* Lo plagian junto con su esposa, su suegra y chofer, y los calcinan a todos dentro del vehículo en el que viajaban, en la carretera Chilapa-Ahuacuotzingo
Rosario García / Alondra García
AHUACUOTZINGO.— El fundador y ex dirigente del PRD en Guerrero, Ranferi Hernández Acevedo, fue ejecutado y calcinado junto con su esposa, suegra y chofer, en el interior de la camioneta donde viajaban de Ahuacuotzingo a Chilapa.
La familia viajaba en una camioneta tipo SUV, Ford, Escape, con placas de circulación 456-ZAN del Estado de México, la cual quedó completamente calcinada sobre la carretera entre Ahuacuotzingo y Chilapa, a la altura de la comunidad de Nejapa, con los cuatro cuerpos en su interior, los cuales fueron identificados como: Bernardo Ranferi Hernández Acevedo, su esposa Lucía Hernández Dircio, su suegra Juana Dircio y su chofer, Antonio Pineda Patricio.
En esa zona desde hace varios años se registra una lucha sangrienta entre los grupos delictivos conocidos como ‘Los Jefes’ y ‘Los Ardillos’, quienes se disputan el control de la siembra y trasiego de amapola hacia Estados Unidos de Norteamérica.
Familiares y amigos llevaron a cabo en la iglesia central de Ahuacuotzingo una misa con los cuerpos presentes para despedir a las víctimas, y posteriormente el cortejo partió hacia el panteón para darles cristiana sepultura.
Norma Mesino, dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), al hacer uso de la palabra en el sepelio del luchador social, dijo que amigos, familiares y líderes de organizaciones, “no queremos condolencias de los gobiernos, queremos justicia”. Y advirtió que los líderes sociales “no podemos callar ante las atrocidades”, por lo que convocó a la unión de la sociedad para exigir justicia. “Serán dueños de nuestras vidas pero no de nuestros principios”, aseguró.
La ex diputada de federal, Rosario Merlín, reprobó el homicidio y dijo que no se debe mantener silencio ante hechos como estos y exhortó a las organizaciones sociales a no quedarse callados, “sólo porque crean que matando líderes la miseria va a acabar y la lucha social va a terminar. Exigimos al gobierno justicia, con una investigación inmediata y castigo a los culpables de estos asesinatos”.
Martha Obeso de Chavarría, viuda del extinto coordinador del Congreso, Armando Chavarría Barrera, dijo en su oportunidad: “Hoy venimos con lágrimas de dolor y de impotencia, no podemos seguir llorando a los grandes hombres. Ante tu tumba juramos que tu lucha continuará”.
Mediante un comunicado, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, confirmó que los cuerpos encontrados en el interior de una camioneta incendiada, en la carretera Chilapa-Ahuacotzingo, pertenecían a Ranferi Hernández, su esposa, suegra y su chofer.
La desaparición de las cuatro personas había sido reportada desde la tarde-noche del sábado a las autoridades municipales de Ahuacuotzingo, por lo que la Policía del Estado desplegó un operativo de búsqueda del vehículo en el que viajaban, ubicándolo adelante de la entrada a la comunidad de Nejapa, incluso cuando fue localizado todavía lo consumía el fuego.
Según un comunicado difundido por la Organización Indígena Campesina “Vicente Guerrero”, de la que Hernández Acevedo era fundador y dirigente, los cuatro fueron asesinados alrededor de las 23:00 horas y posteriormente incinerados al interior de la camioneta.
La identidad de las víctimas fue confirmada en la madrugada de este domingo por un funcionario del Ayuntamiento de Ahuacuotzingo, lugar en donde tenía su domicilio Ranferi Hernández.
Por su parte, el gobernador Héctor Astudillo Flores condenó el plagio y multihomicido del ex dirigente estatal del PRD, Ranferi Hernández Acevedo, su esposa Lucía Hernández Dircio, su suegra Juana Dircio y su chofer; y se comprometió a hacer lo necesario para que el crimen no quede impune.
Hernández Acevedo fue miembro del Frente Democrático Nacional, que después dio vida al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
También promovió la creación del Frente Amplio para la Construcción del Movimiento de Liberación Nacional (FACMLN), organización que en 1995 enfrentó al gobierno de Rubén Figueroa Alcocer hasta que provocó su separación del poder, tras la masacre de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, en el municipio de Coyuca de Benítez.
El gobernador se expresó así durante su gira de trabajo en La Unión, municipio de Costa Grande, donde calificó el multihomicidio como “lamentable y reprobable”.
Agregó: “Yo lo lamento mucho, porque el gobernador no quisiera que sucedieran estos hechos. Pero el gobernador también entiende que tiene que enfrentar todas estas circunstancias y buscar que haya justicia”.
Astudillo recordó que Ranferi Hernández fue su compañero diputado en 1993, y expresó: “Permítanme desde aquí enviarle mi más sentido pésame a todo el pueblo de Ahuacuotzingo y a todos los amigos de Ranferi Hernández Acevedo. Fue líder del PRD hace algunos años y no tengo en este momento otra determinación más que expresar mi pésame y comprometerme para que los responsables sean juzgados y castigados como lo marca la ley”, sentenció.