Bernardo Torres

 

De acuerdo con las primeras valoraciones que autoridades en materia de Protección Civil han hecho, del desgajamiento del cerro en la barranca de El Tule, al poniente de Chilpancingo, además de las 12 viviendas derrumbadas, podrían ser hasta 60 las familias afectadas.

El presidente municipal, Marco Antonio Leyva Mena, dijo que solicitó ya l intervención del Colegio de Ingenieros y Arquitectos para valorar la situación y apoyen a las familias que así lo deseen, y no tengan ninguna duda sobre el estado de sus viviendas y descartar daños.

“Son de 12 a 16 familias directamente afectadas y con sus viviendas a punto de ser derruidas y personas afectadas por el efecto que se pueda dar por esta situación puede alcanzar hasta más de 60 familias, es delicado”, informó.

Expuso que es una situación delicada, que por el momento no se puede definir con exactitud el origen del desgajamiento del cerro, y será una vez que esté claro el diagnóstico se podrá informar y definir que procede.

Dijo que luego de un recorrido que realizó el domingo pasado junto con el Ejército y Protección Civil, se determinó evacuar a 30 familias, y trasladarlas a un albergue, en un primer momento a las que perdieron sus casas, pero posteriormente a quienes estaban en riesgo de derrumbarse.

Los vecinos señalaron el domingo que efectivamente sabían que era una zona de alto riesgo, pero que también hay responsabilidad de las autoridades, quienes incluso introdujeron servicios y hasta cobraban el predial a los vecinos de este asentamiento, que también se desgajó en 2013 con los fenómenos “Ingrid” y “Manuel”.

El alcalde por su parte dijo que este problema no es reciente, y que desde hace 25 años se ha sabido de los riesgos, al ser una zona donde fluye demasiada agua y el suelo está en constante movimiento y que ahora con lluvias y los temblores se manifestó de esta forma y colapsó.

Leyva señaló que todos los años se advierte a las familias que viven cerca de las 54 barrancas de Chilpancingo, que se salgan, no lo hacen y cuando ocurren estos accidentes, “pareciera que la culpa es de la autoridad, la autoridad en estos momentos está siendo solidaria con las familias y tratando de resolver el problema”.

Como un acto solidario y de justicia, adelantó que se priorizará el apoyo a las familias que tenían casas de madera, porque hay otras casas afectadas que fueron “muy bien construidas y con buen material”, a quienes también se les ayudará, pero en menor medida. (API)