SADYHEL ASTUDILLO

 

Hace poco más de dos semanas todos nos enteramos (o sufrimos, según sea el caso) el regreso a clases de todos los niveles escolares, de hecho, este por ser el inicio del ciclo escolar es más pesado aun, todos sabemos por qué. Espera de resultados de convocatorias, pago de fichas, matriculación, revisión de papeles y un largo etcétera.

Todo este ajetreo me ha hecho recordar algo que a mi parecer está mal, el hecho de que en algunas universidades y demás escuelas ya no es necesario un puntaje mínimo para poder ingresar a ellas. Como menciono, no es en todas; pero si es algo que se está popularizando, de tal suerte que mientras la institución cuente con el cupo suficiente, no importa que alguien tenga un puntaje exageradamente bajo, tiene su lugar asegurado.

Si bien, podemos pensar en primera instancia en el lado positivo, un menor número de rechazados y también por consiguiente más ingreso para esas escuelas. Esto es cierto, pero también nos deja mucho que desear con respecto de la educación en el país.

El no requerir un puntaje mínimo es como decir: “No importa que no sepas lo mínimo básico para estudiar una carrera, pásale, eres bienvenido”. Cuando no debería de ser así, si una persona tiene la convicción de estudiar una carrera, es porque esta consiente de qué cuenta con la preparación y los conocimientos necesarios para salir bien librado de las materias a las que se enfrenta y no porque tenga la seguridad de que no va a ser rechazado.

Claro, se puede mencionar que algunas escuelas aplican dos fases de exámenes, uno general y otro específico al área de la carrera y de no haber pasado el primero ya no se presenta el segundo. Además de eso es lógico que, para poder pedir una ficha para un examen de ingreso a la universidad, es necesario contar con el certificado de egreso de la preparatoria, entonces por lógica, si tiene conocimientos.

Si el párrafo anterior es totalmente cierto, pero con respecto de los exámenes si el primero es un filtro, no tiene por qué aplicarse por separado y hacer cansado el trámite a los aspirantes. Si no tiene los conocimientos necesarios, no importa si realizan los exámenes juntos o separados por semanas, no lo acreditará. Entonces, el verdadero filtro es el puntaje mínimo necesario para ser aceptado. De ser así, entonces en las materias no importa si sacas un dos o un ocho, apruebas la asignatura con tal de que el profesor no repruebe a la mayor parte del salón, esto no es correcto ¿verdad?

Ahora, mencionando la preparatoria, aprovecharé para generalizar y mencionar también los niveles académicos anteriores a ella y es que, justo hace unos días también me enteré de que en algunas escuelas los maestros ya no pueden reprobar a sus alumnos y esto es aún peor. ¡¡Entonces prácticamente alguien puede ir a dormir todos los días a los salones de clases sin preocuparse por estudiar, ya no reprobará y pasará con un trabajo final!! Ni pensar en preocuparse por estudiar para la universidad porque ya no se necesita un puntaje mínimo, entonces ¿Cuál problema?

La reforma educativa debe ser revisada y vuelta a revisar y someterla a juicio una y mil veces, siempre pensando en el bien de las futuras generaciones en nuestro país. Estamos generando un caldo de cultivo para gente floja y despreocupada, que lo único que sabrá hacer es googlear todo y depender fervientemente de su celular y eso es decepcionante.

Si están las escuelas es para que aprendamos a pensar, a ser críticos, a juzgar y a crear conocimientos y no a ser simplemente muñecos que solo saben absorber todo lo que se le da sin someterlo a un juicio, ya ni se diga una comprobación.

Como en ocasiones anteriores lo he comentado, esta es una opinión personal, la ofrezco respetuosamente para invitarlos a reflexionar y emitir su propio criterio, darnos cuenta de que está bien y que está mal con nosotros y nuestro país y hacer algo al respecto.

Quizá usted estimado lector ya cuenta con su título y un trabajo estable y seguro, de ser así felicidades; pero eso no nos exime de preocuparnos y ver por los que están detrás de nosotros, para bien de ellos y el propio, o no le gustaría que en su trabajo lo remplacen por alguien que salió de la universidad por pura suerte y obtuvo su puesto por recomendación ¿o sí?

 

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