo a platicar con la gente. Me gusta visitar la gente, me gusta ir a ver a la gente vieja, a la gente jodida que ha luchado por muchos años.
-¿Cuál ha sido tu peor derrota?
-En 1999 para la gubernatura. Considero que fue una canallada que nos hizo el gobierno porque yo gané las elecciones. Al final nos reconocieron 208 mil votos contra 215 mil, me anularon 20 mil votos y me rasuraron del padrón a 20 mil militantes. Nosotros ganamos la elección pero nos hizo fraude Zedillo, fue algo muy burdo, pero entonces el PRI era absoluto, me tocó competir en el siglo pasado, cuando el PRI era absoluto.
-¿Cuál es tu mayor triunfo?
-Mi mayor triunfo es estar vivo. Ya muchos compañeros fueron quedando en el camino por cuestiones políticas. Y yo tengo muchas hijas, tantas que ya perdí la cuenta. Y tengo muchos nitos.
-¿Por qué dices que te va mal en el amor?
-Porque es bonito tener un hogar y yo no tengo hogar, tengo casa, pero no tengo hogar. Un hogar es donde estás con tu esposa, ese es el hogar y tienes tu salita, tu cocina. Pero si vas a mi casa vas a ver cinco camisas colgando, cinco pantalones colgando. Vivo solo por buena gente. Soy complicado en el amor.
-¿Cuáles son los tres libros que marcaron tu vida?
-El que marcó mi vida así, pero en serio, fue ‘El arte de la guerra’. Lo vengo leyendo y releyendo y eso a mí me ha servido muchísimo para mi desarrollo personal. Me guía en cómo defino yo mis luchas, cuándo, dónde y por qué. Yo creo que el mejor guerrero no es el que gana la guerra, sino el que no la hace. También ‘Navidad en las montañas’, de Ignacio Manuel Altamirano, y ‘Me robaron la presidencia’, de Andrés Manuel López Obrador”.
-Fuiste cantaste y grabaste discos, ¿vas a volver a cantar?
-Yo digo que ya no. Ya se me anda acabando la voz. Cuando canto parece que soy el hijo de Paquita la del barrio y Martín Urieta.
-¿Ya no tienes planes artísticos?
-Hice una película, Guerrero y quiero hacer otra, la película ‘El Tétano’. Incluso ya hice el guión y lo registré ante la Asociación de Escritores de México. Sí la voy a hacer, es para niños, se trata de que ‘El Tétano’ le salva la vida a Juanito que está enfermo del corazón, va a una competencia de cuarto de milla y lo corre un viejito que es pepenador de basura y le gana a un Lamborghini.
-Como senador, ¿cuál sería tu aporte para Guerrero en materia de seguridad?
-En primer lugar, yo voy al Senado de la República para revertir algunas de las reformas que hizo el gobierno neoliberal, entre ellas revisar el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLC). Cuando yo fui senador (1994-2000), el único voto que hubo contra el TLC fue el mío y lo argumenté y todos pensaban que yo estaba loco.
De acuerdo con Salgado Macedonio, “el campo mexicano no puede competir contra el campo gringo, porque allá hay tecnología de punta y aquí todavía se hace al arado con bueyes”.
También señaló la diferencia de aranceles para las importaciones, que vuelven a México un exportador menos competitivo.
“No hay una competencia leal, hay una competencia desleal, hay una competencia con mucha ventaja, muy ventajosa, el TLCAN se firmó sobre las rodillas y desde entonces ha empobrecido el campo mexicano”, afirmó.
Dicha situación, dijo, sumada a la falta de acceso a la educación han provocado el crecimiento de la delincuencia en Guerrero.
Por ello, dijo, su prioridad en el Senado será darle la vuelta al TLCAN, volver productivo al campo mexicano e invertirle a la educación.
“Ahí está la solución a la violencia, no está en las balas”, afirmó.