* Monseñor Leopoldo González señaló que debe concederse el perdón, pero también hacer justicia a quienes cometieron los homicidios que causaron luto y dolor a las familias

ANA LILIA TORRES

ACAPULCO.— El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González se pronunció porque se inicie un proceso de reconciliación y restablezca la paz y la armonía en el poblado de La Concepción, donde ayer se cumplieron ocho días de los enfrentamientos que dejaron un saldo de 11 muertos.
En conferencia de prensa dominical, el prelado católico señaló que debe concederse el perdón, pero también hacer justicia a quienes cometieron los homicidios que causaron luto y dolor a las familias de esa localidad del municipio de Acapulco.
“Ante los acontecimientos vividos en La Concepción, es tiempo de reconstruir la unidad y la armonía en la comunidad. Es tiempo de acompañar en el duelo a las familias que perdieron a un ser querido y de compartir su tristeza y dolor”, expresó.
El clérigo dijo que ante los lamentables hechos es momento de que la iglesia se haga presentes y escuchar a quienes tuvieron pérdidas de familiares. “Desde nuestra fe y nuestra calidez humana hemos de darles una palabra de consuelo y esperanza”, indicó.
Monseñor González González señaló que el odio y el deseo de venganza no dejan vivir a quien lo sufre y por el contrario, el perdón es necesario para tener paz y tranquilidad, para conservar la salud del organismo. “El perdón al primero que beneficia es a quien lo otorga”, dijo.
Destacó que el perdón no excluye la aplicación de la justicia y por ello, una conocida la verdad de los hechos es necesario que se actúe en justicia con pleno respeto de las personas y comunidades.
Aplicar justicia no debe hacerse como un deseo de venganza sino como la oportunidad para que quienes cometieron algún delito puedan recapacitar y reconsiderar su actuar, añadió el clérigo.
Informó que cada parroquia habrá de realizar actos litúrgicos para pedir por la paz en La Concepción y el próximo domingo habrá una procesión de Agua Caliente hasta La Concepción. Además ha pedido a los párrocos abrir centros de escucha a víctimas de la violencia.
También se pronunció porque se respete la vida como un don de Dios y que quienes atentan contra otras personas reconsideren su mal proceder.
“La vida es un don de Dios desde la concepción hasta la muerte natural. Cada persona humana es única y por lo mismo tiene para la humanidad algo que solo ella puede dar y una pérdida de una persona es una pérdida para toda la humanidad”, señaló.