* Omar Cuenca lamentó que la Fiscalía dañara la imagen pública del párroco de Mezcala asesinado en Taxco en compañía de otro sacerdote al informar sobre las gráficas en las que aparece con un rifle

* Aceptó que fue una imprudencia del cura habérselas tomado, pero justificó que “tenía que pasar por el territorio y fue cuando se tomaron estas fotografías”

Rosario García / Jesús Saavedra

Además de lamentar la vinculación “sin sustento” que hizo la Fiscalía General del Estado, del sacerdote asesinado Germaín Muñiz García con un grupo del crimen organizado, el vocero de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Benito Cuenca Mayo, exigió que las investigaciones por ese crimen se apeguen a derecho y se realicen de manera objetiva, además que estuvo de acuerdo en que si la situación lo amerita, que la PGR atraiga el caso.
En conferencia de prensa, acusó que al exhibir el fiscal Xavier Olea Peláez como parte de las indagatorias por el asesinato de los sacerdotes Garmaín Muñiz e Iván Añorve unas fotografías donde el primero de ellos aparece empuñando un rifle de asalto y acompañado de hombres armados, se dañó la imagen pública del párroco de Mezcala, municipio de Eduardo Neri, por lo que exigieron que sustente los motivos para vincularlo a un grupo del crimen organizado.
Este miércoles, a nombre del obispo Salvador Rangel Mendoza, Cuenca Mayo leyó un comunicado en el que realizó algunas consideraciones sobre la información que dio a conocer Olea Peláez el martes en una conferencia de prensa, en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Indicó que la Iglesia Católica, en “particular en nuestro estado de Guerrero, de la provincia eclesiástica de Acapulco, estamos trabajando y siempre nos hemos declarado a favor de la construcción de la paz en nuestro estado”.
De entrada reconoció y agradeció “la labor y apoyo brindado por el gobierno del estado en la agilización y pronta liberación y traslado de los cuerpos de los sacerdotes (asesinados el lunes cuando regresaban de un baile en Juliantla, municipio de Taxco) a sus lugares de origen”.
Enseguida precisó que en la Diócesis Chilpancingo-Chilapa “ratificamos una vez más que el presbítero Germain Muñiz García nunca estuvo vinculado a ningún grupo delictivo”.
Argumentó que el sacerdote asesinado “tenía conocimiento, por la naturaleza misma de su trabajo pastoral, de la operación de algunos grupos en esta zona, pues al ser párroco y persona pública tenía que desplazarse por la zona donde estaban asentados esos grupos, para atender a las diferentes comunidades que integran la parroquia de San Cristóbal en la población de Mezcala, lugar donde ejerció su ministerio durante cinco años”.
Por ello, dijo que “nos causa extrañeza” la declaración del fiscal en relación a que en un mismo lugar, Juliantla, Guerrero, se hayan reunido “integrantes de grupos delincuenciales de Morelos, Estado de México y Guerrero sin haber reportes de algún enfrentamiento entre ellos o participantes del evento. Así mismo hacemos notar la ausencia de la fuerza pública, estatal o municipal, sabiendo la presencia de estos grupos señalados”.
Consideró que las declaraciones que hizo el fiscal “son igualmente ambiguas y consideramos que carecen de sustento. Por lo consiguiente exigimos que las investigaciones sean objetivas, verídicas y apegadas conforme a derecho y a la verdad de los hechos”.
Además, Cuenca Mayo pidió que si la Fiscalía tiene información de que el sacerdote Muñiz García “estuvo vinculado a algún grupo delictivo”, precise a cual se refiere, “y que no se limite a hacer simples señalamientos”.
Sostuvo que el señalamiento que hizo la Fiscalía “daña la reputación del presbítero” asesinado, por lo que “exigimos” realice las investigaciones necesarias para aclarar ese crimen, “y no hacer declaraciones basadas en supuestos hechos”.
También exigieron una copia “completa y certificada de la carpeta de investigación en la que sustentan los dichos declarados”, porque la Fiscalía “tiene la obligación de esclarecer la realidad de los hechos, sustentándolos en pruebas fehacientes y verídicas”.
Finalmente, Cuenca Mayo, pidió “a nuestra señora de Guadalupe y a nuestros santos mártires San David Uribe Velázquez y San Margarito Flores García, para que nos ayuden en la construcción de la paz tan necesaria para nuestro estado de Guerrero”.
Cuestionado sobre las fotografías que circulan en redes sociales donde el cura Germain Muñiz posa con un arma larga y en otra con hombres armados, el vocero diocesano dijo que “esas fotos estaban en redes desde hace meses, están descontextualizadas, no se puede vincular (con la delincuencia) por esas fotografías al padre Germain Muñiz”, aunque admitió que el habérselas tomado “fue una lamentable imprudencia de parte de él, tenía que pasar por el territorio y fue cuando se tomaron estas fotografías”.
Respecto a la versión de que los sacerdotes y acompañantes habrían ingerido bebidas alcohólicas en el evento al que asistieron en Juliantla, Cuenca Mayo dijo que “no hay evidencias sobre eso, nosotros no podemos especular, por eso solicitamos copia de la carpeta de investigación”.
Añadió que los sacerdotes siempre han tenido conflictos en los territorios donde operan grupos delictivos, “conflictos siempre ha habido, pero el padre se dedicaba exclusivamente a su acción pastoral en la parroquia a la que estaba adscrito”.
Justificó la asistencia de los dos sacerdotes a ese baile popular en Juliantla, al señalar que se trató de “un evento musical y tuvieron la oportunidad de participar”, pero aceptó que “quizá fue una imprudencia regresarse a altas horas de la noche”.
Descartó que también sea una imprudencia que monseñor Salvador Rangel sugiera que las autoridades dialoguen y acuerden con grupos delictivos para pacificar el estado, y precisó que “el obispo no busca pactos, promueve el diálogo por la paz, es muy diferente y debe quedar claro: busca diálogos y no pactos”.
Por ello insistió que como Diócesis están “solicitando una investigación seria y profunda de esos hechos, queremos confiar en las autoridades; queremos creer en las instituciones de gobierno, aun con lo que dijo el fiscal, queremos investigación seria y profunda de esos acontecimiento; debo decir que la indagatoria no está cerrada, sigue pero es necesario apuntar esto que no está bien que se vincule al padre con algún grupo criminal”.
Finalmente no descartó pedir a la Procuraduría General de la República que atraiga las indagatorias, y recordó que “el obispo decía en la homilía (de las exequias del sacerdote, Germain) queremos que los ojos del gobierno federal regresen a Guerrero, si el caso fuese para eso que se atraiga esa indagatoria”.
Tampoco descartó que acudan a declarar ante las autoridades ministeriales en caso de que estas así lo requieran en el marco de las pesquisas.